Después de irnos hasta el Jarama para la Land Rover Experience, hemos tenido ocasión de probar uno de los últimos Porsche lanzados al mercado: el Porsche Cayenne 3.0 TDI diésel, sin duda, uno de los modelos de la marca que más controversia está despertando.
Juntar los términos Porsche y diésel, excepto en el caso de los tractores Allgaier System Porsche, no era más que una quimera hasta que el pasado Febrero se lanzó el SUV de la marca con el motor 3.0 TDI V6 diésel de origen VAG.
El “Anti-Porsche”
Esta versión del Cayenne se convierte así en una de las más razonables, económicamente hablando, que está disponible para este SUV. El precio de venta al público es de 63.701 €, aunque la versión que probamos superaba los 70.000 € por los extras que tenía instalados. El precio base es unos 1.500 € más caro que el 3.6 V6 Tiptronic gasolina de 290 CV, aunque el diesel acelera algo mejor y gasta bastante menos.
La verdad, después de probarlo, uno no sabe cómo opinar acerca de su existencia. Por una parte, el mercado manda y en el segmento de los SUV de grandes dimensiones el diesel es el combustible que colma las cifras de ventas. En cierto modo, Porsche ha atendido a las necesidades de sus potenciales clientes y de paso se suma al carro de los favores fiscales que disfrutan los modelos diesel, por sus emisiones de CO2, en el espacio europeo.
Motor de hermanos
Como sabemos, el Porsche Cayenne comparte plataforma con el Volkswagen Touareg, modelo que lleva disfrutando ya unos años del motor V6 diesel que ahora hereda su hermano “rico”. Con este motor las prestaciones están a la altura de lo exigible: 0-100 km/h en 8.3 segundos, un par motor de 550 Nm desde las 1.750 rpm a través de una caja de convertidor de par Tiptronic de 6 relaciones; todo ello con un consumo homologado de 9.3 litros a los 100 km.
Respecto a si notamos con claridad su naturaleza de diésel, el principal detalle, además de la llamativa serigrafía que tenía la unidad de pruebas y del cuentavueltas, es el momento del arranque en frío, donde se filtra cierto sonido a diesel. Una vez en marcha, el rumor proveniente del motor está muy filtrado e incluso puede llegar a resultar atractivo. No hemos tenido ocasión de probar las cualidades 4×4 en plan exhaustivo, aunque si nos referenciamos a la mayoría de impresiones de la prensa especializada, se destaca el buen hacer tanto en campo como en carretera de nuestro protagonista, montando un equipo de neumáticos adecuado.
En lo relativo al consumo del Cayenne, en nuestra prueba no hemos llegado a ver nada que se pareciera a los consumos homologados, y en unos 100 kilómetros de autopista combinados con carretera secundaria el consumo que arrojaba el ordenador de consumo superaba los 14 litros.
Comportamiento en carretera
Al volante, las sensaciones son buenas. El coche es todo lo ágil que se puede esperar de una mole de más de 2.000 Kg y con la suspensión adaptativa PASM opcional (3.400 €) en modo Sport se consiguen trazar las curvas rápidas con mucha confianza. En zona de curvas más lentas, las inercias se pueden manejar con relativa soltura. Sin embargo, el cambio Tiptronic de 6 marchas me ha parecido lento. Cuenta con pulsadores en el volante, e incluso con la posición manual del cambio no respeta las ordenes del conductor con total fidelidad.
Mientras mantengamos los controles de estabilidad activados (PSM) las reacciones son previsibles, al límite subvirador, aunque si se le busca las cosquillas, como frenando en apoyo, muestra cierta tendencia sobreviradora. Nada escandaloso, todo muy “fácil”, donde también ayuda el reparto de par variable del sistema de tracción integral al 62% para el eje trasero .
Por último, la frenada, como todo buen Porsche, tiene un tacto muy bueno, se nota una mordiente firme y en lo relativo a la fatiga, a lo largo de la prueba que hemos realizado no ha llegado a aparecer.
Equipamiento a base de extras
Al consultar la lista de opciones que puede llevar un coche como éste te das cuenta que el precio publicado no es más que una mera guía orientativa. La unidad con la que contábamos llevaba encima, así a grosso modo, suspensión adaptativa PASM, paquete de cuero ampliado, navegador táctil con disco duro, faros bixenón con iluminación en curva y portón eléctrico, además de un largo etcétera que engrosaría la factura en unos buenos miles de euros.
Todo sea dicho, el interior, aunque tiene unos ajustes perfectos, tampoco transmite una sensación de lujo como podría hacerlo un Range Rover, e incluso hay detalles de equipamiento usuales, como el volante multifunción, que son opcionales. Del equipamiento que hemos podido testear, sorprende el buen funcionamiento del navegador con disco duro táctil, destacando sobretodo la facilidad de uso, uniendo todos los sistemas telemáticos del coche y que mejora con creces los anteriores sistemas que podía equipar.
Si nos referimos a la habitabilidad nunca falta espacio en ninguna cota, algo hasta cierto punto lógico dado los 4.8 metros de largo que mide, pero en los 540 litros de maletero que nos encontramos existe una inesperada sorpresa, una rueda de repuesto de emergencia, que en el caso de eventualidad fuera de la carretera nos dejaría totalmente fuera de juego. No es normal en un coche de ese precio y con unas pretensiones 4X4 destacadas al disponer incluso de reductora.
- Porsche Cayenne S Hybrid, a prueba (I)
- Porsche Cayenne S Hybrid, a prueba (II)
- Porsche Cayenne S Hybrid, a prueba (III)
Mini prueba del Porsche Cayenne diésel 3.0 TDI
En Diariomotor: Porsche Cayenne 3.0 Diésel | Land Rover Experience en el Circuito del Jarama