Hace menos de un año llegaba al mercado el nuevo Citroën C3 Picasso, un pequeño monovolumen económico y atractivo que pretendía cautivar al conductor con su buen equipamiento, su espacio y su precio ajustado. Aunque en este aspecto precisamente existía un defecto y es que este automóvil no contaba con propulsores con emisiones de CO2 inferiores a 120 g/km y por lo tanto ninguno exento de pagar el Impuesto de Matriculación.
Es una lástima que por apenas 5 gramos el Citroën C3 Picasso HDi de 90 CV estuviese gravado con un 4,75% y en ese sentido parece que Citroën se ha puesto manos a la obra para ajustar los consumos del propulsor diésel más básico a 4,5 litros/100 km y conseguir unas emisiones de CO2 de 119 g/km, suficientes para no tener que pagar el impuesto de matriculación según la legislación española actual.
Para conseguir este ahorro de combustible y la consecuente reducción de emisiones no se han llevado a cabo mejoras de importancia en el bloque motor del HDi de 90 CV, de hecho parece que ha bastado con unos pequeños ajustes que han permitido re-homologarlo y conseguir bajar de la barrera de los 120 g/km.
A la espera de que nos confirmen cuando llegarán las mejoras al mercado español, ya sabemos que en el Reino Unido llegarán este mes y solo se aplicarán a los modelos que vayan acompañados de acabados más caros, y no a los más básicos, haciendo que la diferencia de precios se reduzca y haga más aconsejable escoger el mejor nivel de equipamiento. Aunque insisto en que aún no sabemos si sucederá lo mismo en España.
Vía: Citroën
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