Posiblemente os preguntéis por qué he juntado a estos dos utilitarios deportivos en un sólo artículo y la respuesta es el propio artículo. Tanto el Volkswagen Polo GTI como el Skoda Fabia RS, acompañado este último de su versión familiar Combi RS, han visto la luz en el Salón de Ginebra.
Bien es cierto que al Polo GTI lo conocimos antes y que el Fabia deportivo fue, en cierta medida, una sorpresa del evento. Pero para un análisis de las primeras impresiones da un poco igual el orden y lo que importan son las sensaciones estáticas que aporta cada uno. En primer lugar hay que decir que comparten numerosos apartados pero difieren en otros que entran por el aro del sentido de la vista y del tacto.
Como ya sabéis ambos comparten el mismo motor, un 1.4 litros TSI de 180 CV, y la misma transmisión, un cambio de doble embrague DSG con siete marchas. Ambos también llevan una denominación propia de cada casa, GTI y RS respectivamente, suspensiones mejoradas y rebajadas o avituallamientos deportivos con los que diferenciarse de las versiones convencionales.
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Empezando por el Polo GTI, de su aspecto exterior reconocido oficialmente como “mini Golf GTI” no hace falta hablar mucho. En persona el coche no parece en absoluto ningún deportivo urbanita “radical” ni pretende serlo, simplemente parece un coche con un acabado más deportivo y con una seña de identidad, desde el frontal hasta las famosas llantas, que son su baza principal.
Entrando en el habitáculo repetimos la misma frase de su herencia respecto al “rey de los compactos deportivos” si bien hay que matizarlos con el hecho de que es un Polo. Las carencias de espacio pueden notarse a la hora de sentarse atrás, como es normal en un coche así, y a la hora de soportar los giros rápidos a los que seguro se va a someter al coche. En calidad de materiales el Polo GTI está muy bien acabado y con los detalles de siempre, cromados, alfombrillas especiales y los umbrales que siempre gustan.
En el otro lado de la balanza está el Fabia RS, un Fabia de la “última hornada” equipado con una cara un poco diferente pero que cuesta diferenciar a poco que desconozcas la marca. Lleva la simbología RS, parachoques específicos y unas llantas concretas en plateado o negro. Al final la insignia y las llantas son un auténtica imagen para representar el coche del que hablamos.
Por dentro uno puede sentirse en un Volkswagen por el tema de compartir aspectos como el display para el piloto o los mandos de la radio. Cuestión de ahorro de costes. Sin embargo hay sutiles diferencias, como unos asientos con un tapizado concreto e identificativo o la ausencia de tantos detalles metalizados que llamen la atención. Quitando el cockpit y los asientos parece un Fabia convencional con un equipamiento importante.
¿Volkswagen Polo GTI o Skoda Fabia RS? ¿o, por variar, el Seat Ibiza Cupra? No creo que la elección se pueda hacer con los datos técnicos en la mano sino por aspectos como el coste, el diseño y la calidad. La elección para el que quisiera hacerse con un utilitario deportivo siempre es complicada, hay muchos por valorar: los Opel Corsa OPC, Peugeot 207 RC y Renault Clio RS estarían entre los más picantillos, el Mini Cooper S, el Citroën DS3 Racing o el Alfa Romeo Mi.To Multiair de 170 CV serían los que más destacan por diseño, etc.
El Polo GTI, Fabia RS e Ibiza Cupra mostrarían varias caras para una misma moneda, entendiendo la “misma moneda” por los elementos que comparten entre ellos. Para finalizar, quiero poner en escrito una pregunta que anda en el ambiente: ¿por qué el Grupo Volkswagen no ofrece un cambio manual para estos dos ni para el Ibiza Cupra? Mi teoría es que pretenden asociar el DSG con las aptitudes deportivas y que éste tenga más peso en las ventas. Puede que más adelante terminen vendiéndolos con la transmisión manual.
Volkswagen Polo GTI y Skoda Fabia RS en Ginebra
En Diariomotor: Volkswagen Polo GTI, primeras imágenes oficiales | Skoda Fabia RS 2010