Pogea Racing riza el rizo con el un 500 Abarth que supera al 695 Tributo Ferrari

A la mayoría nos encantaría, aunque sólo fuera para dar un paseíto, echarle el guante al Abarth 695 Tributo Ferrari, un Abarth 500 con algunos detalles especiales como por ejemplo alrededor de 180 CV tras el pedal del acelerador. ¿Suficiente? Para Pogea Racing no.

Han cogido por banda al Fiat 500 Ferrari Dealers Edition, una edición muy limitada del Abarth 500 con 165 CV de potencia, y le han pegado una buena revisión para dotarlo con 280 CV, todos entregados duramente en el eje delantero. Lo han conseguido principalmente al incorporar su propio turbo y un doble intercooler. Además han cambiado la centralita, han incluido inyectores Bosh y han mejoradola entrada de aire o el sistema de escape. El 1.4 T-Jet desarrolla ahora un poderoso par máximo de 330 Nm.

Esto empezaría a parecerse a un kart con mucha potencia y una pequeña carrocería sino fuera porque el Abarth 500 modificado sigue enviando la fuerza a las ruedas delanteras y, salvo que se me haya pasado, sin usar un diferencial autoblocante para minimizar las pérdidas de tracción (cosa que sí ha hecho Hamann con el Abarth 500). Tampoco se dice nada sobre si se ha adaptado la caja de cambios, que por cierto manual y no secuencial como en el Tributo Ferrari.

Fiat 500 Abarth Ferrari Dealers Edition por Pogea Racing

Lo que sí hace Pogea es plantarle unos frenos con discos más grandes. Según dicen permiten reducir la distancia de frenada en 1.8 metros aunque quizás lo más importante en una “bala” como está es la resistencia a un trato más duro, creo que todos nos entendemos. El complemento ideal a esta mejora es una suspensión más dura y varias modificaciones en su apariencia con piezas en fibra de carbono.

Fiat 500 Abarth Ferrari Dealers Edition por Pogea Racing

En el interior todo parece tal cual el 695 Tributo Ferrari empezando por el volante deportivo con guía central, siguiendo por el pedalier metalizado y terminando por los vistosos baquets. Hay dos detalles que destacan por encima del resto: faltan apliques en fibra de carbono y quizá un pomo del cambio un poco más elegante, que no dudo que este tan liso sea práctico pero desentona bastante.

Queda claro que Pogea ha creado lo que podríamos llamar un “pepino rojo” apto para divertirse al máximo en circuito. Bueno, al máximo sería con tracción trasera, diferencial autoblocante y una transmisión con relaciones más cortas. Por pedir que no quede.