En principio, el medio ambiente natural para un coche eléctrico de baterías son los recorridos urbanos y extraurbanos, distancias cortas y medias donde la escasa autonomía de estos vehículos no acabe poniendo de los nervios al conductor más flemático. Sin embargo, una pareja de profesores franceses, Géraldine Gabin y Xavier Chevrin, han conseguido echar por tierra este planteamiento al realizar un viaje de casi 14.000 kilómetros entre Shanghai y Paris a bordo de una Citroën Berlingo Electrique “powered by Venturi”.
La ruta discurrió durante 55 días con etapas diarias de entre 300 y 400 kilómetros. Partieron, sin coche de apoyo, el pasado 3 de mayo desde la Exposición Universal de Shanghai, siguiendo las huellas del famoso “Crucero amarillo”, la primera travesía de Asia llevada a cabo con vehículos Citroen en los años 1931-1932, a lo largo de la histórica Ruta de la Seda. El pasado martes 13 de julio, al caer la tarde, la aventura llegaba a su fin en la Place Vendôme de Paris. El único contratiempo digno de reseñar durante todo el viaje fue un pinchazo trivial.
En el trayecto atravesaron China, Kazajstán, Rusia, Ucrania, Polonia, la República Checa, Alemania y Francia, completando el viaje mas largo que se haya realizado jamás en un coche eléctrico casi de serie. Durante el camino, Gabin y Chevrin tuvieron que vérselas con tormentas de arena en el Desierto de Gobi, ascender por encima de los 3.000 metros en las montañas de Tian Shan y soportar las agrestes pistas de Kazajstán y la estepa rusa.
El vehiculo utilizado fue una Citroen Berlingo convencional convertida en eléctrica por la compañía Venturi siguiendo las especificaciones del modelo con el que ganaron un concurso para fabricar una serie de 1.000 unidades destinadas al servicio postal francés. La única diferencia respecto al vehiculo de reparto de correos fue la instalación de 3 packs de baterías en vez de uno; el principal bajo el capo y los otros dos en la parte trasera. Una capacidad total de 70 kWh con el fin de aumentar la autonomía desde los 120 kilómetros del coche de serie hasta los 360.
Cada pack de baterías pesaba 201 kg, con una capacidad de 76 Ah y 23.5 kWh, un tiempo de recarga de 5 horas para alcanzar el 80% y una vida estimada de 1.000 ciclos de recarga. El coche utilizo un motor eléctrico de 21 Kw, con posibilidad de una potencia máxima de 42 Kw, un par máximo de 173 Nm. Su velocidad punta es de unos 100 Km/h.
El empleo de tres packs de baterías garantizaba una autonomía teórica de 360 kilómetros, aunque en una de las etapas por el Desierto de Gobi pudieron recorrer nada menos que 430 Km y llegar al final del trayecto con el indicador marcando una carga restante del 15%.
El otro detalle a tener en cuenta es que el vehiculo emplea un enchufe para tomas de corriente de 380 voltios, única manera de garantizar la recarga completa de las baterías durante las detenciones nocturnas. Y aunque parezca mentira, a los aventureros eléctricos franceses les resulto mucho más fácil encontrar tomas de corriente adecuadas en las estepas de Asia Central que en las ciudades de Europa Occidental. Muchas veces, lo más difícil era hacerse entender en tierras tan lejanas acerca de las necesidades energéticas de su auto para poder seguir su camino.
Toda la aventura ha quedado registrada en un blog específico. La versión francesa (http://lacroisiereverte-shanghaitoparis.blogspot.com/) es más extensa, pero para los que no tenemos ni idea de la lengua de Cyrano de Bergerac nos puede servir para hacernos una idea del viaje y poder leer las impresiones de la pareja se puede visitar la versión reducida en ingles http://www.shanghai-to-paris-en.blogspot.com/.
Vía: Shangai to Paris
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