RDX RaceDesign impone su peculiar estilo al Seat Ibiza

Del último Seat Ibiza no hemos visto lo que se dice un aluvión de preparaciones hechas por casas oficiales. Puede que la deportividad manifestada por el Cupra o el Bocanegra sean suficientes para la mayoría. Para ese porcentaje de los que quieren algo más está el body-kit que ha creado RDX RaceDesign.

Su peculiar gusto, cercano al de otros más habituales como JE Design, es reconocible. El asunto empieza “suave” a partir con las pestañitas para las luces y el spoiler delantero, desde mi punto de vista lo justo para destacar un poco más, y continúa por el perfil a través de un taloneras con rejilla. De ellas no dice nada RaceDesign pero es imposible no echarle un ojo a las llantas, cuyo aspecto mezcla estilo retro y acabado cromado a partes iguales.

Para la zaga proponen un difusor enrejado con separador intermedio y un expulsor de gases de escape metalizado. Ni que decir tiene que el alerón sobredimensionado no pasa desapercibido en absoluto.Tanto el parachoques frontal como el difusor trasero están pensados para todos los Ibiza e Ibiza Sportcoupé pero no para los FR, Cupra y, consecuentemente, los Bocanegra.

Cada una de las piezas de la carrocería, fabricadas utilizando el termoplástico PU/ABS, cuenta con la certificación de calidad y seguridad del TÜV, que no quiere decir que sean perfectas pero sí que cumplen con un mínimo. Sumando todas estas partes, a excepción de las ruedas que van por otro lado, redefinir al Ibiza así cuesta 671 euros. Para gustos colores pero me da la impresión de que no contará con demasiados adeptos.