Durante los últimos dos días, hemos comenzado la prueba del Volkswagen Passat (primera y segunda parte). Ahora finalizaremos con la presentación de los motores y viendo qué tal se comporta en carretera.
Puede equipar diez motores distintos, pero los que más van a dar qué hablar son dos. Por un lado, el más económico: el 1.6 TDI de 105 CV, que sólo consume 4.2 litros/100km y emite 109 gr/km de dióxido de carbono. Por otro, el 2.0 TDI de 140 CV, que se espera sea el más vendido. El tercer motor diesel que se ofrece en la gama es el 2.0 TDI de 170 CV, con potencia suficiente y consumos reducidos que hacen que sea una opción muy interesante.
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Aparte de estos tres diesel, también se van a comercializar varios de gasolina: un 1.4 TSI de 122 CV, 1.8 TSI de 160 CV, 2.0 TSI de 211 CV y el 3.6 V6 FSI de 300 CV. Todos los motores, excepto el 1.6 TDI pueden equipar cambio manual o DSG de doble embrague de seis o siete velocidades.
Además, se ofrece una versión con motor 1.4 de 150 CV Eco-Fuel con gas natural y otra 1.4 TSI de 160 CV que emplea una mezcla de gasolina y etanol (85%). Aparte de nuevas motorizaciones que puedan ser introducidas con el tiempo, en 2013 los responsables de Volkswagen esperan comercializar una versión híbrida.
La reducción de consumos de un 18% se ha llevado a cabo gracias al downsizing y a la aplicación de nuevas tecnologías como el sistema Start-Stop, el sistema de regeneración de energía o el empleo de neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
Lo cierto es que en términos de conducción es muy similar a la anterior generación del Passat. Esto es debido a que monta la misma plataforma, igual suspensión y hereda diferentes elementos mecánicos.
El confort de marcha es elevado y la suspensión de serie digiere de buena forma el asfalto en mal estado. Por ser una berlina familiar, sinceramente, no le encuentro mucha utilidad a quien opte por la suspensión deportiva o a la de dureza variable DCC. La de serie está bien compensada, no hay grandes balanceos y opino que no tiene lógica buscar prestaciones deportivas de un vehículo que no ha sido pensado para ello.
Este es el motivo por el que no nos extraña que las aptitudes deportivas en conducción por carreteras de montaña sean muy limitadas. No es un coche que incite a “pilotar”, ni que cuando termines de conducirlo te bajes de él con una sonrisa en la cara. Es más bien un coche para hacer largos viajes con la familia.
En este sentido, me hizo gracia la frase de un colega cuando aseguró que el “Passat era más aburrido que su primera mujer”. Bromas aparte, lo que un cliente espera de este coche es confort y aislamiento acústico; entendemos que nadie que busque un vehículo con reacciones deportivas compra un Passat.
En líneas generales, es un vehículo cuya conducción resulta suave y tranquila. La dirección filtra mucha información y transmite muy poco, pero para el cliente del Passat esto es lo más adecuado y no es necesaria una dirección muy comunicativa.
Durante los test en Barcelona pudimos probar dos motorizaciones diferentes. En primer lugar optamos por el 1.6 TDI de 105 CV en versión Variant y cambio manual, un motor cuyo mayor beneficio son los reducidos consumos pero que nos pareció que ofrecía una potencia insuficiente para un vehículo que marca en báscula 1.543 kg.
Esta falta de potencia se echaba en falta cuando se buscaba hacer un adelantamiento rápido en carretera secundaria, o cuando había que incorporarse con “alegría” a la autopista porque el tráfico así lo requería. Aparte de esto, es una opción adecuada para quien tenga que hacer trayectos por ciudad o largos viajes en autovía a velocidad constante.
En segundo lugar, le echamos el guante a la versión de motor diesel más potente, el 2.0 TDI de 170 CV con cambio DSG y tracción total 4Motion. Este coche, era el extremo opuesto, ya que sus 170 CV son más que suficientes para el target de cliente que adquiere un Passat. Con esta versión, esa falta de potencia que buscábamos en la anterior motorización había desaparecido a favor de un motor con reacciones rápidas y nobles, y un consumo sorprendentemente reducido de sólo 5.6 litros/100km.
Visto esto, resulta lógico que la versión se prevé sea la más vendida es la intermedia entre las dos últimas, es decir el 2.0 TDI de 140 CV. Esta versión es un término medio entre el de 105 CV y el de 170, con una potencia adecuada para cualquier tipo de vía y un consumo también muy bajo para ciudad (4.6 litros en ciclo mixto para la versión manual, sólo 0.4 litros más que la versión de 105 CV).
Los precios están comprendidos entre los 24.720 € para el 1.4 TSI de 122 CV Edition y los 44.620 € del 3.6 V6 FSI 300 CV con cambio DSG y tracción total. El 2.0 TDI de 140 CV parte de 27.640 € con el acabado más básico (todos los precios aquí).
Puesto que el Passat no está considerado un vehículo 100% Premium, los rivales por antonomasia son el Peugeot 508, el Ford Mondeo, el Citroën C5 o el Renault Laguna – entre otros -. Puestos a elegir, todas las opciones son muy interesantes y se han presentado recientemente exceptuando el Renault Laguna que sufrió un restyling hace menos de un mes.
En definitiva, el nuevo Passat ha sufrido un salto tecnológico bastante sustancial y ofrece muchas más asistencias al conductor e innovaciones tecnológicas que sus competidores directos. La fiabilidad de sus motores está considerada de lo mejorcito del mercado, aunque las marcas de la competencia van a ponerle el listón muy alto a Volkswagen.
Volkswagen Passat, presentación y prueba en Barcelona
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