Audi comienza a tener un pequeño problema con su A1, y no es otro que las previsiones de ventas no se están cumpliendo como desearía la marca. No podemos restarle méritos al Audi A1, tratándose de uno de los utilitarios premium de última hornada mejor realizados, con motores y equipamiento a la altura de segmentos superiores y un diseño peculiar pero característico y muy Audi.
El problema viene cuando se hacen unas previsiones de modelo superventas para un coche del segmento B (por muchas aspiraciones y calidad que tenga) con un precio casi estratosférico. Las versiones base son caras, aunque muy cercanas a los precios en los que se mueve un Mini: el problema es que su escaso equipamiento de serie hace que la lista de opciones sea casi un paso obligado, con lo que la tarifa final aumenta exponencialmente, pudiéndose situar con facilidad a precios de Audi A3 o hasta muy cercanos a todo un Audi A4 si somos demasiado optimistas con el configurador.
En estos casos, aunque muchos potenciales compradores pudiesen estar interesados en el Audi A1, deciden irse finalmente a un A3 (sin salirse de la marca) o a otros utilitarios con mejores precios y calidades no demasiado inferiores (por ejemplo, sin salir del Grupo Volkswagen, el Polo), a costa de perder ese factor premium y cierta exclusividad. Y eso sin tener en cuenta los rivales naturales contra los que verdaderamente compite, como el citado Mini.
Aunque inicialmente el target de compradores del Audi A1 estaba puesto en los conductores (y conductoras) más jóvenes, las ventas dicen que los nuevos conductores del A1 son de edad avanzada y alto poder adquisitivo, rondando o superando los 55 años. Según Automotive News, la propia Audi afirma que el A1 está siendo un éxito, y que a finales de año llevarán más de 30.000 pedidos en este 2010 (recordemos que no estamos hablando de un año completo para el modelo).
La planta de producción de Audi en Bruselas, donde se fabrica el A1, tiene un objetivo de producción de 80.000 unidades para el 2011, que aumentarían a 100.000 unidades en caso de que la demanda así lo aconsejase. Probablemente la futura llegada del A1 Sportback de 5 puertas, que se espera para 2012, dé un importante empujoncito en ventas.
Sin embargo, voces autorizadas dentro de Audi en Holanda afirman que están muy lejos de competir de tú a tú con el Mini (que lleva 42.000 unidades vendidas en Europa en el mismo periodo de comercialización del A1), ni en ventas ni en producto, y que consideran más como verdaderos rivales al Citroën DS3 o al Alfa Romeo MiTo. Desde luego, el lanzamiento del A1 tenía en mente batir al Mini, aunque por producto son dos vehículos con orientación bastante diferente. Por otra parte, concesionarios alemanes, en un afán por aumentar las ventas, están comenzando a realizar interesantes descuentos y ofertas, entre los que se incluye financiación a bajos intereses.
La introducción en el mercado de un modelo en un segmento desconocido para una marca como Audi siempre trae dificultades aparejadas en su inicio, y quizás las ventas terminen por despegar y el A1 sea finalmente un verdadero éxito. Todavía es pronto para decirlo, y será el mercado y los compradores los que dictaminarán veredicto de si es demasiado caro o no. Con precios que parten de los 15.770 euros en España para la versión más básica, equipamientos de serie no demasiado generosos y duros rivales en el segmento (incluso dentro de su propio grupo automovilístico) por precio, diseño, calidad o algo tan intangible como valor de marca, el camino no será fácil.
Vía: Automotive News | autoblog.it
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