Siempre controvertido, Mansory vuelve a atacar el mundo del tuning con preparaciones que jamás pasan desapercibidas. La última tiene como protagonista al nuevo Porsche Cayenne, concretamente en su versión doblemente turboalimentada. De serie, el Cayenne Turbo ya tiene 500 CV de potencia, pero el equipo de Mansory ha equipado su motor 4.8 V8 DFI con dos turbocompresores de mayor tamaño y resistencia, además de una nueva línea de escape y una reprogramación de la ECU.
El resultado son 690 CV de potencia y un brutal par máximo de 800 Nm a sólo 4.800 rpm. Con semejante caballería, el super-SUV es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4.4 segundos mientras que su velocidad punta se cifra en 300 km/h, 22 km/h adicionales sobre el Cayenne Turbo de producción. Curiosamente, son las únicas modificaciones prestacionales, nada se menciona sobre equipo de frenado o amortiguación. Quizá sea porque como más cabezas girará este Cayenne será con su estética.
He de reconocer que no se les ha ido tanto la mano en esta preparación – todos recordamos cierto Rolls-Royce – e incluso para sobria, teniendo en cuenta a lo que nos tienen acostumbrados estos suizos. Un nuevo kit de carrocería aumenta la longitud del vehículo en 140 mm, con detalles muy agresivos como el rediseño completo del frontal o las nuevas luces diurnas LED. Y no nos olvidamos de un enorme spoiler trasero o un disfusor funcional con un aspecto agresivo.
Hay muchos detalles en fibra de carbono, labios para el paragolpes delantero, molduras, faldones… todos diseñados con la aerodinámica y la ligereza en mente. El capó entero es de fibra de carbono. Las llantas son de aleación ultraligera y se muestran en dos modelos para este Cayenne. Las llantas de las imágenes son de 22 pulgadas y van calzando neumáticos 295/30 R22. También se ofrecen en 21 y 23 pulgadas, y todas ellas reducen las masas suspendidas, que acaban afectando a la dinámica.
En cuanto a habitáculo, de nuevo Mansory está comedida, muy posiblemente por haberse ceñido exclusivamente a los tonos de color oscuro. El tapizado de cuero para asientos y puertas me parece un auténtico capricho, y las inserciones de fibra de carbono en volante, salpicadero y consola central no quedan nada mal. Por supuesto, es un programa de personalización total, que alcanza incluso a las alfombrillas, que imitando al volante, adoptan los logotipos de Mansory, con su heráldica helvética.
Vía: Serious Wheels
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