Del Citroën DS4 ya hemos hablado largo y tendido durante los últimos meses, tanto que a más de uno les puede parecer repetitivo. De hecho, fue desvelado a finales de agosto del año pasado, y posteriormente le echamos un vistazo en directo en el Salón de París. De eso hace cerca de medio año, todo un mundo en este segmento, pero aún ni siquiera se ha iniciado su comercialización.
Por eso, como aún no hemos visto ninguna unidad física, volvemos a fijarnos en este compacto francés con aires premium, en esta ocasión desde el Salón de Ginebra. Por primera vez hemos podido echar un vistazo detallado al interior, y no ha defraudado. Hay quien critica que el Citroën DS4 no es más que un C4 tuneado, pero hay detalles que dejan entrever sus aspiraciones. La bonita iluminación del tablero de instrumentación, los pedales de aluminio o el volante con el dominio DS dan un aire bastante más exclusivo a este DS4.
También resultala llamativa la combinación de colores utilizada en esta unidad de muestra. Las diferentes partes en color rojo combinan de forma óptima con el negro del resto del habitáculo, en una conjunción que resulta bastante deportiva. Todo el conjunto se redondea con la aparente calidad de los materiales, tanto el cuero que recubre asientos, pomo de cambio y paneles de las puertas, como los plásticos que conforman el resto del habitáculo.
Ahora nos vamos hacia el exterior, que pudimos apreciarlo con dos colores diferentes para comprobar su aspecto en diferentes sabores. No podía faltar el color blanco, el tono de moda para las presentaciones, que también pudimos ver en París. A pesar de que es llamativo, era la otra unidad la que más me atraía la atención, debido a ese color oscuro difícil de definir y a las preciosas llantas de gran diámetro. Una vez más, hay que elogiar la forma tan discreta con la que han integrado las puertas traseras, de lejos puede dar el pego como coche de tres puertas.
En resumen, seguimos pensando que el Citroën DS4 puede ser una buena alternativa a los modelos premium de más enjundia del mercado, como el veterano Audi A3 o el BMW Serie 1. Con una nutrida gama de motores y una lista de equipamiento bastante extensa, no debería envidiar nada a sus rivales aunque, como siempre, será el mercado el que dicte sentencia.
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