El Audi A4 es uno de los vehículos premium más vendidos en España. Junto al BMW Serie 3 y el Mercedes Clase C forma un triunvirato de lujo y calidad que arrasa en las listas de ventas. Aún no habíamos probado un vehículo tan demandado, y a la hora de hacerlo hemos probado una unidad familiar equipada con un motor 2.7 V6 TDI y una caja de cambios CVT denominada Multitronic. Posiblemente una combinación no muy vendida, pero ideal para hacernos una idea de las capacidades de este familiar alemán.
El Audi A4 Avant fue introducido en el mercado en 2008, y desde entonces no ha sufrido cambios estéticos, aunque se han ido sumando interesantes opciones mecánicas y elementos de equipamiento. De manera sorprendente, sus dimensiones son idénticas a su versión berlina, cuando normalmente los familiares suelen ser más grandes. Es la carrocería Avant más pequeña que Audi ofrece, por debajo del Audi A6 Avant y los Audi A3 Sportback, que son más compactos que familiares al uso.
El Audi A4 Avant ya va por su cuarta generación como A4, aunque las carrocerías familiares no son nada nuevo en Audi. Es más, es uno de los fabricantes que junto a Volvo pueden adjudicarse el honor de popularizar su practicidad en Europa, ofreciéndolas al mercado desde hace décadas. Con respecto a una berlina gana en comodidad de uso y capacidad de carga, al mismo tiempo manteniendo la estética elegante y sobria, e incluso según muchos, mejorando su equilibrio estético.
Al contrario que los Volkswagen Passat, el Audi A4 emplea una plataforma de motor longitudinal, una plataforma modular Audi que en este familiar permite la equipación de una verdadera tracción total con diferencial Torsen – nada que ver con los sistemas de tracción total no permanente basados en Haldex – y potencias de hasta 333 CV en el Audi S4 Avant. Continúa con nosotros para saber cómo va este familiar turbodiésel de 190 CV y caja de cambios de variador continuo.
Elegante y sin estridencias
Cuando recogí la unidad de prensa en Madrid lo primero que llamaron mi atención fueron las llantas de 18 pulgadas, opcionales. Fuera de este detalle, lo cierto es que es un coche que no llama la atención en exceso. Quizá destaque por un aspecto cuidado y elegante, pero desde luego no por arriesgar en el plano estético. Está claro que el potencial cliente de un Audi A4 busca un coche sobrio y discreto, que cumpla su función. La distinción (lo queramos o no), la imponen los cuatro aros de la calandra.
El frontal del Audi A4 está dominado por la clásica calandra con borde cromada, rodeada por las ópticas, muy tecnológicas. Fue uno de los primeros Audi en equipar la clásica tira de LEDs diurnos, cual pestañas bajo los faros bixenón. Un capó largo y voladizos relativamente cortos dominan la vista lateral, que se caracteriza por ser muy limpia, de líneas sencillas y armónicas. En esta vista sólo es destacable la línea de expresión que recorre la parte baja de la carrocería y las barras cromadas del techo.
La parte trasera está muy lograda para ser un familiar, no da impresión de “mazacote” y no tiene el aspecto cuadriculado de otros familiares modernos. La caída del cristal es relativamente marcada. Las ópticas traseras son LED y en la parte baja del paragolpes asoma un tubo de escape a cada lado. La inscripción “TDI” no nos dice qué motor lleva nuestro coche, pero los más observadores sabrán distinguir a este coche como un seis cilindros. Pasemos a conocer su habitáculo.
Calidad y ajustes de primer nivel
La palabra premium en el mundo del automóvil es muy difusa, pero cobra sentido al subirse a un coche de la categoría del Audi A4 Avant, o en sus rivales. Para empezar me acomodo en el asiento, que es deportivo y está forrado en una deliciosa combinación cuero-Alcantara. Tiene ajuste eléctrico, regulación lumbar, un mullido firme y además un apoyo extensible para los muslos. Sus medidas por tanto pasan a ser adecuadas para muchas más personas. Una vez cómodo, aprecio que voy muy cerca del suelo.
¿Qué tal voy de espacio? La regulación del asiento permite sentarse con comodidad a personas muy altas, y por tanto mi cabeza va a más de un palmo del techo y mi asiento ni siquiera está en la posición más baja. Mi pie izquierdo va sobre un reposapies con protección para la moqueta y mis rodillas disfrutan de espacio más que suficiente, aunque, como me ocurre en la mayor parte de coches, mi pierna va apoyada sobre la consola central. Eso sí, de manera no molesta y sin limitar mi movilidad.
La posición de conducción es baja, y regulo de manera correcta mi postura con un volante regulable en altura y profundidad. Ante mí está un salpicadero muy ordenado e indudablemente lujoso. Las calidades del Audi A4 Avant están a un nivel superior al de competidores como el BMW Serie 3. Los ajustes entre todas las piezas son perfectos y todos los materiales tienen un tacto excelente, ya sean los plásticos blandos de la parte superior del salpicadero o el forro en Alcantara de las puertas.
Especial mención para la botonería, en muchas ocasiones con botones metálicos muy agradables al tacto y las preciosas inserciones en aluminio de las puertas y los paneles frontales. Son detalles como ese aluminio, los tiradores, el hueco para la llave de contacto o los vanos de las puertas los que confieren a coches así un auténtico carácter premium. Me ha gustado mucho el forro de cuero perforado del volante, pero si tengo que elegir me quedo con los asientos, verdaderos butacones de lujo.
La instrumentación del Audi A4 es muy ordenada y da sensación de calidad. Dos relojes para velocidad y rpm, además de indicador de combustible y temperatura del agua, con un completo ordenador de a bordo en color entre los grandes relojes. La consola central está dominada por la gran pantalla del sistema de infoentretenimiento, una TFT de 7 pulgadas asociada al sistema de navegación MMI Navegación Plus de nuestra unidad. Su visibilidad es buena incluso si le da de lleno el sol.
Bajo los aireadores frontales hay algunos controles de audio y una tapa que esconde dos huecos para tarjetas SD, por ejemplo para cargarlas de música. Es un detalle mejorable, la integración no es del todo satisfactoria a mi gusto. El Audi Drive Select se encuentra a su lado, con el que variaremos algunos parámetros que afectan al comportamiento del coche. Os hablaremos del Drive Select en la segunda parte. La climatización bizona se encuentra algo baja en la consola.
Definitivamente, la zona más cargada de botones es la que rodea a la palanca de cambios. Pero realmente es muy intuitiva. Dejando a un lado el freno de estacionamiento eléctrico tenemos botones para cada uno de los modos de infotainment y la ruleta del MMI, que sirve para moverse entre los menús principales de manera muy intuitiva. Dos portavasos, un hueco alargado y un pequeño espacio bajo el reposabrazos completan la practicidad central-delantera. El reposabrazos es regulable en extensión y altura.
Las puertas tienen espacio para una botella de agua grande. La guantera es grande, está tapizada, iluminada y climatizada. Es un coche en el que tenemos una gran sensación de espacio gracias al techo solar panorámico de nuestra unidad, que aporta mucha luminosidad. Su cortinilla es eléctrica y es prácticable.
Plazas traseras
Una de las principales diferencias con el Audi A4 berlina es que hay tres centímetros más de espacio para la cabeza de los pasajeros traseros. Son plazas relativamente anchas, pero mejor para dos personas por lo vouminoso del túnel central y el aireador trasero. Entre ambos asientos hay un reposabrazos en el que hay hueco para bebidas y una tapa bajo la que nos encontraremos el botiquín. No hay comunicación entre las plazas traseras y el maletero a través de los asientos.
El espacio para las rodillas en las plazas traseras es correcto, pero sin mucha holgura, con el asiento delantero regulado para mi altura (1,83 metros), hay poco espacio entre mis rodillas y la parte trasera del asiento delantero. Parte trasera que dicho sea de paso es de plástico y por tanto no permite presionar el tejido: o entramos o no entramos. El techo solar de nuevo ayuda a la sensación de espacio, y las ventanillas tienen un tamaño correcto para la vista hacia el exterior.
490 litros y compartimentos en el maletero
El maletero del Audi A4 Avant es una caja de sorpresas. La boca de carga es baja – protegida por un borde de metal de fácil rayado – y no hay salto entre la misma y el hueco de carga. Hueco perfectamente regular de 490 litros y agradable tapizado. En los laterales hay tomas de corriente y algún gancho, pero lo más llamativo son los carriles que permiten la compartimentación del espacio con una barrera metálica y otra barrera flexible deslizándose sobre los mismos.
Como podéis ver en la imagen, he comprimido la bolsa de mi cámara entre ambas para que no se mueva. Permiten mucho juego y se pueden extraer si es necesario. Abatiendo los asientos traseros en configuración 60/40 se logran 1.430 litros de capacidad y una superficie casi plana. Entre los asientos traseros y el techo hay una redecilla que evita que algún objeto llegue al habitáculo. La lona cubremaletero tiene tres posiciones: retraída, extendida y extendida hasta el borde superior del portón.
Con estas tres configuraciones incluso conseguiremos evitar miradas con carga alta y que se pasen objetos al habitáculo. Bajo el piso del maletero está la rueda de repuesto, que es de tipo galleta. Un detalle que conviene conocer es que el propio portón integra los triángulos de emergencia y tiene tanto cierre como apertura eléctricos. Cuidado con la apertura en garajes o con techos bajos, pues sube mucho y podríamos dejarnos la pintura contra el techo si no somos cuidadosos.
En Diariomotor: Audi A4 y A4 Avant, nuevas opciones mecánicas | Audi A4 Avant 2008