En los últimos meses, la experiencia del terremoto de Japón nos enseñó de qué forma puede afectar una catastrofe natural a la capacidad industrial de una marca de automóviles. En este caso la magnitud del suceso no es tan grave. Aún así no deja de llamar la atención que una aparentemente inofensiva tormenta de granizo haya damnificado más de 3.500 vehículos Ford recién salidos del horno y vaya a provocar retrasos de hasta cuatro semanas en las entregas.
Durante las tormentas que ha afectado los últimos días al Este de Bélgica una intensa granizada sorprendió a todos en la localidad de Genk, el lugar escogido por Ford en 1964 para establecer una de sus factorías más importantes. Actualmente se encarga de la producción de los modelos Ford Galaxy, Ford Mondeo y Ford S-Max, los mismos modelos que tras salir de la línea de producción se encontraban en las campas al aire libre que circundan la fábrica y que sufrieron daños que tendrán que ser reparados, obviamente, antes de iniciar las entregas.
Los daños sufridos afectan principalmente al acabado de pintura y a la propia carrocería, que debido al impacto de granizos de hasta cuatro centímetros de diámetro muestra arañazos y pequeñas abolladuras. En principio la labor de reparación es sencilla y no debería llevar demasiado tiempo, para ello Ford ya ha dispuesto un grupo de empleados que tratarán de resolver esta incidencia en unas cuatro semanas. En otros casos la reparación será incluso más complicada, ya que los granizos podrían haber destrozado faros o incluso lunas.
No sabemos de qué forma afectará a las entregas de vehículos Ford en España. Recordemos que el Ford Galaxy se fabrica en exclusiva en Genk, así como el Ford S-Max que también se fabrica en China para Asia y el Ford Mondeo cuya producción también se reparte en Rusia, China, Taiwan y Tailandia.
Fuente: Autobild.es | Nieuwsblad.be
En Diariomotor: El terremoto de Japón y su impacto en la industria automovilística
