Ayer por la noche regresaba a España tras acudir a la presentación del nuevo Kia Rio en Estoril (Portugal). Además de disfrutar de los increíbles paisajes de la zona y sus agradables temperaturas he podido tener un primer contacto con la cuarta generación del Kia Rio, que ya se presenta como una alternativa muy seria a sus rivales europeos en el segmento B. Estamos hablando de un coche que puede hacer mucho daño a instituciones como el Peugeot 207, el Renault Clio o nuestro Seat Ibiza.
El nuevo Kia Rio llega en un momento muy dulce para el grupo Hyundai-Kia, cuyos objetivos para 2012 pasan por incrementar sus ventas europeas en un 25%. Un objetivo ambicioso que está apoyado por la consolidación de Hyundai-Kia como cuarto fabricante mundial de automóviles con 5,4 millones de unidades vendidas en 2010. Hablando exclusivamente de Kia, ha superado los dos millones de unidades vendidas en 2010 – globalmente hablando – y ha incrementado sus ventas en un 114% con respecto a hace seis años.
En Europa se encuentran a las puertas de las 300.000 unidades anuales, con una cuota de mercado que alcanza el 2,5% del total. Prueba de su buen hacer es que sus ventas han crecido en España un 1,8% en cómputo interanual, en un mercado que ha caído un 23,2% en el mismo periodo. En los próximos meses habrá cuatro lanzamientos de Kia en Europa, siendo uno de los más importantes el del Kia Rio que estamos tratando. Es un competidor que entra con fuerza en el duro segmento B.
Actualmente, el segmento B representa el 27% del mercado español, moviendo unas 200.000 unidades al año. Es un segmento que tiende a crecer en cuota de mercado, aunque actualmente mueve un volumen inferior al de años de bonanza económica. No obstante, se espera que mueva 270.000 unidades en 2014. Es un segmento competido y duro, orientado al precio, en el que actualmente se disputan el pastel en torno a 45 coches. En 1999, sólo 27 coches se disputaban un mercado que es posible fuese superior al actual en volumen.
Desde 2005 se han vendido 18.000 unidades de Kia Rio en España, con un total mundial de más de 800.000. El Kia Rio no siempre ha sido un utilitario al uso, sus primeras generaciones eran coches abiertamente low-cost, con un tamaño superior en algunas versiones, pequeños familiares y sedanes que gozaban de gran popularidad especialmente en mercados emergentes y EEUU. El nuevo Kia Rio se redefine con un halo de calidad, y se pondrá a la venta con carrocerías de tres y cinco puertas.
De nuevo, es un producto global, con una ingeniería desarrollada a caballo entre Rüsselheim y Namyang (Corea del Sur) y un diseño guiado por la batuta de Peter Schreyer, con la ayuda de los estudios de diseño de Irvine (EEUU) y Frankfurt. Antes de ponerse a la venta, ya ha obtenido un premio por parte del Consejo Alemán de Diseño en el primer Concurso de Marcas de Automoción. Junto al Kia Venga y el Kia Soul, el nuevo Rio cierra la variada oferta de Kia en el segmento B.
La apuesta de Kia para el Rio se centra en cinco puntos clave que exploraremos a lo largo de este y el siguiente artículo: un diseño cuidado, el confort interior, un cuidado por el medio ambiente con certificado TÜV Nord y los siete años de garantía que ofrece la marca. Personalmente creo que este último aspecto es muy diferenciador con respecto a cualquier otro competidor. Veamos qué nos ofrece el aspecto exterior y el habitáculo del nuevo Kia Rio. Acompañadnos.
Presencia sólida y deportiva
Los trazos de Peter Schreyer no nos han defraudado. Junto al Kia Rio tenemos la sensación de estar ante un pequeño Sportage, y es muy reconocible como un Kia gracias a la estudiada imagen de marca del fabricante coreano. Como concepto, los diseñadores han intentado adaptar un concepto coupé a una carrocería hatchback de tres y cinco puertas. La vista frontal me ha parecido una de las más llamativas, con su propia versión de la característica calandra “nariz de tigre” de Kia.
Las tomas de aire del paragolpes son agresivas y los faros tienen una mirada incisiva subrayada por dos filas de LEDs diurnos. En el perfil lateral se destaca la elevación de la línea de cintura, un recurso estilístico muy adecuado para imprimir al coche un aspecto más afilado y deportivo. Las bonitas llantas plateadas de 17 pulgadas que aparecen en algunas imágenes son impactantes en vivo, y en España podrán encargarse en el concesionario como extra de aftermarket.
La batalla de 2.570 mm ayuda a dar la imagen de un coche más plantado, con voladizos de tamaño contenido. En la parte trasera hemos de destacar el spoiler del techo y las ópticas traseras, alargadas y con tecnología LED, según la versión del coche. Es quizá la parte del coche menos personal, pero no por ello menos convincente. En conjunto, un caramelo visual que aporta un soplo de aire fresco, una cara nueva en un segmento en el que innovar puede salir tremendamente rentable, o tremendamente caro.
Amplitud y muy alta calidad interior
Me subo al asiento del conductor y observo la disposición de los mandos. El salpicadero corrido tiene una consola central de tamaño compacto, con una instrumentación muy similar a la que ya hemos analizado en el Sportage: un gran velocímetro central de excelente lectura flanqueado por un cuentavueltas y los correspondientes relojes para combustible y temperatura del agua. El volante es similar al de otros modelos Kia, forrado en un cuero de tacto agradable y con un diámetro medio.
Lo que más me ha sorprendido es la muy alta calidad de los materiales empleados en la construcción del habitáculo. El salpicadero está compuesto de una parte superior de plástico acolchado con una parte inferior rematada en plástico duro. La calidad de ajustes es también muy alta, y el gran trabajo se puede apreciar en la consola central, y la integración con el climatizador. Las puertas son de plástico duro casi al completo, con un tacto gomoso realmente logrado en la zona de los tiradores.
No está exento de pequeños detalles mejorables, como algún reborde algo más aspero en la zona de la caja de cambios, pero ya hablamos de ser quisquilloso por ser quisquilloso. Aunque seré duramente juzgado por ello, puedo afirmar y afirmo que sólo el Volkswagen Polo y Audi A1 tienen una calidad aparente mejor, y hablamos de lo mejorcito del Grupo VAG, con precios acordes. De nuevo, resalto detalles como el climatizador, con un diseño afilado muy novedoso y grandes botones para un manejo intuitivo.
La consola central está presidida por la pantalla táctil del sistema de infoentretenimiento, que adquiere todo el protagonismo. A su lado derecho hay un hueco portaobjetos cuya utilidad es más bien limitada. A nivel de espacio, los asientos no son demasiado amplios, pero para una persona de 1,83 metros y complexión fuerte son más que suficiente. Me han parecido cómodos y de regulación sencilla. El espacio para las rodillas es suficiente gracias a la forma de la consola central y me queda casi un palmo entre la cabeza y el techo.
No obstante, hay que comentar que este equipo de infoentretenimiento con pantalla de seis pulgadas no se ofrecerá de fábrica en España, los responsables de la marca nos comentan que sólo se vendería un 2% de unidades con esa equipación. Aún así, en concesionario se podría montar de aftermarket. Lo mismo ocurre con los asientos de cuero-tela que tenían algunas de las unidades disponibles para prueba: no llegarán a España por considerarse que realmente pocos compradores los querrían.
El aumento de la batalla de 70 mm y el adelanto del parabrisas en 128 mm hacen que el espacio disponible sea realmente amplio. La practicidad no se descuida, con huecos adaptados para botellas en las puertas – de hasta 1,5 litros en las puertas delanteros y 0,5 litros en las puertas traseras -, un hueco bajo el reposabrazos central y capacidad para dos bebidas bajo la consola central, mismo hueco donde hay una toma de corriente y las entradas auxiliares del equipo de sonido. La guantera tiene 15 litros de capacidad.
Las plazas traseras son muy amplias para un coche del segmento B, y aseguran que los viajes largos no serán una tortura. Con el asiento delantero regulado para mi altura, no toco con mis rodillas en la parte trasera del asiento y aún me queda espacio al techo. El espacio para las rodillas aumenta en 34 mm con respecto a la anterior generación. Son cómodas para dos personas, pero tres personas van a ir apretadas e incómodas. Por la forma de la banqueta trasera, nuestros eventuales pasajeros van a ir reclinados, más de lo habitual.
Por último, el maletero cuenta con 288 litros de capacidad y tiene un espacio de carga muy regular. Abatiendo los asientos – configuración 60/40 – traseros se lograrían 923 litros de capacidad. Es una capacidad elevada para el segmento, aunque no la mejor. Con este pequeño adelanto queremos evidenciar que el salto cualitativo ha sido espectacular, de los mayores saltos intergeneracionales que recuerdo. Desde Diariomotor certificamos que el Kia Rio puede luchar de tú a tú con lo mejor del segmento B.
Mañana os hablaremos de la gama de motorizaciones y el equipamiento. He podido catar brevemente todos los propulsores con los que se pondrá a la venta en España, por lo que podremos emitir un juicio bastante interesante. No os vayáis muy lejos.
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