El nuevo Kia Picanto ya está aquí, renovado y mejorado en todos los frentes y ahora incluso con una novedad más que atañe a su seguridad. Se trata de la introducción del control de estabilidad en carretera, más conocido por las siglas ESP, que estará disponible opcionalmente en toda la gama Kia Picanto por tan sólo 450€. Un módico precio si tenemos en cuenta el “seguro de vida” que supone este sistema y la de sustos que nos podremos ahorrar.
Ahora bien, sorprende que la introducción de un sistema tan básico como este tenga que ser noticia, y más aún cuando sabemos que se ofrecerá opcionalmente y no de serie. Es más, apostaría lo que fuera a que un porcentaje muy bajo de clientes optarán por incorporarlo ESP si este no viene incluido en un paquete de equipamiento concreto o como parte de una promoción. Lo del Kia Picanto es un mero ejemplo ilustrativo, como vimos recientemente no es el único.
¿Quién tiene la culpa de que muchos pequeños utilitarios aún prescindan de ESP?
El fabricante, que no lo incorpora de serie
Parece la solución más sencilla. De hecho por lógica resultaría razonable culpar, sin vacilar ni un momento, a la marca por ser en última instancia los responsables de equipar o no a un vehículo con determinado extra o sistema de seguridad. Nada más lejos de la realidad. El fabricante se limita a equipar su vehículo con aquella tecnología que el cliente conoce fielmente y por lo tanto valorará como importante en su vehículo.
En la industria, y no sólo automovilística, la viabilidad de cualquier producto pasa por que este contenga tecnología comprensible para el cliente. Si un determinado sistema, en este caso el ESP, es considerado innecesario o desconocido por el usuario final, directamente no se incorpora de serie. Así de sencillo.
El cliente, que desconoce su importancia
Pasamos la patata caliente entonces al cliente. Resulta sorprendente que aún muchos ignoren la incorporación del control de estabilidad esgrimiendo la siguiente razón: “si no voy a ir rápido con mi vehículo por que no me gusta correr, no lo necesito“. Aún muchos no se han enterado, por desgracia, de que el ESP no sólo es útil para aquellos que disfrutan de una conducción ágil, que lo es, sino que también es básico en cualquier situación de riesgo como un volantazo, una esquiva, firme resbaladizo…
Es más. En un vehículo como un Kia Picanto, o cualquier otro pequeño utilitario, su actuación es aún más crucial dado que compensaría la falta de estabilidad que supone tener una cierta altura, vías estrechas y una distancia entre ejes bastante corta.
Nosotros, por no inculcar cultura en materia de seguridad vial
¿Acaso la culpa es nuestra por no haber sabido transmitir bien la importancia de un sistema de seguridad como el ESP? Tal vez. Normalmente los medios de comunicación implicados en la industria del automóvil hablamos de potencia, de caballos, de prestaciones, de sensaciones o incluso de estética o arte. Muchas veces obviamos mencionar si este o aquel vehículo incorpora un determinado sistema de seguridad, por ejemplo el ESP, por el mero hecho de que esto ya se ofrece de serie en prácticamente todos los vehículos de nueva matriculación en Europa.
Por cierto. A partir de noviembre el control de estabilidad será obligatorio en todos los vehículos comercializados en la Unión Europea. Así que sin más, a partir de entonces, tendremos que dejar de preocuparnos de si este o aquel vehículo incorporan o no de serie este sistema más conocido por sus siglas anglosajonas ESP.
Fuente: Kia
En Diariomotor: Kia Picanto 2012, así es la versión de tres puertas | ESP, obligatorio en la Unión Europea desde Noviembre de 2011