El compacto de BMW se renueva completamente, siendo esta la ocasión perfecta para hacer una escapada al Circuito de Estoril, muy cerquita de Lisboa en Portugal, y tener la oportunidad de probar el nuevo BMW Serie 1 con la libertad y por supuesto el entretenimiento que supone rodar en un circuito de velocidad.
Nuestra pequeña toma de contacto formaba parte además del evento BMW Eco Race EfficientDynamics una atípica carrera en la que el campeón no es el primero en cruzar la bandera a cuadros sino aquel que consigue la mejor relación entre velocidad media y consumo medio de combustible. Nosotros deberíamos valernos de nuestra experiencia en lo que a conducción eficiente se refiere y de nuestro conocimiento acerca de la tecnología que incorpora el nuevo BMW Serie 1.
¿Seremos tan efectivos y eficientes como rápidos sobre el sinuoso y divertido trazado de Estoril?
Una atípica carrera en la que lo importante no es llegar el primero
La competición se compone de cuatro carreras, cada una a doce vueltas y con un vehículo diferente. Con tal de ofrecernos una visión representativa de la gama BMW Serie 1 se nos ofrecen las mecánicas 116i, 118i, 118d y 120d con las que tendríamos que completar las cuatro mangas.
Para hacerlo más interesante se organizan equipos de cuatro pilotos de periodistas españoles y portugueses con otro fin añadido, iniciar un bonito y amistoso duelo ibérico. En nuestro equipo estuvimos acompañados por nuestros colegas de Highmotor, KM77 y Motorpasión. Organizados los equipos ya sólo quedaba preparar una estrategia y ponerla en práctica sobre la pista.
En una competición eficiente como esta y con cuatro mecánicas tan dispares, diésel y gasolina, de diferentes potencias y consumos, nos planteamos que lo ideal es aprovechar el empuje de los diésel y su bajo consumo para obtener una velocidad media más alta que en el promedio general compense el mayor consumo de los modelos de gasolina.
BMW 120d: el más potente y rápido, el primero
Iniciamos nuestro periplo con un BMW 120d (184 CV) y cambio manual, el más potente de los cuatro vehículos en pista. Nuestros planes se trastocarían ligeramente dado que en un circuito en el que jamás habíamos rodado ninguno de los cuatro hubiéramos deseado empezar con un vehículo más lento y más tarde aprovechar nuestro conocimiento de la pista para rodar más rápido.
La teoría ya la sabemos. Decidimos aprovechar al máximo marchas largas y tratar con suavidad el acelerador. En este punto concretamos que aunque estemos en un circuito lo ideal para lograr un consumo contenido es emplear el modo Eco Pro, que puede seleccionarse con un botón situado junto a la palanca de cambios. Nos ayudará a tratar con suavidad el acelerador dado que alarga el recorrido del pedal y reduce la inmediatez con que reacciona a nuestros pisotones. También se activa automáticamente un modo de ahorro especial que reduce el consumo energético de los elementos electrónicos a bordo. El modo Sport lo dejaremos para otra ocasión…
Al contar con el paquete de mejoras para la eficiencia de Efficient Dynamics sabemos que nuestros BMW Serie 1 cuentan con sistema de recuperación de energía de las frenadas. Otra de las conclusiones a las que llegamos es que debemos minimizar el número de frenadas y en aquellos momentos en que sea necesario frenar hacerlo de forma suave y progresiva para aprovechar al máximo la recuperación de energía de esta suerte de KERS.
Nuestro resultado no fue del todo negativo, sobretodo si tenemos en cuenta que aún éramos “vírgenes” en este circuito. Logramos una media de velocidad de 80,3 km/h y un consumo medio de 8,4 litros/100 kilómetros. El consumo era demasiado elevado, pero coherente dado que nuestra conducción no fue definitivamente demasiado cuidadosa. La velocidad media estaba dentro de nuestras expectativas y no estaba nada mal para no haber rodado nunca en Estoril.
BMW 118d: ganando experiencia sobre el trazado de Estoril
Nos subimos al segundo vehículo del día. Un BMW 118d (143 CV) también manual. Nos congratulamos de no haber sufrido ninguna penalización en la primera manga que perjudicase nuestro registro de velocidad y consumo medio. En este tipo de competiciones se sanciona a aquellos que realizan maniobras peligrosas, que no facilitan un adelantamiento, que exceden los límites de velocidad en el pit lane o que se saltan la chicane. En el caso de Estoril es aún más peligroso dado que la chicane, además de divertida, está construida en subida y con unos pianos bastante altos que nos podrían dar un buen susto si pasamos por encima.
La sanción consistía en un stop&go en boxes durante un determinado tiempo. Dado que no se trataba de una carrera de velocidad el problema no sería cruzar la meta los últimos sino lo dañino que sería para nuestra peculiar competición de eficiencia que nuestra velocidad media cayese irremediablemente y el consumo se elevase. Ni que decir tiene que aunque estos BMW Serie 1 cuenten de fábrica con sistema de parada y arranque, durante la competición el sistema estaba desactivado para facilitar el cumplimiento de las sanciones.
El resultado con el BMW 118d estaba dentro de lo que nos esperábamos. Pese a ser ligeramente más lento que el 120d aumentamos nuestra velocidad media hasta los 81,6 km/h y mantuvimos un consumo de 8,4 litros/100 kilómetros. En definitiva ambos vehículos contaban con el mismo motor diésel de 1.995 cm3, siendo el 118d ligeramente más ahorrador en el ciclo mixto homologado.
BMW 118i: bajar el ritmo para compensar el mayor consumo de los gasolina
Nos ponemos al volante del BMW 118i (170 CV) manual, una vez más. Nuestra estrategia cambia. El objetivo no es ya apurar para conseguir una velocidad media mayor sino tratar de utilizar al máximo las marchas largas para evitar que nuestros consumos suban hasta las nubes. Decidimos que en recta nos mantendremos como máximo a 100-110 km/h. Por encima la barrera aerodinámica aumentaría nuestros consumos y nuestra velocidad media no se vería incrementada notablemente.
El consumo en ciclo mixto de este vehículo es de 7,5 litros/100 kilómetros, muy lejos de los 5,6 y los 5,4 del 120d y 118d respectivamente.
Definitivamente hicimos los deberes. Nuestra velocidad media cayó hasta los 73,3 km/h pero mantuvimos el consumo de los diésel, es decir, 8,4 litros/100 kilómetros. Estábamos siendo muy regulares y prácticamente sin saber como nos estábamos convirtiendo en conductores mucho más eficientes y efectivos.
BMW 116i: esta noche nos iremos a la cama siendo un poquito más eficientes
Nuestra jornada terminaba con un BMW 116i (136 CV). No sin la ayuda de nuestros instructores descubrimos que prácticamente podemos recorrer todo el circuito en sexta velocidad y únicamente reducir a quinta en algún punto concreto especialmente lento, básicamente en la chicane. Ilusos nosotros, tampoco habíamos pensado que prácticamente podemos hacer todo el circuito a una velocidad relativamente alta sin hacer uso del freno.
Jugar con las pendientes y el giro del volante es suficiente, incluso en aquellos momentos que llegamos al giro un poco forzados siempre podemos escudarnos en la capacidad de agarre de los neumáticos, en lo bien que sujeta las inercias el chasis del BMW Serie 1 y por supuesto en las ayudas electrónicas que ya se encargarán de frenarnos cuando así lo consideren necesario.
El resultado cuanto menos sorprendente. Nuestra velocidad media cayó ligeramente, hasta los 71,8 km/h, pero nuestros consumos se vieron reducidos hasta los 6,6 litros/100 kilómetros, ¡casi 2 litros por debajo de los resultados obtenidos con los diésel y el 118i!
BMW Eco Race EfficientDynamics, una bonita y divertida experiencia
Todos nos congratulamos de haber conseguido unos resultados bastante positivos y haber aprendido de qué forma podemos ser extremadamente rápidos y eficientes, por supuesto en circuito cerrado, en la carretera utilizaremos técnicas de ahorro siempre y cuando nos garanticen la seguridad, que siempre es lo primero. Nuestra media de 76,75 km/h y 7,95 litros/100 km nos permitió quedar terceros en esta competición y llevarnos un coqueto trofeo, un sonoro aplauso y una bonita experiencia con nuestros compañeros de trabajo de España y Portugal.
Hay que decir, para ser justos, que el mérito no fue todo nuestro. Jamás lo hubiéramos conseguido sin la ayuda de nuestro instructor y por supuesto sin la avanzada tecnología que equipan los coches hoy en día. Pensemos en arquitecturas más ligeras, un avanzado trabajo aerodinámico, medidas de ahorro y recuperación de energía (start&stop y KERS) y por supuesto avanzados sistemas de seguridad como los controles de tracción y estabilidad que incluso en aquellas situaciones en las que nos hemos pasado de frenada nos sacan del apuro sin más problema.
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