Subaru ha introducido cambios en la gama japonesa de dos de sus modelos, el Subaru Outback y el Legacy. Cambios que incluyen un lavado de cara que llega acompañado por nuevas soluciones mecánicas de la mano del nuevo cambio CVT Lineatronic y un nuevo motor bóxer, bloque que podría estar dejándonos una importante pista sobre la futura motorización del Subaru BRZ STI.
Los rumores sobre la versión STI del BRZ están a la orden del día, como lo están los rumores que apuntan también a la llegada de una variante descapotable. A finales de marzo ya indagábamos en una versión potenciada del BRZ que llegaría además acompañada por una puesta a punto más deportiva. Entonces, se señalaba a la posibilidad de que esta versión no recurriese al turbo, como tanto se había comentado, hecho que contrasta con la llegada de un motor turbo bóxer en la gama del Legacy, motor que encajaría a la perfección en un futuro Subaru BRZ STI.
El Subaru BRZ, y por lo tanto el Toyota GT 86, cuentan con un motor bóxer de cuatro cilindros, dos litros de cilindrada y una potencia de 200 caballos entregados a las ruedas traseras. Su par, es de 205 Nm entre las 6.400 y las 6.600 rpm, dejándonos con una velocidad máxima de 226 km/h en el caso del BRZ manual. Este bloque es atmosférico y recurre a la inyección D-4S de Toyota. Ahora, a este bloque, tenemos que sumarle un turbo para la versión STI o eso es lo que parece adelantarnos el bloque incorporado a la gama del Legacy.
Con un diámetro / carrera de 86×86 milímetros, no cabe la menor duda de que estamos ante el mismo bloque que el empleado en el BRZ y el GT 86. A este bloque, por supuesto también de 2 litros y de 4 cilindros, se le ha añadido un turbo de doble entrada (twin scroll) que eleva al bóxer hasta los 300 caballos dejándonos además con un par de 400 Nm.
Es de esperar que además de este turbo nos encontremos con un kit aerodinámico como el que el Subaru BRZ STI nos anticipó. Llantas multiradio, un considerable alerón, bajos, un splitter frontal, difusor, cuatro salidas de escape… acompañado todo ello de unos frenos y unas suspensiones mejoradas.
Un incremento de 100 caballos y 200 Nm en el mismo bloque que equipa el BRZ. Parece una buena y clara pista sobre lo que nos encontraremos en el vano motor del BRZ STI, directo a satisfacer la demanda de aquellos a los que 200 caballos no les parecen suficientes para divertirse con los 1.200 kg de este coupé, unos caballos extra nunca están de más. A mí me consiguió dejar toda la mañana con una buena sonrisa, no me quiero imaginar si lo hubiéramos aderezado todo con un turbo y un tarado de suspensiones y frenos más radical.
Fuente: Subaru
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