Poniendo fin a la pasada semana asistimos a la presentación nacional del Citroën DS5 Hybrid4 con motivo del inicio de su comercialización este mismo mes. La versión híbrida del DS5, que ya pudo poner mi compañero David a prueba en Niza conjuga a la perfección un diseño innovador con una igual de evolucionada mecánica que une un motor diésel de 163 caballos con un motor eléctrico de 37 caballos, dándole así una capacidad de tracción a las 4 ruedas, además de la posibilidad de circular en modo eléctrico o contar con el apoyo del eje trasero para una conducción más deportiva.
Pero además de la prueba del DS5 Hybrid4, prueba que podéis leer en Tecmovia, Citroën puso a nuestra disposición varias unidades del nuevo Citroën C4 Aircross, tanto con tracción a las 4 ruedas como el 4×2, para una breve toma de contacto, de algo más de 100 kilómetros que nos ha servido para poder conocer al nuevo SUV de Citroën en una primera aproximación.
Una breve parada para descansar durante la prueba del Citroën DS5 Hybrid4, un par de horas en las que Citroën pone a nuestra disposición al nuevo C4 Aircross y por supuesto no iba a desaprovechar esta ocasión para una ruta por algunas pequeñas localidades de Segovia. Al igual que con el DS5, entramos sin presionar mando alguno, cada día me gusta más la entrada y arranque sin llave, presionamos el botón y el C4 Aircross se pone en marcha. Arrancamos con esta toma de contacto.
Su motor: un HDi 1.8 de 150 caballos y origen japonés
Su mecánica, que late en un silencio notable, sin apenas vibraciones, es un motor HDi de 150 caballos con un motor de 4 cilindros y 1.798 cc que entrega un par de 300 Nm a 2.000 rpm. Está asociado a una transmisión manual, con Stop&Start y en el caso de la unidad que estoy probando, con un sistema de tracción a las 4 ruedas, también disponible en 4×2. El sobrecoste de la tracción total respecto al 4×2 es de 2.000 euros y sólo está disponible si la configuramos con los bloques diésel.
Oficialmente, homologa un consumo mixto de 5.6 l/100 km, con unas emisiones de 147 g/km de CO2. Su velocidad máxima es de 198 km/h, mientras que el 0 a 100 km/h lo marca en 11.5 segundos.
Su diseño: líneas redondeadas bastante acertadas
Estéticamente, su exterior, agolpa un buen número de matices que nos recuerdan que estamos ante un Citroën a pesar de que su ADN hable japonés al ser fabricado en Japón y desarrollado tomando como base al Mitsubishi ASX, al igual que ocurre con el Peugeot 4008. Su motor, también es Mitsubishi.
Destacan las líneas redondeadas, en su frontal, de la mano del paragolpes enmarcado por las luces diurnas verticales, que están acompañadas por un correcto conjunto de parrilla cromada y ópticas. Encontramos más apliques cromados en su perfil, en la parte inferior, propios del acabado Exclusive, el más alto y en el marco de las ventanas, así como en el portón del maletero. Su trasera destaca por su sencillez, donde destacan las formas de las ópticas y la terminación del último de los pilares.
En cuanto a sus dimensiones, el C4 Aircross tiene una longitud de 4.34 metros, com una distancia entre ejes de 2.67 metros y una altura de 1.63 metros, con una anchura, con retrovisores, de 2.12 metros.
Su habitáculo: un notable contraste con lo habitual en el grupo PSA
Entramos en su habitáculo, acomodamos los asientos con ajuste electrónico y echamos un vistazo a nuestro alrededor. Busco cualquier señal que me recuerde a PSA. Un mando, algún detalle, el navegador… sí en el exterior se ha cuidado su apariencia para mantener una importante cohesión con el resto de la gama el interior delata su procedencia externa al grupo. Esto no significa que vaya a ser peor o mejor, simplemente que choca por el contraste con los rasgos a los que estamos acostumbrados, dejándonos con un interior sencillo pero con un buen ajuste. La unidad que conduzco además cuenta con techo panorámico, un buen detalle para dar una mayor sensación de amplitud al habitáculo.
El acabado es algo espartano, sobre todo además si tenemos en cuenta que nos acabamos de bajar del DS5. Aún así, nos encontramos con elementos cromados, símil cuero o goma blanda en el salpicadero y los plásticos no tienen un mal aspecto, los ajustes tienen una buena presencia y no pude apreciar grillo alguno. Choca en contraste entre un exterior claramente con el lenguaje de diseño de Citroën y un interior donde es difícil reconocer algo de la marca de los chevrones. Entre esta unidad, con tracción a las 4 ruedas y la de mi compañero, que lleva una unidad 4×2, sólo difiere, más allá de la mecánica, la ruleta en el puente central que nos permite configurar el sistema de tracción.
Entre los detalles del habitáculo, nos encontramos en la consola central con una pantalla táctil donde se encuentra el navegador, parámetros de la música o la cámara de visión trasera. Eso sí, la interfaz es algo sencilla y de un aspecto algo tosco.
Sus asientos no tienen un gran agarre lateral, pero sí se muestran cómodos y muy válidos tanto para viajar como para el día a día. Además en esta unidad están acabados en piel y junto a la regulación electrónica nos encontramos que también son calefactables.En ambas filas, tanto en los puestos delanteros como en la butaca trasera, el espacio es realmente bueno, quizá algo delimitada por la comodidad de la plaza central, algo más incómoda que las otras dos plazas que flanquean la fila trasera.
En marcha: una agradable sorpresa
Llega el momento de ponernos en marcha. Una buena posición de conducción, con la palanca del cambio a una buena altura y un tacto de los pedales y la dirección cómodo. Un empuje extra desde las 2.000 rpm, dinámicamente me deja un buen sabor. No balancea en exceso, digiere bien las curvas rápidas y las suspensiones absorben bien las irregularidades de las carreteras secundarias y caminos por los que circulamos. Me gusta su dirección, directa, cómoda, no muy artificial… No lo sometemos a una excesiva prueba offroad, pero por caminos y buscando alguna pérdida de tracción en curva responde correctamente con el sistema de tracción a las 4 ruedas.
Pero claro, contar con el peso extra y la ayuda de un eje motriz más penaliza en los consumos. Mi consumo, con una conducción mezclando caminos, zonas de curvas a ritmo rápido y carreteras secundarias es de unos 8.4 l/100 km mientras que mi compañero, con una unidad con tracción sólo al eje delantero marca un consumo de 7.6 l/100 km con el mismo recorrido y una conducción similar.
Últimos kilómetros entre pequeñas poblaciones y carreteras secundarias solitarias mientras el sol se pone. Llegamos al punto donde otro buen número de C4 Aircross y algún que otro DS5 Hybrid4 nos espera, es el momento de despedirnos no sin antes reconocer la grata sensación que me ha dejado este C4 Aircross. Una conducción que me ha gustado, a falta de exigirle un poco más en un terreno más abrupto, un exterior con todos los rasgos de la firma francesa y un interior, que me ha chocado un poco por no encontrarme ningún elemento de los habituales en PSA. Un aspecto sencillo para su habitáculo, pero bien ajustado y silencioso.
El C4 Aircross, tomando el modelo de acceso con el acabado básico Attraction y el motor gasolina 1.6 con 117 caballos y tracción delantera tiene un precio de partida de 21.600 euros. En el caso de la unidad probada, con el acabado Exclusive, el motor HDi de 150 caballos y la tracción a las 4 ruedas parte desde los 29.600 euros.
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