Hace escasos días hemos estado en Munich, en la presentación del renovado Audi Q5. El SUV premium medio recibe un lavado de cara y una importante actualización mecánica a mitad de su ciclo de vida comercial. Según Audi nos comentaba durante la rueda de prensa que compartimos con ejecutivos de marketing, el Audi Q5 es el SUV premium de su tamaño más exitoso, superando de manera clara en ventas a los Mercedes GLK y BMW X3, por mencionar a los rivales más directos.
De hecho, desde el año 2008 ha sido el número 1 de su segmento en Europa, China y Estados Unidos, vendiendo unas 150.000 unidades. En China el Q5 es uno de los Audi más populares y la combinación de tamaño medio e imagen premium le ha granjeado mucho éxito en todos los mercados. El actual lavado de cara pretende revalidar el éxito del Audi Q5 y ponerlo al día con respecto a una competencia que es intensa. Conozcamos un poco más en qué ha cambiado el Audi Q5.
Sutíles cambios estéticos para hacerlo más refinado
Hay que reconocer que el lavado de cara exterior es bastante leve. Un profano podría tener problemas para identificar el modelo con lavado de cara, pero no dudaría en ver que es más moderno y elegante. Uno de los cambios más notorios es la calandra, que ahora tiene barras verticales y seis esquinas marcadas. En el caso de modelos S-Line puede disfrutar de bordes oscurecidos en lugar de cromados. Las ópticas delanteras tienen una nueva firma lumínica gracias a las preciosos LED diurnos (si el coche lleva faros xenón plus).
Los paragolpes tienen un aspecto ligeramente diferente, así como la forma de las luces antiniebla. Las barras de techo son de serie en todas las versiones, generalmente en color aluminio, aunque pueden tener otro remate. Por supuesto, con la actualización se estrenan nuevos modelos de llantas y nuevos tonos para la pintura. En el perfil lateral no hay cambios de mucha envergadura, sigue siendo idéntico al del modelo pre-facelift, conservando su techo plano y musculosa cintura.
En la parte trasera del coche tenemos unas nuevas ópticas, que son 100% LED de nuevo si el coche lleva faros xenón plus. El paragolpes trasero tiene un difusor ligeramente rediseñado y los tubos de escape cromados están achatados por la parte de abajo. En el caso de las unidades con motor TDI de cuatro cilindros hay un sólo tubo de escape, en los TDI de seis cilindros y todos los gasolina hay una salida de escape a cada lado del coche.
Si esto no nos parece suficiente Audi ofrece un pack S Line exterior con grandes llantas, paragolpes deportivos y diferentes tonos para las entradas de aire exteriores. Si queremos aún más exclusividad Audi Exclusive pone a la disposición del Q5 sus llantas y colores exclusivos, además del llamado pack Off-Road, que le da un aspecto más robusto. Los pasos de rueda se ensanchan con molduras de plástico negro y los bajos se protegen por placas de metal, también muy estéticas.
La habitual calidad y espacio interior
Del interior del Audi Q5 no hay críticas: es en mi opinión el SUV premium de su tamaño con las mejores calidades aparentes, sin entrar a valorar el diseño del salpicadero. Con respecto al modelo saliente los cambios son escasos, pero perceptibles. Se incorporan elementos que ya hemos visto en los Audi A6 y A7, como el nuevo control del sistema MMI, arranque por botón a la izquierda de la palanca de cambios o un volante nuevo, con un diseño deportivo de tres radios.
El sistema Audi Drive Select se activa únicamente con un botón y se ha mejorado el sistema FIS de información al conductor. Hay algunos cambios adicionales, pero de escasa entidad y que afectan al climatizador, rodeado de un plástico diferente. Esencialmente no hay más novedades en el habitáculo, a la salvedad de la incorporación de packs S Line y Audi Exclusive para el interior, con la posibilidad de equipar preciosos asientos deportivos o molduras en diferentes tipos de madera, aluminio o fibra de carbono.
Las impresiones que recibimos del habitáculo son muy positivas, Audi suele hacerlo muy bien en este frente. La posición de conducción es muy ergonómica y natural, con una instrumentación clara y elegante a un golpe de vista. Las calidades están fuera de toda cuestión: plásticos blandos combinados con inserciones de madera/aluminio y plásticos duros de excelente ajuste. No hay rebarbas cortante, no hay plásticos de aspecto barato, siquiera al tacto. Su calidad de habitáculo es superior a BMW X3 y Mercedes GLK.
Los asientos son de tela de serie, pero se pueden encargar en diferentes cueros, combinaciones de cuero y tela y otras lindezas cortesía de la línea Audi Exclusive y los kit de interior S Line. Los kit S Line – que hemos podido catar – incluyen molduras en aluminio, pedales en aluminio, un volante deportivo y asientos deportivos con el logotipo S Line marcado en los reposacabezas. En cualquier caso, la postura de conducción resulta amplia y natural en todas las cotas.
Las plazas traseras resultan amplias, aunque en la plaza central hay un túnel de transmisión marcado. A nivel de maletero, el Audi Q5 presume de un volumen máximo de carga de unos sanos 540 litros, una cifra en línea con las ofertas de su segmento. El espacio crece hasta los 1.560 litros abatiendo los asientos. Un sistema de fijación por raíles es posible, y bajo el piso de carga hay una cubeta en la que podremos colocar objetos sucios como unas botas o ropa mojada.
Audi Connect: un punto tecnológico adicional
Con el nuevo MMI ha mejorado la usabilidad del sistema de infoentretenimiento, pero es sólamente la punta de lanza de una serie de novedades que hacen al Audi Q5 uno de los vehículos con mayor conectividad del mercado. Esta integración recibe el nombre de Audi Connect. Si disponemos de un móvil con internet acoplado por Bluetooth al coche un nuevo mundo de posibilidades se abre a nosotros. En primer lugar, el Audi Q5 puede ser un hotspot WiFi al que podemos conectar hasta 8 dispositivos al mismo tiempo para navegar por internet.
Todo ello es posible con el sistema MMI Navigation Plus, que lleva una pantalla de 7 pulgadas y alta resolución. La conexión a internet permite usar en dicha pantalla cartografía de terreno de Google Maps, entre otras lindezas. Es el sistema más caro, ya que de serie sólo contamos con MMI y una radio con seis altavoces, más básica y limitada. El sistema Audi Connect permite conocer el tiempo o el tráfico en tiempo real, así como planificar rutas desde el ordenador de casa y transferirlas después al navegador del Q5.
En terrenos aún más avanzados podemos incluso usar Google Street View y reproducir música en streaming online desde más de 3.000 emisoras de radio. Entiendo que también es posible el uso de aplicaciones como Spotify con la correspondiente cuenta premium asociada. Mañana terminaremos de desgranar lo más importante del nuevo Audi Q5, así como sus motorizaciones, desde los 143 CV del Audi Q5 2.0 TDI a los imponentes 313 CV del nuevo Audi SQ5 TDI.
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