Tras haber rendido cuentas de lo que nos ofrece el nuevo Volkswagen up! de puertas para fuera y también de puertas para dentro, analizaremos muy brevemente los entresijos mecánicos y dinámicos de este modelo bien conocido por el hecho de que en esencia sea el mismo coche el Seat Mii y el Skoda Citigo, aunque como ya veíamos en la primera parte de esta prueba, el up! y más concretamente el Black up! se desmarca con un toque elegante y distinguido y hasta retro por algún detalle como los juegos de llantas disponibles.
Como ya habíamos visto anteriormente el Volkswagen up! tiene limitada su gama a un único motor tricilíndrico y dos niveles de potencia de 60 CV y 75 CV, con una diferencia de precios entre uno y otro de 600€. Los consumos son virtualmente los mismos, décima arriba décima abajo, y en general la diferencia en sus prestaciones aunque existir existe no es tan significativa como cabría esperar y a mi parecer, salvo necesidad imperiosa (como una utilización intensa en carretera, para lo cual el up! no es en ningún caso la opción ideal) es recomendable invertir la diferencia de precios entre uno y otro en algunos extras opcionales o un nivel de equipamiento superior que nos ofrezca más confort y/o seguridad en el día a día.
1.0 MPI de tres cilindros y dos niveles de potencia: 60 y 75 CV
El motor de nuestro sujeto de pruebas es un 1.0 MPI de tres cilindros que en este caso desarrolla 60 CV, siento por tanto la mecánica más modesta del Volkswagen up!. Su consumo es de tan sólo 4,5 litros/100 kilómetros y está asociado a un cambio manual de cinco relaciones, óptimo y más que suficiente para este diminuto utilitario que ha sido concebido por y para la ciudad. Sus prestaciones como podrán imaginar son muy modestas, hasta 9,1 segundos para practicar el 0 a 80 km/h y 14,4 segundos para alcanzar los 100 km/h.
El motor de 75 CV consume dos décimas más, un total de 4,7 litros/100 kilómetros, y su aceleración de 0 a 80 km/h y de 0 a 100 km/h cae hasta 8,3 segundos y 13,2 segundos respectivamente. En la práctica no he notado que la diferencia sea tan acusada y en ambos casos el up! peca de falta de potencia (y sobre todo empuje en bajas) en momentos críticos como recuperaciones en adelantamientos o incorporaciones a la carretera. El motor de 75 CV funciona más holgado en esta situación, pero sigue sin resolver del todo el problema.
En la conducción urbana y en carretera en el extra-radio de la ciudad a un ritmo relajado, ambas opciones son igualmente válidas.
Los consumos del Volkswagen up! y su motor 1.0 MPI de 60 CV
Precisamente si nuestra conducción es cuidadosa y relajada el Volkswagen up! obtiene consumos muy óptimos en ciudad y tramos de carretera que circundan la urbe, alrededor de los 5 y los 5,5 litros/100 kilómetros según el ordenador de a bordo y una vez que se ha estabilizado el recorrido y los consumos. En recorridos más cortos lo normal, por el gasto añadido en el arranque y en la salida es fácil estar sobre los 6 litros/100 kilómetros.
En carretera en un recorrido de 120 kilómetros compensado de ida y vuelta, relativamente llano aunque con alguna pendiente ascendente y descendente más acusada, sin climatizador y manteniendo una velocidad constante de 120 km/h de marcador, el consumo medio que obtuve fue de 4,8 litros/100 kilómetros. Como referencia en este mismo recorrido y condiciones similares un Toyota Yaris, de mayor tamaño, logró un consumo de 5,2 litros/100 kilómetros. En otro recorrido de carretera con tramos limitados a 120 km/h y a 100 km/h un Skoda Citigo de 75 CV (virtualmente el mismo coche) logró un consumo de 3,8 litros/100 kilómetros.
En definitiva los consumos dependen también en gran medida de la orografía del terreno. En llano a 120 km/h de marcados nos movemos sobre las 3.750 rpm y si la pendiente es acusada o tenemos que acelerar intensamente requerirá que reduzcamos a una relación de cambio inferior.
El mayor problema de este y otros coches en carretera es precisamente la sonoridad del motor en aceleraciones constantes, aunque a falta de una prueba comparativa con elementos de medición no me parece que en el caso del Volkswagen up! sea más molesta que en el motor TwinAir del Fiat Panda o el 1.0 VVT-i del Toyota Yaris. En este sentido y aunque los ajustes del up! y el aislamiento acústico sigue siendo el habitual en un utilitario asequible del segmento A, parece que ayuda en cierta medida a amortiguar las vibraciones y los ruidos indeseables del motor de tres cilindros.
Conclusión de la prueba del Volkswagen Black up!
Como conclusión decir que el Volkswagen up! es una buena alternativa dentro de la oferta de productos existente en el segmento A, aunque adolece la falta de soluciones prácticas y de habitabilidad existentes en algunos de sus rivales, por ejemplo el diseño del salpicadero o la abundancia de huecos portaobjetos del Fiat Panda que también tiene una buena ergonomía, o los asientos traseros con ajuste longitudinal del Renault Twingo.
Tampoco estaría mal una gama mayor de motores y algún que otro diésel, aunque lo cierto es que lo más lógico y coherente con un pequeño utilitario que recorrerá pocos kilómetros al año sigue siendo un propulsor de gasolina de baja cilindrada, con los que ya cuenta el Volkswagen up!
En Diariomotor: Volkswagen Up!, presentación y prueba en Roma | Fiat Panda y Skoda Citigo: comparativa de utilitarios urbanos