El Citroën C-Elysée es un sedán de tres volúmenes compañero del C4 pero también es otro de los turismos de la marca que se fabricará en España, concretamente en la factoría de Citroën en Vigo (donde también se fabrica el Peugeot 301, primo hermano). Junto al Citroën C4 L suponen lo que podemos denominar sedán de tamaño medio/bajo (el C-Elysée alcanza los 4,41 metros de longitud).
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De hecho la orientación de este Citroën, desde el precio hasta el equipamiento y los motores, está claramente por debajo de otros modelos competencia de los que hablaremos más adelante. Nos acercamos esta semana a Barcelona para probar el C-Elysée a poco de que comience su comercialización en nuestro país, en el mes de noviembre.
Citroën planta dos berlinas “pequeñas” en el mercado global pero con notables diferencias. El C4 L es la versión alta, la que lleva más esencia del C4 compacto, más equipamiento y un precio más elevado (algo que suponemos porque no hay precios para España, lógicamente). En cambio el C-Elysée es más comedido e equipamiento y precio, se distingue más del C4.
Tanto que es un coche completamente diferente al C4, si tiene algo de otro modelo es el C3 del que extrae su plataforma. Pero no hablamos de un “C3 sedán” por su tamaño y porque Citroën lo enmarca como un complemento del C4 a nivel más económico.
C4 por delante, Peugeot 301 por detrás
El diseño de este C-Elysée tiene cosas nuevas y cosas no tan nuevas. Los dos chevrones que ilustran su frontal y la forma de sus faros está entre las líneas más modernas de Citröën. Línea que continua por su perfil que es mucho más práctico – ventanas con más proporción de cristal, por ejemplo – que elegante. La zaga del C-Elysée se diferencia más del resto de modelos, en gran parte gracias a unos faros con un diseño más clásico.
Diseño interior, reutilizando desde los años 90
Viajar en el Citroën C-Elysée es en parte viajar al pasado, hay detalles que recuerdan a los modelos del año 2000. Por ejemplo la iluminación sencilla de los displays en color naranja o el hecho de tener los cuatro botones de los elevalunas eléctricos tras la palanca de cambios. Son detalles que encajan dentro de un interior que tiende a ser parco, los plásticos blancos brillan por su ausencia.
Desde el salpicadero, que es duro como una roca, hasta el pomo del cambio. Parco es un adjetivo pero duradero también, según Citroën muchos de esos materiales han sido elegidos para que duren en las peores condiciones pero es algo que difícilmente podemos probar en un día. Ocurre lo mismo con el pomo del cambio que tiene un tacto duro y se mueve en exceso. Hay puntos con un tacto más agradable como es el volante, siempre y cambio se escoja en piel.
El volante es un elemento con el que estamos en contacto siempre al igual que los asientos: los del C-Elysée son equilibrados, ni muy buenos ni muy malos. Como en unos centenares de kilómetros es difícil medirlo lo que se puede decir es que sirven perfectamente para un viaje por carretera. Para tapizarlos Citroën afirma haberse decantado por unos materiales más resistentes sin perder un tacto relativamente suave.
Comparativamente el apartado de los mandos y botones no se ha visto excesivamente perjudicado por los recortes, al menos en el acabado Exclusive. Salvo los botones de los elevalunas todos tienen un tacto suave. Destaca el mando redondo del centro del panel de instrumentos (foto de la consola central) con el que se manejan los menús, donde se maneja la radio, la conexión USB (conector situado al lado de la palanca del freno de estacionamiento). Los botones están bien pero la pantalla es pequeña.
Por cierto, es la misma pantalla en la que se muestra el ordenador de a bordo (la pantalla del conductor sólo muestra los kilómetros, la capacidad actual del depósito y la autonomía). A la hora de conducir hay detalles interesantes, ya a nivel de equipamiento: no puede equipar luces ni limpiaparabrisas automáticos o elevalunas eléctricos de un toque pero sí sensor de parking y todos los modelos incluyen intermitente “one touch”.
Las plazas traseras, el gran beneficio del C-Elysée
Un punto clave del Citroën C-Elysée es el gran espacio que tienen los pasajeros de la banqueta trasera, esencialmente en la distancia entre las rodillas y el asiento delantero (12 cm, más que en los compactos en los que me he sentado). No es tanto el hueco que hay para sentarse tres personas a lo ancho, si coinciden no irán excesivamente cómodos pero en cualquier caso las personas que viajen encontrarán un buen aliado en el espacio hacia delante.
¿Quieres espacio de maletero en 4,43 metros? El problema es la entrada
Con esta longitud, propia ya de algunos compactos, su maletero es generoso alcanzando los 506 litros de volumen. Es una cantidad muy interesante para un maletero al que de todas formas hay que ponerle unas pegas. Al abrirlo se notan carencias, para empezar hay que elevarlo bastante para que no caiga por su propio peso (foto del maletero). Y la boca es bastante estrecha, no fue muy cómodo meter la maleta grande que veis en la foto.
Mañana analizamos dos de los tres motores con los que se equipará el Citroën C-Elysée: el VTI de 115 CV y el HDi de 92 CV, sin duda el motor clave de este coche (y de muchos otros, es el bloque más vendido en Citroën). También será el momento de ver qué tal están sus rivales y para quién puede ser interesante este coche.
En Diariomotor Citroën C-Elysée 2013: precio, gama y equipamiento para España, desde 13.650 euros