Un coche aprovechado en espacio que está pensado para un cliente que pretende no gastar en extras superfluos y que no necesita una potencia elevada. Esas podrían ser las primeras conclusiones sobre el Citroën C-Elysèe tras la primera parte de nuestra prueba en Barcelona.
En su camino a convertirse en un sedán de bajo precio Citroën propone una gama corta de motores, tres en 2013, que no superan los 115 CV de potencia para un vehículo que, a pesar de su longitud, tiene un peso medio de 1.130 Kg aproximadamente.
Igualmente su listado de equipamiento es contenido en lo relativo a la tecnología y no se para demasiado en elementos supérfluos. Pero vamos a analizar qué tal funciona su chasis y sus motores en carretera aunque ya os podéis imaginar parte de las conclusiones por el título del artículo.
Motores gasolina y diésel: a rodar con los corazones del C-Elysée
Citroën apuesta por motores comedidos para el C-Elysée, no se entendería de otra forma dada la orientación del coche. La oferta inicial cuenta con dos motores, un gasolina 1.6 VTI de 115 CV y un 1.6 HDI de 92 CV.
La variante gasolina es la oferta intermedia de la gama, cuando llegue el motor de 71 CV, y es una de las opciones más razonable. Este motor acelera con suavidad desde las 1.500 rpm a pesar de ser un motor gasolina atmosférico pero no permite ninguna alegría más allá de un adelantamiento en el que debemos estirar convenientemente las marchas para aprovechar todo su caudal.
A la hora de gastar gasolina lo hace con prestancia: no gasta poco pero tampoco mucho más de lo que homologa oficialmente, 6.4 l/100 Km. Este motor es el menos ruidoso de los dos y tiene un sonido bastante agradable, sonido que se filtra suavemente al habitáculo. No se puede decir lo mismo del ruido aerodinámico que es bastante notable una vez superamos los 100 Km/h.
La exigencia al motor diésel es innegable incluso antes de arrancarlo: que genere una fuerza notable, que consuma como un “mechero” y que haga poco ruido. Con el HDI podría decirse que cumple bastante bien con las dos primeras premisas pero no tanto con la segunda. Incluso rodando con el coche decelerando a bajas revoluciones se puede escuchar el motor. Pero lo importante es que es parco en sus andares, en una ruta con un pequeño tramo de ciudad y autopista el ordenador de a bordo marcaba 4.7 l/100 Km. Todavía lejos de los 4.1 l/100 Km oficiales pero razonable.
Es hora de analizar lo que produce el Citroën C-Elysée al circular, cómo se comporta sus chasis y cómo se mueve en las curvas. A pesar de lo que pudiera pensarse en un lowcost como éste su aplomo en carretera es sorprendente. Y con aplomo me referencia a que balancea poco en las curvas a menos que sea forzado, a que no se le ven trazas de intentar subvirar y a que incluso en las curvas cuesta abajo, donde debería tender a levantar su trasera, se comporta de forma firme.
Citroën parece haber logrado en el C-Elysée un buen equilibrio entre el confort que puede ofrecer una suspensión blanda y la sujección al asfalto que requieren curvas en alta velocidad y giros fuertes. El hecho de que haya construido el vehículo para muy distintos lugares seguramente haya ayudado esa tarea. También es interesante subrayar que haya desechado una asistencia de dirección más barata como la de cremallera haya optado por la asistencia eléctrica.
Es más suave aunque, según pode comprobar en un par de ocasiones, a veces sufra algún que otro tirón. Tirones que no se producen en los frenos, más que adecuados al peso y potencia de este coche a pesar de que cuente con frenos de tambor en el eje trasero. Frenan con fuerza cuando se les exige y el pedal es bastante progresivo.
Equipamiento, muy poco de la tecnología del C4
Con su orientación económica no cabía esperarse que el C-Elysée nos sorprendiese por el equipamiento tecnológico. Como ya adelantaba en la primera lo más tecnológico que puede llevar el coche es el sensor de aparcamiento trasero (el típico que emite un pitido cuya frecuencia depende de la cercanía de los objetos a la zaga). No puede equipar automatismos para el encendido de luces o del lavaparabrisas.
Lo que sí incluye de serie, desde el acabado básico, es el radio CD MP3 con el Connecting Box (manos libres Bluetooth, toma de audio y USB) junto a otras comodidades como el cierre automático de puertas, el ordenador de a bordo o el aire acondicionado. De partida Citroën lo ha dotado con lo básico en seguridad: airbags frontales / laterales, anclajes Isofix y ESP, sin más opciones en este aspecto.
La versión Exclusive, que es la que hemos podido probar, añade un tapizado diferente a los asientos, volante y pomo del cambio en cuero, elevalunas eléctricos traseros, aire acondicionado con función MAX (enfriamiento rápido, diseñado especialmente pensando en países con altas temperatuas), limitador de velocidad y sensor de aparcamiento trasero. Estéticamente se notan los cromados en paragolpes y marcos y las llantas de aleación de 16”.
Precios y alternativas, desde el Peugeot 301 al Skoda Rapid
Antes de entrar a analizar los posibles rivales conviene recordar el rango de precios del Citroën C-Elysèe: oscilan entre los 13.650 euros del VTI 71 CV Seduction y los 18.050 euros del HDI 92 CV Exclusive.
Precisamente en estos momentos estamos viviendo un auge, o quizás simplemente una vuelta a la vida, de este segmento. Los últimos lanzamientos lo demuestran: por parte del grupo PSA, el Peugeot 301 acompaña y comparte con el C-Elysée muchos de sus parámetros, mientras que en el mercado llegan nuevos modelos similares como el tándem Skoda Rapid / Seat Toledo. Con motivo del Salón de París pudimos hacer una breve comparativa teórica entre C-Elysée, 301, Toledo y Rapid.
Seat Toledo y Skoda Rapid son dos modelos primos hermanos, más grandes que el C-Elysée (4,48 m de longitud) y con más maletero (550 litros) pero también con un precio más elevado de partida. El Toledo parte de los 13.990 euros con el motor 1.2 de 75 CV y no cuenta con aire acondicionado, conexión Bluetooth u otros elementos de confort que sí tiene el C-Elysée 1.2 VTi de 70 CV que arranca desde los 13.650 euros.
La versión más socorrida, a priori, será la diésel en Toledo y C-Elysée. En el español se puede adquirir con el acabado más básico desde 19.400 euros (1.6 TDI de 105 CV) mientras que en el francés el HDi de 92 CV parte de los 16.950 euros, a pesar del equipamiento extra con el que cuenta este último. En cambio el Seat Toledo tiene algunos aspectos más modernos como los displays.
Después de la toma de contacto del Seat Toledo tenemos más información para comparar. Tanto el Toledo como el C-Elysée poseen un amplio espacio para los ocupantes pero en el francés el espacio de los pasajeros de la segunda fila es ligeramente superior. En ambos modelos se han visto recortadas muchas de las comodidades que consideramos típicas.
Conclusión
Es un coche que puede tener hueco para aquellas personas que quieran un buen espacio interior, un maletero amplio aunque ni de lejos perfecto y que no demanden mucha potencia. El precio a pagar en el Citroën C-Elysèe, que podríamos denominar “sedán de calle”, es la ausencia de equipamiento de confort que consideramos habitual en los coches actuales y la prácticamente nula capacidad de añadirle extras.
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En Diariomotor Citroën C-Elysée 2013: precio, gama y equipamiento para España, desde 13.650 euros