Shooting Brake es una denominación que viene de antiguo, partió de finales del siglo XIX en el que existía un carro de caballos más corto pero con un mayor espacio trasero en el que los cazadores llevaban todo lo necesario para la caza.
Mercedes ha rescatado ese término para el Mercedes CLS Shooting Brake, la versión familiar del CLS en la que, por primera vez de forma oficial, un coupé de cuatro puertas se alarga para ser práctico. Lo interesante es que mantiene parte de su silueta coupé a pesar de ganar más espacio y una interesante plaza extra, sin duda clave para muchos de sus posibles compradores.
Conserva los detalles característicos del CLS como son los estilizados faros traseros sobre los que ahora se levanta un generoso portón que da entrada al maletero, la segunda clave para que este CLS tenga éxito de ventas.
El interior del CLS familiar sí tiene cinco plazas, lógico
Anteriormente había probado el CLS brevemente y me pareció un coche muy cómodo en cada una de sus cuatro plazas, no hay duda que las dos de atrás tienen mucho espacio (exceptuando para las rodillas, que no es tan amplio). En el CLS Shooting Brake no he podido sentarme con otras dos personas pero parece que hay espacio suficiente sin tener que ir muy apretados. Y además hay detalles que facilitarán un viaje cómodo como los cristales oscurecidos o los controles de la zona de climatización trasera.
La calidad de todo el interior está fuera de discusión, apliques bien instalados y pieles bañan el habitáculo. No obstante tanto los apliques como las salidas de aire cromadas no dejan de ser plásticos duros, bien pulidos pero plásticos. Quizás lo más importante está en lo mullidos y lo bien acabados que están los asientos, se nota que en este punto Mercedes no escatima ni debe hacerlo.
El habitáculo del coche se presta también para portar muchos objetos porque hay innumerables espacios para ello. A mayores de los típicos huecos de las puertas hay una pequeña guantera camuflada justo debajo del panel de instrumentos y los reposabrazos delanteros se abaten para dejar un considerable espacio en el que además se encuentra el cable conexión multimedia para reproductores de música.
Maletero grande con detalles de yate
El espacio de carga de un CLS es de 520 litros, muy razonable. En el Shooting Brake el volumen se incrementa en 70 hasta los 590 litros. Es un incremento importante pero no es solamente el espacio ganado sino que el maletero no tiene nada que ver, el del familiar es más amplio y más rectangular.
Pero además Mercedes ha conservado la originalidad del suelo del maletero que vimos en el CLS Shooting Brake Concept tapizándolo en madera. Es un detalle singular que no aparece en los demás CLS pero, tras la prueba, me quedó la duda de si un par de maletas resbalarían sobre la madera pulida en las curvas.
Además, bajo este elegante suelo se esconde el hueco para la rueda de repuesto en el que también caben herramientas y otros objetos.
Equipado con lo último como cualquier CLS
La lista de cosas que trae el Mercedes CLS Shooting Brake es muy completa, Mercedes no se ha olvidado de él a la hora de introducir las últimas novedades tecnológicas. La mayoría de ellas están en el área de la seguridad: advertencia de vehículo en ángulo muerta (una señal triangular muy luminosa situada en los espejos), la alerta por cansancio del conductor ATTENTION ASIST (que registra los movimientos y muestra un mensaje aconsejando el descanso del conductor), los reposacabezas activos NECK-PRO, la cámara de visión trasera, etc.
El botón giratorio del túnel central y los botones que rodean la pantalla del salpicadero representan el control de los ajustes y todo lo que tiene que ver con multimedia en el coche. Desde aquí se maneja el navegador COMMAND APS, el manos libres Bluetooth, las conexiones externas de sonido, los ajustes del coche y un largo etc.
Además de estos controles y de la gran pantalla del salpicadero también se puede navegar entre los menús con los botones de volante y ver tanto la información de viaje como la ruta del navegador o el teléfono desde el display del cuadro de mandos, una pequeña pantalla situada en el interior del velocímetro.
CLS Shooting Brake 350, la solvencia de los 306 CV para cualquier necesidad
Hace un par de años Mercedes comenzó a utilizar el motor V6 3.5 de 306 CV, una evolución encaminada a reducir consumo e incrementar en unos pocos caballos la potencia máxima (en la toma de contacto del Mercedes Clase E Cabrio probamos este V6 con 292 CV). Es un motor con un elevado y constante par máximo (370 Nm entre 3.500 y 5.250 rpm) que permite suficiente soltura para un coche que alcanza las 1.8 toneladas.
La transmisión de siete marchas tiene dos modos, Comfort y Sport, que funcionan tal cual se esperan con un V6 comedido, incluso algo perezoso, en el primer caso y un V6 fuerte con el acelerador pisado más allá de la mitad. Solamente con el modo Comfort los saltos entre marcha son casi imperceptibles. Por cierto, en los CLS la palanca de cambio es un maneta situada por detrás del volante.
Su comportamiento en carretera es muy manso y su amortiguación consigue olvidar que las ruedas deben de soportar más de 1.800 kg, el balanceo es suave desde las rotondas hasta las curvas pronunciadas. La sensibilidad del volante y el reglaje de las suspensiones ayudan a transmitir las imperfecciones del trazado lo justo para tenerlas en cuenta pero sin que afecten a la comodidad del viaje.
Mercedes CLS Shooting Brake desde 67.750 euros
El Mercedes CLS Shooting Brake tiene un precio de partida de 67.750 euros en su versión 250 CDI de 204 CV (precios y gama del CLS Shooting Brake), tan sólo 2.200 euros más caro que su homólogo en coupé. Es perfecto para el comprador al que le guste la línea del CLS pero necesite las cinco plazas y un mayor espacio de carga.
En Diariomotor: Mercedes CLS Shooting Brake, un familiar nacido para ser coupé
