SsangYong presenta al nuevo SsangYong Rexton W. Una nueva generación del SsangYong Rexton que incorpora un nuevo propulsor, el 200eXdi de 155 caballos, con nuevos detalles estéticos y ligeros cambios en su interior. Una nueva generación, poniendo al día al SsangYong Rexton II presentado en 2006 tras el primer Rexton, presente desde 2001, que hemos podido poner ya a prueba en un trayecto entre Madrid y Toledo.
Una breve toma de contacto con este SUV, que tiene mucho de todoterreno, para conocer como se desenvuelve en ciudad, autovía y una ligera excursión por la tierra, probando desde Madrid a Toledo y desde Toledo a Madrid tanto la versión con transmisión manual como la automática, ambas con tracción total (está disponible también en 4X2) ¡Arrancamos!
Siete plazas, con tracción total o 4X2 (al eje trasero), un nuevo propulsor 2.0 de 155 caballos, un nivel de equipamiento óptimo en relación al precio, aptitudes todoterreno por encima de otros muchos SUV de la competencia… una alternativa muy a tener en cuenta para aquellos que busquen un SUV de 7 plazas a precio contenido, ya que con la versión sin tracción total se consigue un precio de acceso al modelo de 25.500 euros.
Análisis de su diseño exterior y acabado interior
Estéticamente el SsangYong Rexton W ofrece una buena solución, no es el más atractivo, pero ofrece un porte, con unas dimensiones, que visualmente serán del agrado de muchos. Su línea, a pesar de que en ciertos puntos se pueda apreciar ya cierta edad, cuenta con una estética moderna y un diseño agradable.
Las nuevas ópticas le han sentado bastante bien al SsangYong Rexton, las llantas tienen un buen diseño y en general el SsangYong Rexton cumple sobradamente con el patrón estético que se demanda en el segmento, grandes dimensiones y aspecto de todoterreno, algo que además de cumplir visualmente, parece cumplir dinámicamente.
En su interior siguen presentes algunos puntos que podrían ser actualizados, como la instrumentación, pero en general ofrece a la vista un buen conjunto. El acabado es correcto, no son materiales de primerísima calidad y mullidos excelentes pero cumplen bien y salvo casos puntuales no se le puede tachar de un producto de aspecto económico hasta que se busca entre las partes menos visibles. Encontramos un tacto blando en la parte superior del salpicadero, también en detalles en el guarnecido de la puerta.
La consola central ofrece un acabado bueno, brillante y de buen aspecto, según ascendemos por ella nos encontramos con detalles cromados, pasando por una toma de USB y AUX, y llegamos al display de la radio y el reloj digital, que ofrecen un diseño algo anticuado. En la segunda unidad que probamos, el aspecto mejoraba notablemente con el interior en madera, recubriendo parte del volante, la consola, el puente central y la palanca del cambio automático.
El volante ofrece un diseño “clásico” que personalmente me parece acertado (aunque le podría poner pegas al diseño de los botones) pero no se puede regular en profundidad, sólo altura y además los botones de la radio no funcionaban bien, algo achacable a que posiblemente nos encontrásemos ante unidades preserie, misma escusa que podemos poner a la tapa del apoyabrazos, que decidía levantarse sola, pero que sólo nos pasó en una unidad. Bien por la tapicería de cuero (de serie) y una correcta posición de conducción, con asientos, que en el trayecto que realizamos hasta Toledo me parecieron cómodos.
El navegador, en el modelo de acceso, es un TomTom que va situado sobre el salpicadero, mientras que en las versiones superiores se trata de un navegador 2din integrado con cámara de visión trasera que por cuestiones de logística no estaba disponible, por o que se recurrió en todos los casos al TomTom sobre el salpicadero.
El espacio es sin duda una de las grandes bazas del SsangYong Rexton. Un buen espacio en las plazas delanteras, tanto por anchura como por espacio longitudinal y un buen espacio también en la segunda fila de asientos, donde pueden viajar perfectamente tres adultos con total comodidad, con los asientos delanteros colocados ya, listos para conducir, había un buen espacio en las plazas traseras para un adulto de más de 1.80 metros. Por el tiempo disponible no hubo oportunidad de probar la tercera fila de asientos.
Además del espacio en las plazas, nos encontramos con un gran maletero, que con la bandeja puesta tiene una capacidad de 678 litros, capacidad que asciende hasta los 1.338 litros quitando la bandeja y que llega hasta 2.086 litros si prescindimos de la segunda fila de asientos. Podemos encontrar alguna pega en la calidad de los materiales del interior, eso sí no hay rebabas ni filos pronunciados o mal terminados, pero donde no se puede reprochar nada al Rexton es en espacio.
En movimiento: una buena respuesta pero con ciertos balanceos y un tarado artificial de la dirección
Es el momento de ponernos en marcha, empezamos la jornada con el SsangTong Rexton W con tracción total y cambio manual de 6 relaciones. En todas las versiones y acabados el motor es el mismo, se deja atrás al motor 2.7 Mercedes para acoger en el vano motor a un 2.0 de 4 cilindros turbodiésel de 155 caballos con un par máximo de 360 Nm. El consumo homologado de este modelo es de 7.4 l/100 km, algo que no pudimos corroborar por la ausencia de ordenador de abordo y por tratarse de una toma de contacto breve. Mejora el sonido percibido en el habitáculo o mejor dicho, se reduce el sonido que llega al habitáculo.
Primeros kilómetros y el SsangYong Rexton W ofrece un buen empuje y una respuesta correcta en recuperaciones. Con el Rexton W de cambio automático, con una transmisión de 5 relaciones de origen Mercedes, nos encontraremos con una peor dinámica y unas recuperaciones notablemente peores que con el cambio manual, a cambio es una caja automática cómoda y suave, pero que dinámicamente no ofrece una excelente respuesta.
La respuesta de la dirección es algo artificial y ofrece un nivel de balanceo notable, propio por otra parte de su categoría pero acrecentado por el peso elevado del Rexton, las suspensiones blandas y la distancia respecto al suelo, algo que por otro lado se muestra como un gran punto a favor cuando salimos del asfalto.
Una breve incursión por la tierra de camino a Toledo nos dejó con unas buenas sensaciones en este terreno. No había tiempo ni era el sitio para buscarle las cosquillas fuera del asfalto al Rexton, pero en una pequeña toma con la tierra demostró una muy buena capacidad de absorción y un recorrido muy largo de suspensiones, desde luego ofrece un lado más todoterreno que la mayoría de los otros SUV, por lo que si vivimos en una zona rural, si recorremos algún que otro camino semanalmente o si somos asiduos a las salidas campestres el SsangYong Rexton puede ofrecerte una ventaja offroad frente a otros SUV. Cabe recordar que su chasis es de largueros y travesaños, por lo que la esencia todoterreno está ahí, aunque vestida de SUV.
Conclusiones: bien por el diseño, bien por el espacio y bien por sus cualidades offroad
El SsangYong Rexton W se ha puesto bien al día, su diseño no parece anticuado y para los que busquen un SUV de aspecto voluminoso, a aquellos que le gusten los coches grandes, puede ser por diseño una alternativa apropiada, con un diseño más todoterreno que gran parte de la competencia.
Su interior se puede mejorar en calidad sí, pero para nada ofrece un mal aspecto o ajuste, zonas buenas, como la parte inferior de la consola central o el cuero de serie y partes no tan buenas como la instrumentación, la ausencia de ordenador de abordo o partes menos visibles. En general el acabado interior es correcto y si de algo puede presumir el SsangYong es de espacio, mucho espacio, tanto en las plazas delanteras y en la segunda fila de asientos como en el maletero. Si necesitas espacio y te gusta la estética todoterreno a un precio ajustado las posibilidades de elegir un SsangYong crecen bastante. Cabe mencionar también como punto positivo la dotación de equipamiento desde el modelo de acceso.
Dinámicamente responde con una buena velocidad. Si buscamos una conducción cómoda, ante todo, el cambio automático puede ser una opción por suavidad de uso, pero a cambio renunciaremos a una peor dinámica y a una mayor sonoridad del motor respecto a la versión manual. Balanceos y un tarado muy artificial de la dirección como nota negativa, a cambio, una respuesta aparentemente buena (recordemos que la escapada por tierra no fue muy larga) ante terrenos rotos, con un recorrido largo de suspensiones, que en ciudad nos dejan con una buena nota de confort frente a baches, badenes y adoquinados.
Vuelta a Madrid y últimos kilómetros entre el caos del tráfico de la hora punta y la lluvia. Frente a las pegas que le había tachado a la transmisión automática en carretera entre el denso tráfico agradezco ahora su presencia. Es la hora de despedirse del SsangYong Rexton W.
No olvides que puedes leer todos los detalles de la gama, equipamiento, precios para España y características técnicas en nuestro artículo “SsangYong Rexton W, a fondo”.
En Diariomotor: SsangYong Rexton W, a fondo