Antes incluso de que conozcamos los precios del nuevo Toyota RAV4, podemos adelantar sin temor a equivocarnos que el más demandado y recomendable en la mayoría de los casos, será el bloque diésel de 124 CV. Por otro lado, la elección más habitual será la tracción delantera. Según Toyota más de la mitad de las unidades que se comercializarán este año responderán a esta combinación. El trozo restante del pastel lo seguirán dominando los diésel, pero en ese caso con tracción 4×4.
Por eso mismo no hubo dudas a la hora de elegir el Toyota RAV4 que nos tocaría probar por las carreteras de la costa catalana y así resolver una duda imprescindible, ¿es suficiente este motor diésel tan modesto para un todocamino de su calibre?
Toyota RAV4 120D 2WD: un diésel muy económico
Estamos ante uno de los motores, híbridos aparte, más importantes para Toyota en esta nueva hornada de productos. En el nuevo Toyota Auris, el 120D me gustó especialmente por su finura – relativa finura para un diésel – y también por su soltura y empuje, que por otro lado se agota pronto, puesto que el par máximo lo alcanza antes de las 2.400 rpm. También, precisamente estos días, estuve probando este motor en un Toyota Avensis que me dejó un poco más frío, puesto que una berlina de su tamaño quizás requiera un motor más potente y versátil. No obstante mi conclusión era la misma, este motor es más que suficiente y encima es muy ahorrador.
En el caso del Toyota RAV4 me dejó mejor sabor de boca, entre otras cosas porque la distribución de las relaciones de cambio me resultó consecuente con su tamaño. Si el Avensis rodaba a 120 km/h en llano y sin demasiada carga por debajo de las 2.000 rpm, el RAV4 sube ligeramente de ese registro, también por el handicap de peso y aerodinámica del RAV4. Por esa misma razón los consumos se resintarán un poco, pero las recuperaciones me resultaron bastante óptimas.
Este RAV4 no es un rey de los kilometrajes sin pasar por la gasolinera, como si lo es el Avensis, pero al menos ha logrado unas cifras de consumos y emisiones muy favorables para su categoría.
Respecto a los consumos sería incapaz de emitir un juicio justo para con el Toyota RAV4, partiendo de la base de que buena parte de los kilómetros que he recorrido han transcurrido en tramos revirados de costa y montaña. Pero sí podemos decir que sus 4,9 litros/100 kilómetros según homologación, son un buen dato. En la práctica, en carretera, como poco haremos consumos en la línea de los 5 litros altos y los 6 litros.
Tanto este 2.0 D-4D tracción delantera como el diésel superior 2.2 D-4D tracción total, están gravados con un 4,75% en el Impuesto de Matriculación. El diésel más potente con transmisión automática y el motor de gasolina ya se verán gravados por un 9,75%, lo cual penalizará su precio. Pero ni de lejos estas últimas serán las opciones más recomendables y según Toyota su cuota de ventas será realmente baja en nuestro país.
Ciñéndonos a los motores de gasolina, existen alternativas de otras marcas que con unas emisiones de CO2 inferiores estarán gravados con una tasa del Impuesto de Matriculación del 4,75% y probablemente su precio final también sea inferior al del Toyota RAV4.
Toyota RAV4 150 4WD: un diésel de referencia y tracción total
Dicho lo cual y dado que esta será la opción más económica en la mayoría de los casos, tanto por su precio de adquisición como por el coste por kilómetro del gasóleo, recomendamos el 2.0 D-4D de tracción delantera para cualquiera que no tenga verdadera necesidad de prestaciones o enfrentarse a la conducción más campera.
No obstante, el 2.2 D-4D tracción total es una opción interesante, también en carretera. El motor de 150 CV empuja con mayor contudencia, aunque también se agota pronto. Su par máximo lo entrega en el rango de las 2.000-2.800 rpm. La tracción total añade peso, pero generalmente no es un lastre ni en aceleración ni en recuperaciones, también por la naturaleza de la transmisión conectable.
El nuevo modo Sport del Toyota RAV4 con tracción total
En condiciones normales el Toyota RAV4 de tracción total envía todo el par disponible al eje delantero. Y esto es así salvo, primero, que conectemos el modo de bloqueo de diferencial (reparte el par equitativamente a velocidades inferiores al 4 km/h, o segundo, que utilicemos el nuevo modo Sport. Mientras el primero está orientado únicamente a salir de un atolladero, por ejemplo asfalto deslizante por nieve o una trialera, el segundo está pensado para las prestaciones en carretera.
Al activar el modo Sport el diferencial central no espera a que se produzca una pérdida de tracción para repartir mayor par al eje trasero, es más, funciona solidario con la dirección para responder a las acciones sobre el volante repartiendo un 10% de par al eje trasero en primer lugar, y más tarde modificar el reparto hasta un 50/50 si se produjera esa perdida de tracción.
Para ser honestos no pudimos tomar mediciones reales de las diferencias existentes, ni tampoco conducir en un entorno controlado en el que apreciar el trabajo del modo Sport. Pero Toyota nos adelanta que este sistema no solo ayuda a mantener un paso de curva más rápido sino también a que el ligero empuje en el eje anterior nos ayude a maniobrar con mayor facilidad y con giros de volante más cortos.
Diésel, 4×4 y con equipamiento intermedio, en torno a 30.000 euros
Para finalizar hablemos de precios. Toyota aún no ha querido confirmarnos exactamente los precios de la gama Toyota RAV4 2013, aún habrá que esperar a marzo para conocerlos. Como referencia os podemos ir adelantando que un Toyota RAV4 diésel y con tracción total con un equipamiento medio, un Advance, estará en torno a los 30.000 euros.
El equipamiento Advance será, con holgada diferencia, el más demandado por los clientes. Un Active con llanta de chapa con tapacubos, que será el más económico asociado al motor 120D será una rareza. Un Exclusive con llantas de 18” se saldrá de lo habitual.
Digamos que estaría en el precio de mercado y similares, por ejemplo, al nuevo Ford Kuga 2013. No está nada mal si tenemos en cuenta que con el nivel Advance ya contaremos entre el equipamiento de serie con paneles y franja del salpicadero cubiertos de piel, sensor de lluvia y de luz, climatizador automático bizona, retrovisor interior electrocromático, Toyota Touch con pantalla de 6,1” y cámara de visión trasera, cromados en parrilla, llantas de aleación Advance, retrovisores exteriores plegables eléctricamente, control de crucero, sensor de presión de neumáticos y modo Sport.
Vídeo del Toyota RAV4
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Nota sobre el vídeo: no se trata de una vídeo-prueba de Diariomotor sino de un reportaje promocional de la marca. Por lo tanto, sirva para ilustrar esta prueba del Toyota RAV4 pero no para definir nuestras impresiones del coche, las cuales quedan por escrito en la presente.
En Diariomotor: Si deseas conocer más acerca de este modelo, te recomendamos nuestro A fondo, sobre el Toyota RAV4 2013 y la siguiente galería de fotos del RAV4.