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Kia Carens, presentación y prueba en Mónaco: alejándose de los tópicos sobre diseño de monovolúmenes

Llega una nueva generación del Kia Carens. Una nueva generación que debutó en el pasado Salón de París y que ahora comienza a llegar a los concesionarios. Todavía no hay precios disponibles para la gama en España del Kia Carens, pero nosotros, hemos viajado hasta Mónaco para ponernos al volante de la nueva generación del monovolumen.

En un segmento en detrimento por la masiva llegada de modelos SUV, Kia apuesta por un importante cambio de imagen, por aires más modernos, por un diseño más dinámico, más “juvenil”, un paso más en ese evidente salto de calidad de la firma, listo para enfrentarse directamente no sólo a la amenaza SUV, que tiene incluso dentro de la propia firma con el Kia Sportage, sino también a modelos europeos con una mayor difusión anterior en este mercado y a la imagen “aburrida” de monovolumen.

¡Arrancamos con la prueba del Kia Carens!

Su diseño: apostando por una imagen más próxima a la de los compactos

Cuando pensamos en un monovolumen pensamos normalmente en un coche cuadrado como máxima expresión de practicidad y espacio interior frente al diseño, que pasa, como poco, a un tercer plano. Un primer vistazo a la línea exterior del Kia Carens nos revela que aquí, el diseño, si ha estado bastante presente en su concepción, que es atractivo dentro del segmento en el que se encuentra y de paso que ha heredado un buen número de detalles de sus hermanos de gama.

Su frontal queda totalmente protagonizado por la parrilla “nariz de tigre”, el elemento de mayor peso en la línea de Kia. Junto a la nariz de tigre, unas grandes ópticas que se prolongan por el lateral hasta casi rozar el pilar A, algo que también hemos visto en modelos como el Kia Venga o el Kia cee’d.

Poco o mejor dicho, nada, queda del diseño del anterior Kia Carens en una gran evolución hacía un diseño muchísimo más favorecedor, mucho más atractivo. Pero sigamos observando su carrocería. Tras esas ópticas que se alargan desde el frontal hacía atrás llegan dos nervios recorriendo el perfil del Carens. Uno superior que llega hasta la óptica trasera y uno inferior con un diseño más curvado que el superior. No podemos pasar por alto tampoco la posición elevada de las ventanas laterales que evitan cierta imagen de monovolumen para aproximarse más a la de un compacto y es que podríamos decir que el diseño del Carens está más próximo al de un compacto que al de un monovolumen.

En su zaga ópticas de diseño horizontal, que también entran en el flanco, como principal reclamo estético, sin pasar por alto la línea de su ventana posterior, que desde dentro imita el diseño de la nariz de tigre o el aplique cromado que une las dos ópticas, el alerón.

Detallando sus dimensiones nos encontramos con una longitud de 4.525 mm, con una anchura de 1.805 mm y una altura de 1.610 mm, contando con una batalla de 2.750 mm.

Su interior: un buen ajuste, equipamiento y acabado

Cada vez que me monto en un nuevo modelo de Kia no puedo evitar recordar el interior de la primera generación del Kia Cerato, de mediados de la primera década del 2000. Y no le recurdo por parecido precisamente, todo lo contrario. Ese salto de calidad, ese cambio, es realmente palpable en todos y cada uno de los puntos de Kia, en su exterior, en el tacto mecánico… y por supuesto en su interior.

Dejemos el pasado y volvamos al interior del Kia Carens. Ajuste eléctrico en estos asientos con tapicería en símil piel, un acabado también en símil piel para el salpicadero, para los guarnecidos de las puertas… muy buen aspecto, aunque preferiblemente en negro, en el acabado más claro que lucía otra de las unidades durante la presentación presentaba un desgaste bastante prematuro, por lo que, siendo además un vehículo con enfoque familiar, mi voto, va para la tapicería oscura.

Buena presencia y buen ajuste del acabado interior, aunque si presionamos, poniéndonos quisquillosos, sobre los guarnecidos de las puertas, sobre el salpicadero, hace acto de presencia de manera muy temprana la cara más dura de estos elementos. En general el acabado es bastante bueno, combinando piel, con plástico brillante y símil de aluminio con un tacto algo gomoso en ciertos botones.

Entrada y arranque sin llave, un considerable navegador (con pantalla de 7 pulgadas), climatizador bizona, freno de estacionamiento electrónico… dan buena cuenta de un interior que no sólo ofrece un buen aspecto y un acabado correcto, sino que además está cargado de extras, como también, se encuentra cargado de huecos portaobjetos, uno de los puntos que más me convenció y más siendo un coche familiar. En las puertas, el hueco central, bajo la consola… Bastante cómo para entrar y poder vaciar los bolsillos. Móvil, llaves, cartera, botellas de agua… hay hueco para todo.

En cuanto a la habitabilidad interior me parece otro de los puntos fuertes. Kia ofrece el Kia Carens en 5 y 7 plazas, ambas recurriendo a la misma carrocería. En mi caso probé sólo la opción de 5 plazas y a pesar de que exteriormente, como comentaba al principio de la prueba, podría parecer más próximo al compacto que al monovolumen, el espacio interior es bastante bueno. 5 adultos pueden viajar con comodidad, buena anchura, buen espacio para las piernas y en el formato de 5 plazas un muy buen maletero, con una capacidad de 536 litros en esta versión, poco más de 100 litros en la versión de 7 plazas (que pueden plegarse manteniendo toda la capacidad original). Plegando la/las filas posteriores de asientos, la capacidad es de 1.694 litros contando además con ganchos o luz extraible (convirtiendose en linterna).

Además del equipamiento citado no faltan tampoco otros detalles como los asientos calefactables y con ventilación y el volante también calefactado, aunque estos elementos podrían saltarse el mercado español. También hay un techo solar practicable disponible, cámara de visión trasera y toma USB y AUX.

Quizá, para mi gusto, el volante multifunción peque de una presencia algo excesiva de botones, pero todo es acostumbrarse tras un uso más prolongado, también me parece mejorable, visualmente, el aspecto de la zona inferior de la consola, la zona del climatizador, aunque al uso, al tacto y por ergonomía se muestra mejor de lo que parece en imágenes. Sin duda está a la altura, sino por encima en ciertos casos, de los rivales europeos.

Dinámica: probamos el bloque diésel de 136 caballos

Durante nuestra prueba en Mónaco contamos con un Kia Carens equipado con el bloque diésel de 1.7 litros y 136 caballos con un par de 330 Nm, bloque que también se comercializa con 115 caballos y un par de 260 Nm y que cuenta con Start&Stop. En gasolina, la gama queda configurada por un bloque 1.6 de 135 caballos y por la alternativa más potente de la gama Carens 2013, el bloque de 2 litros y 177 caballos. Durante la prueba, probamos la alternativa manual, equipada con un cambio de 6 velocidades. También, se encuentra disponible una opción con cambio automático por convertidor de par.

Con este motor diésel, con el 4 cilindros 1.7 de 136 caballos, con 330 Nm entregados entre las 1.750 y las 2.500 rpm, con el cambio manual, el Kia Carens marca un 0 a 100 km/h en 10.4 segundos, con una velocidad máxima de 191 km/h, registrando un consumo medio de 5.4 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 144 g/km.

Repasada la oferta mecánica y en especial el motor que nos acompaña, es el momento de empezar a conducir. Presionamos el botón de arranque, a la derecha del volante, se ilumina la instrumentación dándonos la bienvenida, mención aparte para el grato acabado de la pantalla TFT central, y el motor diésel se pone en funcionamiento. Engranamos primera.

Primero metros con el nuevo Kia Carens y enseguida nos percatamos de que este motor se muestra como la opción perfecta para este modelo. Mueve con soltura el conjunto y sobre todo, ofrece una conducción cómoda, nada exigente con el cambio y que permite una respuesta temprana, ligeramente por encima de las 1.500 rpm, algo que en un intenso uso urbano por las calles de Mónaco se agradece, aunque sí, tengo una pega para esta mecánica y es que me transmitió cierta rumorosidad mecánica de más.

Su cambio ofrece un tacto algo “suelto”. Las transiciones entre marchas no son todo lo fino que podríamos pedir, pero, tal sensación viene más dada por un tacto excesivamente blando, pensado totalmente en el confort, que por un un cambio poco preciso, por lo que a pesar de esa sensación inicial, el accionamiento es totalmente correcto y sobre todo cómodo en ciudad.

En cuanto a su dirección, es ajustable en tres niveles, ofreciendo un tacto normal, un tanto blando, un tacto muy asistido, ideal para maniobras a muy baja velocidad o en parado y por último un tacto deportivo bastante óptimo cuando abordamos una carretera, aunque, finalmente, el mayor tiempo de uso lo haremos con el modo normal que si bien muestra un valor de asistencia bastante alto no llega a ser incómoda y desde luego, en este tipo de vehículos no precisamos un tarado más duro y que transmita más.

Con las suspensiones ocurre algo similar a lo visto con el cambio o la dirección. Nuestro principal recorrido, abordando las calles de Mónaco, nos reveló una suspensión realmente cómoda, que absorbe a la perfección badenes y baches, pensada totalmente de cara al confort de los ocupantes. Perfecto en un modelo así. Ofrece ciertos balanceos en carretera, pero desde luego no demasiado reseñables más si tenemos en cuenta el enfoque familiar del modelo. De nuevo, el confort por delante, aunque ofreciendo un nivel óptimo en la dinámica.

Con el Volkswagen Touran en el punto de mira

En poco más de un mes el modelo comenzará a comercializarse. Por ahora, la firma no nos ha facilitado detalles de la gama y opciones para el mercado español, pero durante la charla posterior a la presentación, tras “patear” Mónaco a lomos del nuevo Kia Carens, conociendo los detalles desde los responsables de la marca allí presentes, quedo bastante patente que el Volkswagen Touran parece ser el “modelo a batir” por el Carens, optando por buscar una imagen más “joven”, por apelar a que un vehículo familiar, un monovolumen no tiene porque ser aburrido.

No faltó tampoco en petit comité una mención al Kia Provo, la esperada pregunta de “¿qué va a pasar en el futuro con este modelo?”. La respuesta de Kia es que tras este modelo, tras los últimos concepts, se esconde la búsqueda, un examen a la opinión pública, sobre la posible llegada de un SUV compacto, pero también un posible coupé y lo que más interesante me resultó, un posible rival para el Mini.

Kia Carens: presentación y prueba en Mónaco

En diseño desde luego consiguen transmitir una imagen bastante acorde a esta filosofía, su interior está muy bien acabado, con una buena dosis de extras y con bastante espacio. El motor diésel de 136 caballos que hemos probado durante nuestra estancia en Mónaco ofrece todo lo que un coche de estas características demanda. Comodidad de uso, prestaciones desde una franja nada exigente, una buena respuesta… un producto que como apuntaba puede medirse cara a cara con los modelos europeos, batiéndolos en muchos casos.

En Diariomotor: Kia Carens 2013, porque existe vida más allá del Sportage| Kia Carens 2013: motores y habitabilidad, a fondo

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Mario Herraiz

Apasionado del motor, llevo sobre ruedas desde que a los 14 años me monté encima de una moto. Después llegaron los coches, la afición por la fotografía y más tarde el periodismo y con ello la posibilidad de convertir mi pasión en trabajo. Seguir leyendo...

Perfil elegante Kia Carens que destaca su diseño dinámico.
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El Kia Carens es un monovolumen mediano de 5 puertas, con 5 plazas + 2 opcionales de emergencia

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