El BMW X5 F15 ya ha sido presentado y podremos apreciarlo en toda su gloria en el Salón de Frankfurt. Esta tercera generación – muy evolucionaria con respecto al X5 saliente – contará con versiones deportivas X5 M con toda seguridad, aunque aún no ha sido presentada. El escalón de acceso a la deportividad SUV lleva el nombre de BMW X5 M50d. Desarrollado por M Performance Automobiles – a caballo entre BMW y BMW Motorsport – equipará el renombrado motor 3.0 turbodiésel de tres turbos y un pack estético M Sport en su carrocería.
Su motor es sin duda uno de los turbodiésel más potentes a la venta en un turismo. Con una configuración de seis cilindros en línea, tiene sólo 3 litros de cubicaje, pero está masajeado por nada menos que tres turbocompresores. Dos turbocompresores de baja inercia aportan una respuesta instantánea a bajas vueltas, mientras que el turbo de mayor tamaño se encarga de que la fiesta no decaiga a altas vueltas. Es un propulsor capaz de superar las 5.000 rpm sin una aparente caída de potencia, muy elogiable para un diésel.
Aplastante, poderoso y rápido: 381 CV turbodiésel y tres turbos
El resultado son unos mareantes 381 CV a 4.000 rpm y un monstruoso par máximo de 740 Nm entre 2.000 y 3.000 rpm, con un sonido tan afinado que no diríamos que es un diésel. Esta maravilla de la ingeniería con 127 CV/litro de potencia específica – idéntica el 4.4 V8 TwinPower Turbo de M5, M6 y compañía – también se monta en el X6 M50d y en el BMW M550d xDrive, en el que logra un 0 a 100 km/h de 4,6 segundos: sólo 0,4 segundos más lento que un BMW M5 con 560 CV de potencia en gasolina. Ahí queda eso…
Ya que el BMW X5 F15 es un vehículo algo más ligero que su homólogo saliente, sus prestaciones mejoran. El anterior X5 M50d hacía un 0 a 100 km/h de 5,4 segundos, su predecesor logra la misma cifra en sólo 5,3 segundos. Quizá el dato más impresionante es que su consumo de combustible es de sólo 6,7 l/100 km, una cifra irrisoria para las prestaciones que arroja y un peso de en torno a dos toneladas. Las emisiones de dióxido de carbono del BMW X5 M50d son de sólo 177 g/km, cifras más propias de compactos, y hace no tantos años.
El propulsor cumple la normativa Euro6 gracias a un avanzado sistema de catalización selectiva, que BMW denomina BluePerformance. La potencia pasa a las cuatro ruedas mediante un sistema inteligente xDrive de tracción total permanente y una caja de cambios automática de ocho relaciones. A nivel de dinámica se beneficia de varios juguetes de BMW Motorsport, sin llegar a ser un vehículo Motorsport al completo. Con todo, de serie disfrutará de la suspensión adaptativa electrónica Dynamic Damper Control, con suspensión de aire en el eje trasero.
El pack opcional Dynamic incluye el sistema Dynamic Performance Control con estabilización activa Dynamic Drive. De su kit M Sport ya os ha hablado mi compañero Mario, agresivo, afilado y con unas preciosas llantas de aleación ligera de 19 pulgadas. En color blanco es especialmente bonito, y sus paragolpes deportivos mejoran el aspecto general del SUV, que en su versión estándar es muy personal. En el interior del SUV además de emblemas en los vanos de las puertas, tenemos un nuevo volante deportivo de tres palos y unos asientos deportivos con un ribeteado específico.
Muy bonitos, pero posiblemente hagan que la factura final suba considerablemente… Más detalles y el precio final serán posiblemente desvelados en el Salón de Frankfurt.
Se pondrá a la venta en noviembre en el Viejo Continente.
Fuente: Autoevolution
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