En mis manos están las llaves de un GTI, en este caso en un envase más pequeño de lo habitual, el de un Volkswagen Polo. Para diferenciarlo del resto de motores de la gama Polo no es necesario buscar los emblemas GTI en la parrilla frontal y en el portón trasero. Con un ligero vistazo a sus llantas de 17” diseño Denver, su kit de carrocería y spoiler bastante comedidos y las inserciones de la parrilla y las pinzas de freno en rojo, nos percataremos de que estamos ante todo un Volkswagen Polo GTI. Su estética es deportiva pero comedida, sin buscar – ni mucho menos – que el resultado traspase la línea de lo macarra.
Conociendo de buena tinta lo que significan estas siglas para Volkswagen, no podemos evitar prejuzgar las aptitudes de este utilitario picante. Un GTI – independientemente de que este sea Polo o Golf – colmará las expectativas deportivas de la mayoría de los clientes, por potencia y prestaciones, pero también por otros aspectos como el tarado del chasis y la dirección. En cierta medida un GTI también es una referencia para todos sus rivales, pero ya sabemos que ni mucho menos el Volkswagen Polo GTI será el más potente o radical de su categoría.
Y hablaremos de ello porque la verdadera excusa para realizar esta prueba ha sido nuestra comparativa de pequeños GTI, en la que el Polo GTI se enfrenta a los nuevos Ford Fiesta ST, Peugeot 208 GTI y Renault Clio RS y al incombustible Mini John Cooper Works.
¿Qué lo diferencia de cualquier otro Polo por fuera?
Como ya adelantábamos al comienzo de esta prueba, el Volkswagen Polo GTI se diferencia por numerosos detalles, en el exterior y en el interior, que acentúan ese toque deportivo pero comedido y también el espíritu retro – sobre todo con los tapizados a bordo – que Volkswagen busca para sus GTI.
El chasis ha sido rebajado 15 milímetros, los parachoques cuentan con un diseño más deportivo, las llantas de 17” de cinco pétalos, las pinzas de freno rojas, la parrilla en nido de abeja y los perfiles rojos, el doble tubo de escape cromado a la izquierda, las inscripciones GTI, detalles muy atractivos pero incluso discretos si los comparamos con alguno de sus rivales.
Más allá de lo estético y de lo deportivo, mencionaremos que este Volkswagen Polo GTI cuenta de serie con faros bi-xenón autodireccionales con luz diurna LED. Por 855 euros podemos completarlo con un techo solar practicable, no demasiado grande, pero con la ventaja de que cuenta con un sistema de apertura eléctrico.
A bordo, este Volkswagen Polo es sencillo, muy retro y muy GTI
A bordo se ha optado por detalles de estética retro, casi intemporal. Prestemos atención a los tapizados de tela con cuadros escoceses que harán las delicias de los amantes del espíritu GTI. No obstante, por algo menos de 1.000 euros podremos configurar un tapizado de tela en Alcantara opcional más confortable, elegante y moderno.
Al ponerte al volante del Volkswagen Polo GTI comprobarás que sus dimensiones son ideales para un pequeño utilitario picante como este, no es grande, pero tampoco demasiado pequeño. El recubrimiento de piel del aro es cómodo y agradable y nuestra mano se adapta bien a su ergonomía y a las costuras rojas que lo rematan. Por otro lado, el volante está achatado por abajo, una reminiscencia de algunos deportivos y coches de carreras que requerían de tal cosa por cuestiones prácticas, para facilitar que el conductor tomase asiento. Obviamente, en un Polo GTI, la única virtud de un volante achatado por debajo es fomentar la estética deportiva, de hecho en ciertas maniobras puede resultar incluso incómodo.
El Volkswagen Polo GTI también incluye de serie el climatizador automático Climatronic, el sensor de lluvia y un equipo multimedia con pantalla táctil TFT y seis altavoces. Opcionalmente podemos instalar un navegador con pantalla táctil (1.195 euros)
Potencia y prestaciones adecuadas condicionadas por el cambio DSG de serie
El Volkswagen Polo GTI está equipado con un motor 1.4 TSI, turbo, que desarrolla 180 CV de potencia. No es tan potente como algunos de sus rivales, que rondan los 200 CV, pero es cierto que sus prestaciones teóricas no difieren mucho del resto y alcanza una velocidad máxima de 229 km/h y un 0 a 100 km/h en 6,9 segundos. Estas cifras también son muy parecidas, aunque algo más bajas, que las del nuevo Volkswagen Golf GTI.
La entrega de potencia del Polo GTI no es brutal, pero sí constante hasta prácticamente las 7.000 revoluciones y suficientemente fuerte a bajo régimen. En aceleración también resulta especialmente progresivo por el mero hecho de contar – de serie y sin alternativa posible – con un cambio automático de doble embrague, el DSG de 7 velocidades. La transición entre marchas es rápida y sin tirones, incluso cuando elevamos el régimen del motor cerca del corte.
Al combinar un motor de baja cilindrada, sobrealimentado y una caja de cambios con una séptima muy larga y pensada para ahorrar en autopista, los consumos de este Polo GTI son realmente contenidos. Homologa 5,9 litros/100 kilómetros, entre los más bajos de su categoría. Y como pude comprobar durante nuestras pruebas, a 120 km/h de marcador, con poca carga y dos pasajeros, en un recorrido de varios cientos de kilómetros, los consumos se mantuvieron siempre por debajo de los 6,5 litros/100 kilómetros. Es un dato realmente bueno para un utilitario de enfoque deportivo como este.
Dinámica impecable pero comedida, rehuyendo un tarado de chasis radical
Ya hemos visto que el Volkswagen Polo GTI es potente, que sobre el papel sus prestaciones no son la referencia, pero tampoco tienen nada que envidiar a las de sus rivales. En la práctica, tal y como pudimos comprobar en esta comparativa, el Polo GTI es el más dócil y sobrio de su categoría. Hubiéramos deseado un menor filtro en la dirección o que demostrase un espíritu más racing y deportivo en lo contundente de sus reacciones o simplemente en el sonido del motor y la línea de escape. El sonido ronco que también apreciábamos en el anterior Golf GTI y los gorjeos del escape, siguen presentes, pero ni mucho menos goza del carácter de un Fiesta ST o un Clio RS.
Un mejorable tacto en la dirección y un chasis con un tarado un tanto suave, apremian la llegada de subvirajes, también cierta falta de aplomo y control al afrontar irregularidades del asfalto o urgentes cambios de trayectoria (por ejemplo una maniobra esquiva).
En general el Volkswagen Polo GTI se vislumbra también como el más cómodo y práctico para el día a día. Está claro que Volkswagen tiene muy claro el territorio de sus GTI y que la puesta a punto más radical y deportiva se ha reservado para el escalón superior, el Volkswagen Polo R WRC, que se comercializa en una tirada limitada y con un precio como mínimo 10.000 euros superior al de este GTI.
Bien equipado de serie y con carrocería de tres y cinco puertas
El precio base de un Volkswagen Polo GTI es de 25.540 euros, aunque con las promociones actuales (que al menos se han prolongado a lo largo de los últimos meses) cuenta con descuento de 1.940 euros (Más Polo) y un descuento adicional de 1.260 euros que corre a cargo de la marca y el concesionario. De esta forma podemos hacernos con un Volkswagen Polo GTI por 22.340 euros, un precio que haría que estuviera en clara ventaja respecto a sus rivales, puesto que recordemos que de serie ya cuenta con cambio automático DSG. Estaría muy cerca también del Ford Fiesta ST, uno de los más económicos de su categoría con un precio desde 21.750 euros.
A diferencia de los rivales analizados en nuestra comparativa, que solo se comercializan con carrocería de tres o cinco puertas, el Volkswagen Polo GTI puede adquirirse con carrocería de tres puertas y alternativamente con carrocería de cinco puertas por 660 euros adicionales.
Por último, recordar que este modelo solo puede configurarse con cuatro tonos de carrocería y el único que no supone un coste añadido es el Rojo Flash, mientras que el resto serán opcionales: Blanco Candy (185 euros), Blanco Oryx efecto nácar (915 euros) y Negro Profundo efecto perla (405 euros).
Ficha técnica Volkswagen Polo GTI
En Diariomotor: Comparativa “Pequeños GTI” | Volkswagen Polo Blue GT: ¿es una buena alternativa al GTI?