El nuevo Peugeot 308 SW es un coche francamente redondo. Derivado del 308 5 puertas y construido sobre la plataforma EMP2 con 33 cm más de longitud total, el 308 SW aporta un plus notable en capacidad de carga y habitabilidad sin perder prácticamente nada del brillante comportamiento que caracteriza al compacto francés.
La presentación de este modelo viene acompañada de nuevos motores diésel y gasolina y nuevas opciones de equipamiento, de los que daremos buena cuenta en la segunda parte de esta prueba. No obstante, podemos adelantar ya que tanto el nuevo 1.2 THP tricilíndrico de gasolina con 130 CV como el 1.6 BlueHDI de 120 CV nos han dejado gratamente sorprendidos, tanto en respuesta como en eficiencia.
Ya se admiten pedidos y las entregas comenzarán en mayo 2014.
Cuando acudes a una presentación, a veces es evidente que una marca quiere que pruebes muy a fondo su coche. Si la presentación es en la región de Normandía (norte de Francia) por carreteras sinuosas y autopistas y puedes conducir casi 400 km durante 2 días, la cosa pinta excepcionalmente bien.
Peugeot 308 SW: diseño exterior y habitabilidad
La versión SW del Peugeot 308 es notablemente más larga que el compacto del que deriva, concretamente son 33 cm más de longitud y 11 cm más de distancia entre ejes. Con respecto al anterior 308 SW, ahora contamos con 8 cm más de longitud y 6 cm menos de altura, lo que le da un aire bastante más dinámico al nuevo modelo, aparte de bajar el centro de gravedad.
Estéticamente, los diseñadores parecen haber centrado sus esfuerzos en “disimular” esa gran distancia entre ejes y en compactar visualmente una longitud que alcanza los 4.585 mm de longitud total. En mi opinión el resultado es bastante satisfactorio, con una trasera muy coherente con el resto del coche, aunque en la vista de perfil sí se aprecia un coche un tanto “alargado” cuyas proporciones no son tan armoniosas como las del compacto.
Como siempre, ahí están las fotos para que cada uno saque sus conclusiones.
A pesar del incremento en términos de longitud, el nuevo 308 SW pierde las 2 plazas extra con las que contaba su antecesor en el maletero, por lo que pasa a ser un 5 plazas estricto. Los pasajeros de la banqueta trasera irán más desahogados que en el compacto y el maletero es mucho mayor, pero si queremos un 7 plazas tendremos que irnos al 5008.
En comparación de nuevo con su antecesor, el antiguo 308 SW y gracias a la adopción de la plataforma EMP2, Peugeot logra reducir la masa total en 140 kg en versiones equivalentes, lo que nos da una idea de la ganancia en consumos, dinámica y prestaciones que supone el nuevo modelo. Un coeficiente aerodinámico Cx de 0,28 contribuirá también a una mejor eficiencia.
Con todos estos cambios, el maletero se va a los 610 litros (con todos los asientos en su sitio) y puede alcanzar los 1.660 l con la banqueta trasera abatida. La banqueta trasera no se puede desplazar longitudinalmente para escoger entre maletero o espacio para las piernas, pero a cambio ofrece una superficie muy plana y bastante baja una vez se abaten los respaldos.
La capacidad de carga con o sin asientos traseros es excelente, como muestran las cifras. A pesar de que Peugeot lo presenta como el maletero más grande de la categoría (mostrando una tabla con sus principales rivales) en realidad sí se ve superado por el Honda Civic Tourer, con sus 624 litros de maletero que pueden llegar hasta 1.688 con asientos abatidos, si bien cabe recordar que el Civic lleva el depósito de combustible bajo los asientos delanteros. Dicho esto, no creo que esa estrecha diferencia deba ser el factor que decante la compra de un coche como este, tampoco frente a los rivales que se quedan unos pocos litros por debajo.
Peugeot 308 SW: calidad y estética interior
Entrando ya en el análisis del interior del coche y comenzando por las calidades, el cambio con respecto a la anterior generación es a mejor en cuanto a materiales y ajustes. El 308 es tremendamente silencioso en todas sus variantes, pero no sólo porque el motor está bien aislado sino porque no hay el más mínimo ruido de acabado. Por asfalto irregular, incluso sobre adoquines no hay crujidos ni holguras, sólo silencio interior, dando la sensación de que el nivel de calidad general es muy alto.
En cuanto al tacto de superficies, tapicerías y mandos, el 308 también está a la altura de las circunstancias. La parte superior del salpicadero es acolchada y tiene una buena calidad visual. Los satélites tienen un buen tacto amortiguado, tal vez con la excepción del control de velocidad que es el clásico mando gordo de Peugeot que nunca me ha convencido. Apenas hay botones u otros mandos fuera de la pantalla, así que será ésta la que canalice casi todas nuestras interacciones con el coche.
Con respecto a esa gran pantalla central, como toda solución de diseño presenta una serie de ventajas e inconvenientes. En este caso y dentro de la tendencia universal de sustituir hardware por software, el grupo PSA parece haber adoptado la solución más extrema con su pantalla de 9,7”, donde se agrupa absolutamente todo.
Como ventajas, yo diría que el aspecto minimalista que presenta el salpicadero es la principal de ellas. Es difícil imaginar un interior más limpio o más simplificado, teniendo en cuenta la cantidad de funciones que habremos de manejar.
El hecho de centrarlo todo en una pantalla táctil supone al mismo tiempo un ahorro notable en componentes, complejidad y costes (al menos para el fabricante) lo que debería traducirse en precios para el cliente (habría que verlo con los costes de Peugeot delante, claro). Como mínimo, estamos eliminando multitud de cables, botones, mandos rotativos y peso, que quedan remplazados por una gran pantalla y un cerebro electrónico.
La pantalla aglutina las funciones de navegador, climatizador, ordenador, configuración del coche, equipo de audio, teléfono y aplicaciones. Cada una de ellas ocupa toda la pantalla en el momento de su uso, por lo que no podremos manejar simultáneamente más que una de estas funciones. La solución a este problema toma la forma de una franja horizontal en la parte superior, donde son visibles en todo momento los indicadores principales (temperatura exterior, reloj, climatizador y audio) para no perderlos de vista en ningún momento.
La conexión, desconexión y control del volumen del equipo de audio se ha mantenido en un mando circular externo, con muy buen criterio desde mi punto de vista y sin relación con el apagado de la pantalla. Tal vez sea ese el mando más usado en una consola central, una buena razón para perdonarle la vida.
Como inconveniente de la gran pantalla multifunción yo mencionaría la “usabilidad para todos los públicos”. No es que sea difícil de usar, que no lo es, pero sí creo que una pantalla digital sigue imponiendo cierto respeto a determinado tipo de público, sobre todo a partir de determinadas edades en las que la soltura en el manejo de un Smartphone no termina de calar del todo. El mercado hablará al respecto.
Otro inconveniente, tal vez más claro, de una pantalla plana frente a mandos físicos es que eliminamos el uso sin mirar, que sí podemos hacer de los mandos físicos. En un salpicadero convencional, giramos un mando rotativo para subir un grado la temperatura seleccionada y muchas veces lo hacemos simplemente tocando y girando.
En una pantalla plana, por el contrario, todo se reduce a mirar y apuntar con el dedo ciertos dibujos, apartando la vista de la carretera bastante más tiempo y bastantes más veces. Yo la veo como un elemento de cierta distracción y personalmente mantendría como físicos al menos los mandos de la temperatura interior y tal vez algún control más sobre el equipo de sonido, dejando en los menús y submenús lo menos habitual.
El i-Cockpit de Peugeot: ventajas e inconvenientes de un volante diminuto
En el apartado de ergonomía, merece mención especial el llamado i-Cockpit de Peugeot, denominación comercial para describir el diminuto volante y el cuadro de mandos en la parte superior. Aquí hay opiniones para todos los gustos así que voy a intentar describirlo en detalle antes de sacar conclusiones.
Para empezar, el hecho de que el volante sea muy pequeño es bastante agradable y nos da una sensación de control y agilidad superiores, como si estuviésemos conduciendo un coche de juguete. La postura de conducción es levemente diferente a un coche convencional, con el volante algo bajo para permitirnos ver el cuadro de mandos superior. Esta posición nos permite llevar los brazos algo más bajos y favorece la circulación sanguínea, evitando en gran medida el cansancio de brazos a lo largo de los kilómetros.
Como contrapartida, como siempre que alguien se sale de los cánones establecidos, aparecen pequeños nuevos problemas derivados de esta originalidad. El primero es que el cuadro de mandos es necesariamente muy pequeño y sus relojes (lastrados por un diseño algo saturado) son difíciles de leer. Su posición elevada nos facilita la lectura, pero un buen diseño más sencillo y legible nos la facilitaría aún más.
Otro problema derivado del diminuto volante es que, al estar casi totalmente lleno por el airbag, no nos permite ver los satélites que hay detrás de él, que habrá que operar al tacto. No sabemos en qué posición están las luces o los limpiaparabrisas, y el control de velocidad (abajo, a la izquierda) resulta por completo invisible para el conductor. Habrá que aprender a manejarlo por prueba y error para saber lo que hace cada botón, o lo que es mucho peor, leyendo el manual del coche, signo inequívoco de un mal diseño cuando hablamos de funciones habituales.
En conjunto el i-Cockpit de Peugeot, presente ya en gran parte de su gama, me ha convencido bastante tanto desde el punto de vista ergonómico como estético, tanto más cuantos más kilómetros he hecho. Creo además que las pequeñas pegas que tiene son temas fáciles de mejorar (poniendo el control de velocidad sobre el volante, eliminando el velocímetro analógico que ahora mismo ya es redundante con el digital central y aprovechando mejor el estrecho cuadro) y empiezo a creerme que tal vez pueda ser una fórmula sostenible a largo plazo para la marca.
Su aceptación en el mercado tendrá la última palabra.
Peugeot 308 SW: Comportamiento dinámico
Llegamos a uno de los puntos fuertes tradicionales de Peugeot. En el caso de Peugeot 308 SW hemos podido comprobar que no solamente es un coche cómodo para la familia y muy bien plantado en la carretera, también es un coche muy divertido y agradable de conducir.
Tratándose de un coche familiar, el equilibrio alcanzado por Peugeot entre confort y comportamiento es, para mi gusto, ideal. La prueba tuvo lugar en gran parte en carreteras secundarias por la campiña francesa, con asfalto de calidad variable y abundantes curvas, además de largos tramos de autopista. Todo ello nos permitió exprimir a fondo las posibilidades de su chasis durante muchos kilómetros, lo cual me permite tener una sensación muy completa y una opinión fundada al respecto, a pesar de ser una presentación y no una prueba más larga.
En línea recta y a alta velocidad, el coche es cómodo y silencioso, apoyado por unas relaciones de cambio más que desahogadas en todas sus versiones. Resulta sencillo mantener el coche en el carril a cualquier velocidad y la mayor distancia entre ejes refuerza esta sensación.
En curvas el 308 SW se muestra ágil, con una leve tendencia subviradora en un comportamiento en general bastante neutro. Lo que más me ha gustado es lo ajustable que resulta la trazada con acelerador y freno y lo fácil que es jugar con el coche en zonas viradas. Es francamente divertido y agradecido, aunque a primera vista tal vez no esperaríamos eso de un coche familiar.
En cuanto al tacto de la dirección, se echa en falta algo más de información en el volante, pero es directa y precisa, acompañando la sensación positiva general de la dinámica del coche. El pequeño volante se suma a la sensación de diversión a sus mandos y en conjunto la experiencia es muy buena.
Llevando las cosas al extremo, curiosamente el límite de adherencia es relativamente bajo y resulta fácil sacar el eje delantero e incluso levemente el trasero de su trayectoria cuando forzamos las inercias. Todo ello no se traduce en una sensación de inseguridad, sino en importantes dosis de diversión controlable para el conductor. Este es un coche para quienes les gusta conducir y disfrutan al volante.
Comparación con el 308 compacto
Resulta inevitable establecer la comparación con su hermano compacto con sus 33 cm menos de longitud y sobre todo los 11 cm de diferencia en la distancia entre ejes. ¿En qué se traduce esa extensión del 308 SW? ¿Es mejor comprar uno u otro?
Comenzando por la practicidad y aunque resulte algo obvio, el SW estaría indicado para aquellos que valoran mucho una gran capacidad de maletero, que pasa de unos buenos 420 a nada menos que 610 litros con todos los asientos en su sitio.
En cuanto a las plazas traseras, se aprecia una mayor amplitud en el SW tanto en altura al techo como en espacio para las piernas (+3 cm oficialmente para esta última cota), pero además la forma de la puerta trasera lo hace bastante más accesible que el compacto. Meter un niño en una silla, por ejemplo, sería un poco más fácil en el familiar por esta razón, aunque la diferencia es mínima y el espacio para las piernas no es algo muy valorado cuando hablamos de pasajeros que no llegan con los pies al suelo.
Por otra parte, la mayor longitud del 308 SW lo hace claramente más difícil de aparcar y su manejo en ciudad se verá, en general, penalizado.
En lo tocante al comportamiento y aunque parezca algo extraño, ambos coches se comportan de forma muy similar en toda circunstancia. Las diferencias son de matiz y sólo buscando los límites apreciamos una mayor agilidad en el 308 corto y sobre todo una mucho menor tendencia a sacar el eje trasero de su trayectoria, ni siquiera provocándolo con fuertes dosis de freno en curva.
Mi conclusión es que son básicamente la necesidad de maletero y, si acaso, la estética que más nos guste, las que deberían decantar la balanza, pero no la respuesta en general del coche que es básicamente la misma en sus dos versiones.
Y hasta aquí por hoy, en la segunda parte de esta toma de contacto os hablaremos de las interesantes novedades en cuanto a motores que presenta el nuevo 308 y que podrán incorporar tanto la version SW como la versión compacta y haremos un desglose de precios oficiales para toda la gama.
En Diariomotor: Peugeot 308, presentación y prueba en Francia: análisis de su dinámica, gama y precios | Peugeot 308, presentación y prueba en Francia: un gran salto en diseño y calidad