La expectación que está generando el nuevo Volvo XC90 no es infundada. Os puedo dar cuatro razones, aunque también podríamos alargar la lista mucho más, de por qué merece la pena que sigamos muy de cerca el lanzamiento de este SUV. Primero, supondrá el inicio de un nuevo lenguaje estético para Volvo, interior y exterior. Segundo, probablemente se convierta en el coche más seguro de la historia, y no exageramos. Tercero, dispondrá de una gama de motores inédita, todos ellos con cuatro cilindros y hasta 400 CV de potencia. Cuarto, utilizará por primera vez la plataforma modular de Volvo, la Scalable Product Architecture (SPA) que se extenderá a prácticamente todos los modelos de la marca en los próximos años. Y de eso quiero hablaros hoy.
Volvo nos asegura que la Scalable Product Architecture cambiará por completo su manera de construir coches. No es para menos. Al utilizar una plataforma flexible, capaz de adaptarse a un amplio espectro de modelos, segmentos, tamaños y mecánicas, supondrá un ahorro importante en desarrollo y adaptación de las líneas de ensamblado para Volvo. Eso se traduce en rentabilidad y también podría conllevar el lanzamiento de modelos inéditos para la marca sueca, puesto que con esa ventaja competitiva también podría facilitarse la viabilidad de proyectos que hasta ahora no se hubieran planteado.
El Volvo XC90 que se estrenará el año que viene, y que conoceremos en un par de semanas, utilizará alrededor de un 90% de componentes de nueva factura. Es la consecución de un proyecto que comenzó hace cuatro años, la transformación de una marca, con una partida presupuestaria de 11.000 millones de dólares y el foco puesto en prácticamente todos los aspectos que atañen al desarrollo de un automóvil: diseño, motores, tecnología, confort, arquitectura y, por supuesto, seguridad, uno de los grandes valores de Volvo.
La Scalable Product Architecture ofrece mayor libertad a los diseñadores, que ya no estarán tan limitados por las cotas originales de una plataforma concreta. Es decir, tendrán mayor libertad para ajustar el tamaño de la batalla, los voladizos, la altura, la anchura, la posición del capó, etcétera, sin que el proyecto deje de ser viable. Todos los modelos Volvo que adopten esta arquitectura podrían producirse en la misma línea de ensamblado de la fábrica sin adaptaciones, o con mínimas adaptaciones.
El desarrollo de plataformas modulares se ha convertido en una de las máximas prioridades para la mayoría de los fabricantes. El caso más representativo lo tenemos en la plataforma MQB de Volkswagen estrenada por la última generación de Volkswagen Golf. Esta plataforma se utilizará en decenas de modelos del grupo, desde los Skoda más modestos hasta la gama media de Audi.
Y aunque Volvo aún se muestre un tanto reacia a hablarnos de nuevos productos que no sean el Volvo XC90, no te quepa la menor duda de que en los próximos años habrá sorpresas. La oleada de prototipos que nos han presentado en los últimos años no era de cara a la galería, ni un farol, sino la muestra de las posibilidades que ofrecerá la Scalable Product Architecture. Y para muestra, un botón. Estos son los prototipos que se han dado a conocer en los últimos años.
Coupé | Volvo Concept Coupé: no es nada descabellado pensar que en los próximos años podríamos ver en la calle un nuevo coupé compacto inspirado en el P1800. |
Shooting Brake | El Volvo Concept Estate también nos demostró que los suecos quieren seguir extendiendo su oferta de familiares. Se está hablando de un familiar más lujoso y distinguido, pero a la vista de este prototipo, ¿quién no daría lo que fuera por ver un Volvo shooting-brake de tres puertas? |
Nuevos SUV | El Volvo XC Concept es el adelanto más cercano que tenemos del nuevo XC90. Pero con esa carrocería de tres puertas no podemos evitar imaginarnos que Volvo también podría estar pensando, y acertaría si trabajase en ello, en un crossover más compacto, que con estilo y distinción – y quién sabe si tres puertas – atacase al Evoque. |
Fuente: Volvo
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