Que una marca como Range Rover, con sobrada experiencia en la construcción de buenos SUV y, sobre todo, buenos todoterreno, haya decidido liarse la manta a la cabeza y desarrollar un todocamino con una concepción extremadamente deportiva, el más rápido en Nürburgring, debería llevarnos a reflexionar. ¿Existe un nicho para el SUV con aspiraciones deportivas? Sí, existe. ¿Qué sensaciones y habilidades aportan este tipo de automóviles? ¿Qué opciones existen en el mercado? Te lo contamos a continuación.
Antes de seguir hablando tenemos que encontrar un razonamiento que nos pueda llevar a elegir un SUV deportivo. La concepción original de un todocamino es contraria a la esencia de un deportivo. Sus dimensiones, sus cotas, su altura, responde a la necesidad de un vehículo apto fuera de pista. Para compensar ese handicap y mejorar su aplomo en carretera, estos modelos cuentan con suspensiones rebajadas y refuerzos en chasis y carrocería, pero sobre todo mucha potencia, para compensar los kilitos de más de su cuerpo, y un aspecto generalmente muy agresivo, que quizás sea una de las claves que más anime a los compradores a optar por uno de ellos.
¿Por qué un SUV deportivo?
En muchos aspectos, un SUV deportivo es como un campeón de culturismo compitiendo en los cien metros lisos. Al rebajar el chasis y añadir aditamentos a su carrocería pensados en la carretera, estos modelos pueden ver mermadas sus aptitudes fuera del asfalto. En pista, no serán tan rápidos ni ágiles como un deportivo de su potencia.
Pero en cualquier caso, vaya por delante que son bestias rápidas, muy rápidas, y que su comportamiento fuera del asfalto seguirá siendo mejor que el de cualquier turismo de a pie. No te olvides de que los neumáticos siguen siendo uno de los aspectos que más condiciona las aptitudes en el campo de un automóvil. Estos SUV deportivos gozan de efectivos sistemas de tracción total, pero también suelen venir equipados con llantas y neumáticos pensados para ofrecer su mejor rendimiento sobre el asfalto y no para sortear obstáculos o hacer trialeras.
Range Rover Sport SVR: 550 CV de potencia
El Range Rover Sport SVR se erige como el Land Rover más rápido y potente de la historia. Su corazón es el motor de ocho cilindros sobrealimentado por compresor volumétrico del Jaguar F-Type Coupé R, es decir, el 5.0 V8 Supercharged de 550 CV. Es capaz de alcanzar los 260 km/h, aunque probablemente alcanzaría una velocidad mayor si no estuviera capado por un limitador electrónico. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y fue capaz de marcar un tiempo en Nürburgring de 8 minutos y 14 segundos, un registro similar al de un Mercedes C 63 AMG, ¡casi nada!
Porsche Cayenne: 520 CV de potencia
Pero el rey, a la hora de hablar de prestaciones, sigue siendo el Porsche Cayenne. El más rápido y deportivo del recientemente actualizado todoterreno de Stuttgart, es el Porsche Cayenne Turbo. Cuentan con 520 CV de potencia extraídos de su motor V8, que le permiten alcanzar los 279 km/h y realizar el 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Su precio arranca en torno a los 150.000€, casi casi lo que cuesta un Porsche 911 GT3. En los últimos años hemos llegado a ver incluso una versión más potente y de concepción muy deportivo, el Cayenne Turbo S, que llegó a los 550 CV de potencia.
Mercedes ML 63 AMG: 525 CV de potencia
Mercedes-Benz también dispone de un buen todocamino deportivo, avalado por la firma AMG. El Mercedes ML 63 AMG también aprovecha las bondades de un V8 ensamblado en Affalterbach, con 525 CV de potencia, un 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y su velocidad máxima limitada a 250 km/h. Si lo quieres, tendrás que poner sobre la mesa como mínimo 127.375€. Y por cierto, Mercedes-Benz también dispone de otras bestias, como un Mercedes GL 63 AMG (557 CV | 0 a 100 km/h en 4,9 segundos) o un Clase G 65 AMG con motor de doce cilindros y ¡612 CV de potencia!
Jeep Grand Cherokee SRT: 468 CV de potencia
Aunque por lo visto pueda parecer que los alemanes monopolizan en gran parte este nicho de mercado, los estadounidenses son expertos en la construcción de SUV extremadamente potentes y rápidos. El Jeep Grand Cherokee SRT es un buen ejemplo de ello. Hablamos de una bestia equipada con el motor 6.4 V8 HEMI MDS VVT, con 468 CV de potencia y un 0 a 100 km/h en 5 segundos. Alcanza una punta de 257 km/h y, visto lo visto, no es tan caro como podíamos pensar. En España se comercializa desde aproximadamente 94.000€.
Audi RS Q3: 310 CV de potencia
Aunque es más pequeño, y también menos potente, que los modelos anteriormente mencionados, no queríamos olvidarnos del Audi RS Q3. Motor de cinco cilindros (un clásico de Audi, el 2.5 TFSI) y 310 CV de potencia, suficiente para que esta máquina realice el 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y no supere los 250 km/h de punta por el limitador electrónico que lleva de fábrica. Fue el primer SUV que hemos catado en nuestro suplemento de fin de semana, en Diariomotor Altas Prestaciones, y a juzgar por los modelos que están a punto de llegar, apuesto que no será le único. El Audi Q3 RS es el más barato de nuestra selección, disponible desde aproximadamente 63.000€.
Son todos los que están, pero no están todos los que son. No hemos añadido, por ejemplo, a otros dos SUV que se han comercializado hasta hace unos años, como los BMW X5 M y X6 M presentados en 2009 (que hacían el 0 a 100 km/h en 4,7 segundos). Tampoco hemos añadido a otra de las bestias que más nos sorprendió en los últimos años, el Nissan Juke-R, algo tan descomunal como un pequeño crossover con el motor de un Nissan GT-R, prácticamente un deportivo de carreras que un servidor tuvo la suerte de probar. No tenía mucho sentido añadir a este último, primero porque se comercializó en una serie muy limitada y con precios prohibitivos (más de 500.000€). Y segundo porque no tiene nada que ver con el concepto “para todos los públicos” de los anteriormente mencionados.
En Diariomotor: Range Rover Sport SVR, lobo con piel de lobo
