JUN Auto Mechanic, Japón, a un lado del cuadrilátero. Synergy Power, Nueva Zelanda, al otro lado. Los japoneses son especialistas en preparaciones de competición y modificaciones mecánicas de altas prestaciones. Los neozelandeses se especializan en la construcción de motores de altas prestaciones. Su última creación es un 2.4 V8 compuesto por dos motores de cuatro cilindros procedentes de la Kawasaki Ninja ZX-12. El Synergy 2.4 V8 ha terminado bajo el capó de un Subaru BRZ de JUN. El glorioso resultado es lo que algunos ya llaman el hachiroku definitivo. Y su sonido es igual de glorioso, así que váis a tener que subir el volumen de los altavoces.
Vienen curvas.
Mucho más que una preparación
Aunque parezca un trabajo sencillo, no hablamos de una preparación convencional. Hablamos prácticamente de otro coche, más potente, más rápido, más puro. Una gran parte de trabajo viene del propulsor. Los compañeros de las antípodas fusionaron dos tetracilíndricos de 1,2 litros procedentes de una moto – con su correspondiente régimen de giro y tamaño compacto – en un único V8 de 2,4 litros. Este motor comparte un único cigüeñal tipo flat-plane, lógicamente, que ha sido mecanizado desde cero. Los pistones son forjados, el tren de válvulas ha sido reforzados y se ha creado un escape completamente artesanal, con intrincadas formas y curvas.
Ocho cuerpos de acelerador, con ocho trompetas de admisión recluidas en una caja de fibra de carbono es lo que nos encontramos al abrir el capó, junto a un motor sorprendentemente compacto, y 30 kg más ligero que el 2.0 bóxer de origen que mejora la distribución de pesos del hachiroku. Su potencia combinada es de nada menos que 367 CV a 10.690 rpm, con un par máximo de 268 Nm a 7.970 rpm. Acoplado a la caja de cambios de fábrica del BRZ – mediante un adaptador ad-hoc – hubo que modificar el grado de desmultiplicación en el diferencial trasero: no se quería llegar a 240 km/h en tercera, sino marchas cortas y una fuerte aceleración en circuito.
Diferencial autoblocante, una de las mejoras al tren de rodaje del coche, junto a un equipo de frenado Endless con pinzas de seis pistones en el eje delantero y suspensión deportiva Zeal. Las preciosas llantas de 19 pulgadas firmadas por Advan Racing llevan neumáticos Yokohama Advan A050 en medidas 265/35R18. Bacquéts, una jaula antivuelco y una supresión del equipo de sonido tratan de limitar el peso, aunque este Subaru BRZ sigue siendo legal para las carreteras. Como detalle interesante, se ha usado como base un Subaru BRZ RA: el acabado más básico – sólo disponible en Japón – y que apenas incluye equipamiento, ni siquiera llantas de aleación.
Un acabado que tiene a proyectos como este en mente. Y el resultado es un deportivo pura sangre cuyo sonido recuerda a dos Ninja furiosas acercándose a tí, con una línea roja de 13.000 rpm y un margen de utilización impresionante. Los chicos de Speedhunters han hecho un reportaje de primer nivel del JUN Auto Works Synergy V8, que no os deberíais perder. Nosotros lo bautizamos ya como el Subaru BRZ perfecto.
Fuente: Jalopnik
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