¡Olvídate del GLK! Nos hemos puesto a los mandos del nuevo Mercedes-Benz GLC, y tras probarlo por diferentes escenarios y configuraciones, descubrimos un SUV que es nuevo en todo. Mercedes ha echado el resto en su nuevo SUV, y lo ha hecho con conocimiento de causa a sabiendas de que juega en un segmento muy reñido y repleto de propuestas interesantes. Por ello el nuevo Mercedes-Benz GLC ha marcado distancias con respecto a su antecesor, mejorando en todos los aspectos y ofreciendo un planteamiento mucho más capaz para llegar hasta aquellos que dudan de las posibilidades reales de un SUV. El nuevo GLC quiere vencer, pero para ello primero tiene que convencer.
Comparar los Mercedes GLK y GLC es un ejercicio más que recomendable, ante el GLC, la anterior generación parece mucho más desfasada de lo que realmente indicaba su equipamiento y oferta mecánica. El nuevo lenguaje de diseño de Mercedes ha confeccionado una silueta esbelta y dinámica que convierten al Mercedes GLC en un SUV atractivo y de proporciones agraciadas para su uso en ciudad, principal escenario de trabajo. Pero pese a este nuevo diseño que busca atraer miradas, el nuevo GLC ha querido demostrar que no todo es cuestión de entrar por los ojos, por lo que ha apostado por ofrecer un habitáculo confortable y de calidad, un uso polivalente real y un verdadero arsenal de equipamientos y tecnologías para ir a la última desde 47.900 €.
Una de las primeras preguntas que me viene a la cabeza es cómo se enfrenta la gama del Mercedes Clase C a la llegada del nuevo GLC. Con el GLK nos encontrábamos con un SUV de diseño más enfocado al uso todocamino, no así con el GLC, donde se ha buscado un verdadero uso polivalente que me hace dudar sobre una posible canibalización dentro de la oferta que brinda el Clase C. Mientras que el Mercedes Clase C en su carrocería sedán de cuatro puertas parece no temer al GLC dado su éxito comercial, es indudable que habrá muchos interesados en la carrocería familiar que finalmente se decidirán por el diseño y posibilidades del nuevo GLC, sobre todo al encontrar un maletero con hasta 550 litros de capacidad. En definitiva, la tendencia del mercado es converger hacia las carrocerías SUV, y Mercedes ha sabido crear un SUV muy atractivo partiendo del segmento D.
Aunque por concepto pueda parecer que el Mercedes GLC no es más que el hermano mayor del Mercedes GLA, lo cierto es que Mercedes ha trabajado mucho en diferenciar estos dos modelos con un salto cualitativo de magnitud en beneficio del GLC. En el interior no cabe la menor duda de que estamos ante un SUV de carácter Premium con acabados de calidad, terminaciones a la altura del segmento D y posibilidades de equipamiento a la última. El diseño interior mantiene el aire de familia que inauguró el Mercedes Clase S en su actual generación, ofreciendo una distribución de mandos sencilla y con pocos botones físicos, trasladando todo el protagonismos a la interfaz Mercedes COMAND Online que preside el salpicadero con una pantalla HD de 7 pulgadas a todo color.
El citado uso polivalente que Mercedes ha introducido en el Mercedes GLC se consigue a través de la combinación de diferentes acabados y paquetes. De este modo, nos encontramos con tres niveles de acabado específicos y dirigidos a diferentes públicos que buscan hacerse con un SUV: Exclusive Line (para aquellos que buscan un SUV con uso prioritario dentro de ciudad), AMG Line (para aquellos perfiles que buscan ese punto extra de deportividad en comportamiento y estética) y Off-Road Line (enfocado a los que verdaderamente quieren un uso todocamino en un SUV). Estos tres acabados se diferencian esencialmente en el plano estético, aunque añaden variaciones en sus posibilidades tales como una suspensión más firme en el acabado AMG Line o parachoques modificados para incrementar el ángulo de ataque en el acabado Off-Road Line.
Además, el Mercedes GLC puede combinar estos niveles de acabado con paquetes específicos destinados a dar un plus de identidad a este SUV. Por un lado encontramos el paquete Night Package (disponible únicamente junto a los acabados Exclusive y AMG Line) que añade modificaciones estéticas para la carrocería como los raíles de techo en negro mate, apliques en negro lacado para marcos de puertas y espejos o sobretintado de cristales. El otro paquete disponible, Off-Road Engineering package, acerca al Mercedes GLC un poco más hacia el concepto de 4×4. Entre sus añadidos encontramos un programa específico para el sistema DYNAMIC SELECT que permite controlar el sistema de tracción total 4MATIC con hasta 5 modos de conducción diseñados en exclusiva para terrenos abruptos, un sistema de control de descenso para velocidades de hasta 20 Km/h y la posibilidad de incrementar la altura al suelo en 50 milímetros a través de la suspensión neumática AIR BODY CONTROL.
La larga lista de equipamiento disponible en el Mercedes GLC lo convierten en una de las referencias indiscutibles de su segmento. Mercedes ha apostado por la seguridad como uno de los pilares bases de este nuevo modelo, pudiendo instalar sistemas de frenada autónoma de emergencia con detección de peatones hasta los 72 Km/h, detección de colisión en intersecciones, control de crucero adaptativo, iluminación Full-LED con función adaptativa, reconocimiento de señales, sistema de proyección HUD sobre el parabrisas o mantenimiento de carril con correcciones realizadas sobre el propio volante.
La gama de motorizaciones disponible para el Mercedes GLC no será demasiado amplia en sus primeros compases, sin embargo la oferta convencerá al 90% de los compradores en España. La oferta diésel parte de una nueva evolución del conocido propulsor de 2.2 litros para cumplir con la normativa Euro 6. Esta nueva evolución añade el sistema SCR para reducir las emisiones NOx mediante el uso de AdBlue, consiguiendo consumos entre 5 y 5,5 l/100 Km según equipamiento. Existirán por tanto dos configuraciones para el motor diésel: GLC 220 d con 170 CV y 400 Nm y GLC 250 d con 204 CV y 500 Nm. En ambos casos la tracción total 4MATIC será de serie junto al cambio automático de doble embrague y 9 relaciones 9G-Tronic y el sistema DYNAMIC SELECT con 5 perfiles de conducción: Eco, Comfort, Sport, Sport+ e Individual.
La disponibilidad de mecánicas gasolina se reducirá por el momento a la variante híbrida enchufable GLC 350 e 4Matic. Este diseño combina un motor gasolina sobrealimentado de 2 litros con 211 CV y un motor eléctrico de 116 CV. La potencia combinada es de 320 CV, permite recorrer hasta 34 kilómetros en modo 100% eléctrico y registra un consumo homologado de apenas 2,6 l/100 Km. La oferta gasolina se ampliará con el paso del tiempo, pudiendo llegar a ver una variante de corte deportivo bajo la nueva línea de acabado que comienza a ofrecer AMG en algunos modelos de Mercedes. Esta línea no hay que confundirla con las variantes desarrolladas específicamente por AMG, los cuales son modelos completamente distintos al resto de la gama y con un enfoque mucho más radical.
Nuestra conclusión final, y tras probar sus dos motorizaciones diésel, es admitir que el nuevo Mercedes GLC posee suficientes argumentos para enfrentarse a sus rivales con posibilidades de ganar. Tecnológicamente cuenta con la ventaja de su novedad, ofertando múltiples asistencias y sistemas que algunos de sus rivales ni siquiera ofrecen. A nivel de diseño el Mercedes GLC recoge lo mejor de esta nueva era de Mercedes, posicionándose como la opción más interesante dentro su propia gama. Entre sus únicos hándicaps encontramos las más que conocidas características de su propulsor, un motor diésel que cumple pero que no brilla por suavidad o por la contundencia en su respuesta. Por su parte, el cambio automático 9G-Tronic sí que hace notar su evolución con mayor acierto y celeridad a la hora de gestionar el funcionamiento del grupo motopropulsor, destacando sobremanera el trabajo del sistema de tracción 4MATIC junto al paquete Off-Road Engineering package. Y justo es aquí donde nos vamos a detener, pues en una segunda entrega nos vamos a centrar en cómo el Mercedes GLC se las apaña cuando se quiere hacer pasar por 4×4 sin serlo. ¡Créeme! hay sorpresas mayúsculas…
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