Define cómo es para ti un Volvo. Probablemente me dirías que es un coche seguro, y que empezarías a definirlo por esa característica, sin tan siquiera haber puesto aún una silueta en tu cabeza. Llegado el punto en que comiences a dibujar su silueta, quizás pienses en un SUV, o un buen sedán, incluso un compacto, pero estoy convencido de que la opción en la que más gente piensa cuando imagina un Volvo es una carrocería familiar, estilo station wagon. No es casualidad. Los familiares de Volvo han cumplido 60 años, y han conquistado el mundo con más de 6 millones de unidades. No es baladí, hablamos de una tercera parte de todos los Volvo que se han producido desde el nacimiento de la marca, en 1927.
Volvo no quería dejar pasar un aniversario tan importante como este. Y dentro de unos días, exactamente dentro de una semana, conoceremos al familiar más distinguido de todos cuantos haya presentado Volvo en los últimos años, el nuevo Volvo V90.
¿Hasta qué punto pueden ser importantes los familiares para una marca, que incluso se ha atrevido a apostar por un coche de carreras familiar, el Volvo 850 Estate? Es exactamente el mismo que ilustra esta entrada, y aunque una de las excusas escogidas para abogar por esta carrocería fuera su ventaja aerodinámica, la gran victoria de este Volvo, que participó en el campeonato de turismos británico, fue la enorme repercusión que consiguió.
Allá por 1953 nacía el Volvo Duett, uno de los primeros Volvo en exportarse a los Estados Unidos.
Inolvidable, el Volvo 221 «Amazon» de 1962 se enfocó más en su faceta de turismo, a diferencia de un Duett que había nacido como comercial.
Ahora, que parece que de nuevo vuelven a ponerse de moda los shooting brake, tal vez nos sorprenda ver al Volvo 1800 ES de 1971, que efectivamente era la versión familiar, muy deseada por cazadores, o aficionados al golf, del famoso coupé sueco.
Cuando hablábamos de imaginar un Volvo, es muy probable que estuvieras imaginando algo como este Volvo 245 Turbo de 1974.
… o incluso en este Volvo 960 de los años noventa, que acabaría llamándose finalmente V90. Exactamente igual que el modelo que conoceremos en unos días.
Y como el Volvo que encabezaba esta entrada, nos despedimos con este Volvo 850 T5-R, un familiar de altos vuelos que ya en 1994 hacía un 0 a 100 km/h en 6,9 segundos con 240 CV de potencia. Aunque vista de paisano, y en amarillo, este familiar que se comercializó en series limitadas es el mismo que asaltó los circuitos británicos.
No soy muy fan de los familiares, y por mi situación personal, tampoco de coches con tanto espacio, y asientos, que prácticamente nunca iba a llenar. Pero al ver estas imágenes, ¿de verdad no os entran ganas de tener una familia con trillizos y un pastor alemán para decir: «sí, necesito un coche familiar»?
Fuente: Volvo
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