El relevo generacional que supondrá la llegada del Honda Civic 2017, anunciado en el Salón de Ginebra, programado para comienzos de 2017, y anticipado por el prototipo que ves sobre estas líneas, es la constatación de una nueva era para Honda. Una era en la que el turbo viene a ocupar el lugar que hasta ahora habían mantenido, contra viento y marea, los motores atmosféricos de gasolina. No es más que una evolución lógica, seguir la tendencia impuesta por el mercado para cumplir con las expectativas de los clientes, que buscan motores ágiles, ahorradores y, mal que nos pese, con tacto de diésel, contundentes en bajas y medio régimen. Para gozar de turismos generalistas, con motores de gasolina para todos los bolsillos, muy pronto solo nos quedará Mazda, que sigue nadando contracorriente. Y parece que no les va nada mal.
El nuevo Honda Civic llegará a los concesionarios a comienzos de 2017 y lo hará con una gama de tres motores, entre los que seguirá el 1.6 i-DTEC (según Honda renovado), y dos motores de gasolina i-VTEC Turbo con desplazamientos de 1.0 y 1.5 litros. El nuevo Civic será también el primer modelo de Honda que estrene esta pareja de motores de gasolina turboalimentados en Europa.
La decisión se inscribe en el plan de Honda para lanzar una nueva serie de motores de gasolina, denominada Earth Dreams Technology, en el que prácticamente toda la gama (salvo excepciones muy concretas) quedará cubierta con motores turbo, que en el caso de los bloques de gasolina comprenderán cilindradas de 1.0, 1.5, y 2.0 litros. El Honda Civic Type-R de la última generación ya hizo lo propio con un motor 2.0 VTEC Turbo (ver prueba del Honda Civic Type-R).
Aún desconocemos su potencia exacta, pero es lógico imaginar que giren en torno a 120 y 150 CV. Honda nos habla de motores que contarán, por supuesto, con la tecnología VTEC, distribución variable de válvulas, inyección directa, y turbocompresores con momento de inercia bajo.
Aunque entre aquellos que entienden de coches los atmosféricos de Honda sigan gozando de una reputación intachable, parece que cada vez son menos los que valoran sus cualidades, por ser robustos, por permitirte disfrutar de un amplio margen de revoluciones entre marcha y marcha, e incluso por su sonido. Y son más los que valoran un consumo muy contenido, y más patada en todo el régimen de revoluciones, aunque el hábitat natural de ese coche vaya a ser la ciudad.
Como ya os decíamos anteriormente, el único fabricante generalista que aún resiste con motores de gasolina atmosféricos, a nuestro juicio con un rendimiento excelente, es Mazda. En su última generación de motores SKYACTIV-G aún sigue apostando por los atmosféricos, y parece que así seguirá siendo en los próximos años, con una excepción comprensible, la de un SKYACTIV-G 2.5 Turbo de 250 CV que era imprescindible para remplazar el V6 utilizado por el Mazda CX-9 en su completa desvinculación con la tecnología de Ford.
Fuente: Honda
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