Poco a poco vamos conociendo nuevos detalles de la planificación de productos de Renault. Y he de deciros que la cosa promete. Antes de que termine este año Renault tendrá un nuevo híbrido en sus filas. Será el Renault Scénic Hybrid Assist, y poco después, a comienzos de 2017, llegará también el Renault Mégane Hybrid Assist. Ambos compartirán mecánica y tecnología, y sabemos que gozarán de un concepto prácticamente inédito, el de combinar un motor diésel de 110 CV, y una caja de cambios manual. ¿Y cómo esperamos que sea el nuevo motor híbrido de Renault Mégane y Renault Scénic?
Son pocos los detalles que de momento nos ha proporcionado Renault, pero al menos ya sabemos que estará basado en una instalación de 48 voltios, que a priori se utilizaría también para los componentes eléctricos a bordo. Esta idea nos llevaría a imaginar que no estamos ante un híbrido al uso, como el Toyota Prius, con un motor eléctrico con capacidad suficiente para desplazar el vehículo por sí mismo, sin necesidad de entrar en funcionamiento su motor térmico. Tampoco estaríamos ante un híbrido enchufable, sino ante un sistema híbrido más sencillo que no requeriría nuevos hábitos en el usuario para maximizar su rendimiento. Renault confirma que su Hybrid Assist no se desplazará en modo eléctrico, que requerirá la acción continua de su motor térmico.
Todo apunta a que estaríamos a una solución de tipo mild hybrid. Es decir, un vehículo diésel con una asistencia eléctrica limitada, pero suficientemente eficiente en su apoyo como para alcanzar unas cifras de consumo y emisiones más bajas de lo que encontraremos en sus hermanos diésel de 110 CV sin asistencia eléctrica.
Renault aún no nos ha proporcionado datos acerca de sus prestaciones, sus consumos, o sus emisiones, pero anticipan que homologará cifras bastante favorables con respecto al diésel de 110 CV. El Hybrid Assist se basará en el motor dCi de 110 CV, presente en Mégane y Scénic, combinado con un cambio manual. Contará con una batería de 48 voltios, instalada tras los asientos traseros, muy compacta. Y también con una batería de 12 voltios, para componentes auxiliares, que se recargará gracias a un transformador de continua y alterna que intermedia entre los circuitos de 48 y 12 voltios.
La receta del híbrido diésel ya es extraña, y salvo por el caso de PSA (Peugeot y Citroën-DS), nada habitual en la industria del automóvil. La receta del cambio manual aún lo es más. Hace años ya conocimos el caso del Honda CR-Z, un coupé de 2+2 plazas y dimensiones muy contenidas que gozaba de cambio manual, y sistema híbrido con motor térmico de gasolina.
Por las primeras explicaciones que ha dado Renault de su funcionamiento, hemos de esperarnos que el sistema Hybrid Assist cuente con una batería muy compacta, situada justo sobre el eje trasero, que acumulará energía de la retención, y la frenada regenerativa. Energía que podrá entregar para mejorar significativamente su aceleración, y sobre todo cubrir las carencias del diésel en cuanto a respuesta, retardo del turbo y baja carga.
La gran ventaja de este híbrido está en que conseguiría unas cifras más favorables que las del dCi 110 CV sin hibridación, sin la complejidad de un híbrido tradicional, y probablemente con un peso muy contenido y un precio nada descabellado. En teoría, solo en teoría, los Hybrid Assist deberían ofrecer las cifras de consumo y emisiones más bajas de la gama Mégane y Scénic.
Pero para conocer todos estos detalles aún tendremos que esperar unos meses, probablemente hasta el Salón de París, después del verano, que debería ser la «gran fiesta» en la que Renault presente a esta pareja de híbridos.
Fuente: Renault
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