No sólo de los crossover vive el hombre. Aquellos clientes que demandan viajes desahogados en un envoltorio pequeño no tienen por qué comprarse un Renault Captur o un Nissan Juke. Puede optar por un coche como el Hyundai ix20. Una opción poco conocida, pero no por ello menos interesante. Se trata de un pequeño monovolumen, de sólo 4,11 metros de longitud, y mucho más espacioso que los dos superventas antes citados. En 2015, Hyundai le aplicó un ligero lavado de cara, y hemos probado a fondo un Hyundai ix20 1.6 CRDi de 115 CV con el acabado Style.
¿Qué es el Hyundai ix20?
Un concentrado de espacio. Un coche ideal para quien desee maximizar el espacio interior del coche, con una huella exterior apenas unos centímetros más grande que un Volkswagen Polo o un Opel Corsa. Exteriormente, el Hyundai ix20 no impresiona a nadie. Pero si observamos detenidamente esta versión Style tope de gama, podemos ver varios detalles elegantes. Una nueva calandra de marco cromado, llantas multirradio de 16 pulgadas y unos nuevos pilotos LED traseros. La pintura blanca de nuestra unidad es metalizada, opcional.
El lavado de cara le ha sentado muy bien, es sutil pero efectivo, y le ha quitado de encima la edad que su diseño ya acusaba. Lo que no es posible esconder es que sigue siendo un coche cuya forma esta condicionada por la función: su superficie acristalada es amplia y sus voladizos son cortos, con el objetivo de maximizar el espacio interior. Es el punto fuerte de este monovolumen de apenas 11 centímetros por encima de los cuatro metros. Su interior destaca por una gran amplitud, combinada con un enorme maletero.
Interior del Hyundai ix20 2016
Sentado en el asiento del conductor, advierto una mejora notable en la calidad de los materiales. Aunque fundamentalmente está compuesto de plásticos duros, las terminaciones de este Hyundai ix20 son buenas y parecen muy sufridas. La instrumentación ha sido rediseñada y es de lectura sencilla. Lo primero que advierto es la cantidad de huecos disponibles para vaciar mis bolsillos, especialmente grande bajo la consola central. Echo de menos un hueco cubierto entre los asientos delanteros, ocultando a la vista mis pertenencias.
El asiento del conductor tiene un reposabrazos, ideal para viajes largos, ya que en ciudad estaremos chocando constantemente el codo contra él al cambiar de marcha. Un detalle sin importancia, paliado por puntos brillantes como una gran guantera – iluminada y refrigerada – o huecos para botellas grandes en cada puertas. El techo panorámico practicable de esta unidad contribuye a crear una sensación diáfana en el habitáculo, pero es imposible negar que el espacio disponible es una ilusión óptica. Es un coche muy amplio.
Un conductor alto cabe sin problema en los asientos delanteros, y los pasajeros de las plazas traseras gozan de un espacio para las piernas inusitado en un vehículo de este tamaño. Como sí comprenderéis, tres pasajeros irán algo más apretados en las plazas traseras, pero viajando cuatro personas, es complicado conseguir más espacio en menos tamaño. El maletero del Hyundai ix20 es una gran sorpresa. Cubica nada menos que 440 litros, con una amplia boca de carga y formas muy regulares. Es más grande que el maletero de un Peugeot 2008 o un Opel Mokka X.
Dichos 440 litros se consiguen situando la bandeja de carga del maletero en su posición inferior, en la que queda un pequeño salto entre la boca del maletero y el piso de carga. Abatiendo la fila trasera de asientos se forma una superficie de carga completamente plana de casi dos metros de longitud, con un volumen de almacenamiento de 1,5 metros cúbicos. Un detalle positivo del Hyundai ix20 es que dispone de una rueda de repuesto tipo galleta, ignorando la tendencia actual a equipar kits antipinchazo, muy poco útiles.
Al volante del Hyundai ix20 1.6 CRDi 115 CV
El Hyundai ix20 que hemos probado monta un propulsor 1.6 CRDi turbodiésel, de 115 CV de potencia. Es el diésel más potente, con una alternativa 1.4 CRDi de 90 CV completando la gama por debajo. En gasolina, la gama se compone de un 1.4 de 90 CV y un 1.6 MPI de 125 CV, en ambos casos atmosféricos. El motor probado es el más interesante para quiénes vayan a recorrer un buen número de kilómetros al año, especialmente fuera de ciudad. A su potencia de 115 CV se une un par motor máximo de 260 Nm, entre las 1.900 rpm y las 2.750 rpm.
Asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones, promete un 0 a 100 km/h de 11,5 segundos, con una velocidad punta de 183 km/h. Cifras discretas para un coche cuyo peso es de 1.385 kilogramos. Es un propulsor ya entrado en años, probado, pero algo áspero en frío y con un ralentí claramente audible. En marcha su sonoridad se mitiga en gran medida: es un coche bien aislado, que deja pasar pocos ruidos a velocidad de crucero. Sólo los retrovisores – de buena visibilidad – hacen algo de ruido en autopista.
Lo que me gusta de este motor es que empuja muy correctamente desde abajo, desde apenas 1.300 rpm. Su entrega de potencia nunca es brusca: es progresiva y constante, siempre que no le exijamos rendir más allá de las 4.000 rpm, desfallece rápidamente. Sus prestaciones no sorprenden, pero son suficientes para mantener buenos cruceros extraurbanos y responder al adelantar en carreteras secundarias. Su caja de cambios tiene un buen tacto, y el juego de embrague es de los más sencillos y fluidos que recuerdo en bastante tiempo.
Dispone de sistema Stop&Start, de funcionamiento algo perezoso, y sus consumos son correctos. En un trayecto Madrid-Gijón por autopista, a velocidades legales, arrojó una media de 6,1 l/100 km. Esperaba al menos un par de décimas menos, pero la aerodinámica del coche juega un papel importante en este aspecto. En ciudad, sus consumos se estabilizan en torno a los 8 l/100 km, y si mimamos el acelerador fuera de ciudad podemos rondar los 5 l/100 km. Su cifra media homologada es de 4,4 l/100 km, inferior en cualquiera de los casos.
De acuerdo, sus consumos no son los mejores de su segmento, pero lo compensa con una comodidad a bordo digna de mención. Sus suspensiones están abiertamente enfocadas al confort, trasladando muy pocas imperfecciones de la carretera al pasaje. Por contrario, no esperes un gran paso por curva o sensaciones deportivas. El coche protestará, y el ESP – muy intrusivo – cortará de raíz el más mínimo desmán. Tampoco sentirás la carretera, ya que la dirección, si bien muy cómoda en ciudad, está excesivamente filtrada.
Precios del Hyundai ix20 y conclusiones
El Hyundai ix20 con el acabado Style y el motor 1.6 CRDi de 115 CV cuesta actualmente 19.995 euros, si obviamos las ofertas financieras y nos acogemos al Plan PIVE. Si financiamos, se queda en 17.795 euros. Es un precio competitivo para un coche cuyo equipamiento es más que abundante: tapicería de cuero, climatizador, techo solar panorámico, cámara de marcha atrás, navegador con pantalla táctil o manos libres Bluetooth. El acabado Tecno es en mi opinión el más interesante de la gama ix20, y cuesta 2.800€ menos a igualdad de motor.
Nos exige renunciar al cuero o al navegador, pero el ahorro es más que importante. El Hyundai ix20 disfruta actualmente de grandes descuentos comerciales, que posicionan su precio en línea con sus rivales más directos. No obstante, el KIA Venga es más asequible a igualdad de equipamiento, y su motor diésel tiene 13 CV adicionales. A no ser que la estética sea una prioridad, es una compra más lógica. Otros rivales de potencia y tamaño similar son los FIAT 500L o el Opel Meriva – aunque este último mide ya 4,30 metros. Rivales como el Ford B-MAX o el Nissan Note carecen de motorizaciones diésel por encima de los 100 CV.
En Diariomotor: