Todos estamos deseando el regreso del Toyota Supra. Para muestra basta observar el revuelo generado en los últimos días. Y no ha sucedido gran cosa, salvo que queramos darle mayor importancia de la que tiene el hecho de que Toyota haya registrado en Europa el nombre Toyota Supra en la oficina de protección intelectual. Como sucede con las patentes, los fabricantes a menudo registran diferentes nombres y denominaciones. Eso significa que la marca tiene cierto interés por ese nombre, y que ese emblema podría acabar en la tapa del maletero de uno de esos coches. Pero ni mucho menos podríamos asegurar que eso sea una señal inequívoca de que el regreso del Toyota Supra está garantizado. En cualquier caso, ¿hay sitio para la esperanza? Sí, la hay.
Toyota y BMW son dos socios estratégicos cuyos acuerdos nos han dejado, entre otras cosas, con un motor diésel de 1.6 litros compartido, aunque con sutiles diferencias en su tecnología, entre ambos fabricantes. Digamos que este acuerdo ha dejado sitio para lo mainstream, para el producto de volumen, reforzando una de las piezas fundamentales de la estrategia Toyota. ¿Pero qué hay del producto más pasional?
Toyota y BMW están trabajando en el desarrollo de un nuevo deportivo. Los datos que tenemos al respecto de este son muy limitados, y de momento hablar del ToyoBMW como un Toyota Supra es prematuro. Pero es una opción que jamás deberíamos descartar. Especialmente tras haberse conocido, gracias al foro SupraMKV, el registro de su nombre en Europa.
Este deportivo emplearía una plataforma común, la misma que aprovecharán los alemanes en su nuevo BMW Z4, y la que servirá a Toyota para reconciliarse con sus clientes más quemadillos. No te esperes un mismo deportivo con dos emblemas diferentes, como sucedería con el Toyota GT 86 y el Subaru BRZ. En este caso estaríamos ante dos deportivos muy diferentes, en lo estético, y probablemente en su carácter. Lo que no sabemos es si serán tan diferentes en su tecnología.
La última noticia que teníamos al respecto de este deportivo era que se fabricará en la factoría de Magna Steyr, en Austria, con quien ya se habría firmado un acuerdo para producir 60.000 unidades al año (Automotive News). Y sinceramente todo encaja. Magna Steyr es uno de los fabricantes más reputados de la industria del automóvil, capaz de producir con garantías productos tan variopintos como un Mini, un Mercedes Clase G y un Aston Martin Rapide.
Muchos fabricantes han recurrido a Magna Steyr en los últimos años, especialmente cuando se trataba de modelos innovadores, o de volumen limitado. A menudo el movimiento más rentable para un fabricante es delegar la producción de este producto en un fabricante externo, y ahí Magna Steyr ha jugado un papel fundamental para producir el casco de aluminio del Mercedes SLS AMG, el Peugeot RCZ, el Aston Martin Rapide, y otros muchos, entre los que aún se encuentra el Mercedes Clase G y los MINI Countryman y MINI Paceman. Magna Steyr ya ha producido más de 500.000 MINI.
Lo importante, a nuestro juicio, es que se llame Toyota Supra, o no, BMW y Toyota están trabajando en algo grande. En un producto que probablemente nos sorprenderá. Y en un producto que probablemente se convertirá en nuestro próximo objeto de deseo.
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