Hasta hace poco nos hubiera costado comprender que un sedán de lujo, y altos vuelos, como el Volvo S90, o su hermano familiar, el Volvo V90, prescindieran en toda la gama de motores con más de cuatro cilindros. Pero Volvo nos ha convencido de lo contrario. Incluso sus rivales, Audi, BMW, y Mercedes-Benz, siguen apostando en sus buques insignia por motores de seis, ocho, y hasta doce cilindros. Pero el reto del Volvo S90 y el Volvo V90 es otro. ¿Y si pudieran igualar las prestaciones de las berlinas más grandes y potentes de sus rivales con solo cuatro cilindros? ¿Y si muy pronto viéramos un Volvo S90 y un Volvo V90 con la firma de Polestar, 600 CV de potencia, y solo cuatro cilindros?
El movimiento no nos sorprende. Volvo se ha propuesto extraer el máximo rendimiento con motores térmicos de dimensiones muy contenidas, de tres y cuatro cilindros. Motores que, tras alcanzar la barrera y los límites impuestos por su eficiencia térmica, y la sobrealimentación, siguen siendo prácticos para aplicaciones más potentes mediante diferentes suertes de electrificación. Esa es precisamente la clave. Volvo está preparando su gama para un futuro en el que el peso de los motores térmicos irá reduciéndose a favor de sistemas híbridos, de motores eléctricos, que recibirán la responsabilidad principal de propulsar nuestros automóviles.
Volvo ya dispone en estos momentos de un cuatro cilindros que mediante sobrealimentación por turbo, compresor, y motores eléctricos, consigue alcanzar los 400 CV de potencia y ofrecer una autonomía eléctrica de hasta 40 kilómetros, el motor del Volvo XC90 T8.
Como ya decíamos, la clave para conseguir un motor aún más potente y prestacional pasaría por mantener el motor térmico ya empleado, y jugar con sus motores eléctricos, de manera que con motores más potentes, baterías de mayor rendimiento y capacidad, y otras mejoras, bien podría alcanzar los 600 CV de potencia. Este motor se estrenaría en Volvo S90 y Volvo V90, y se comercializaría bajo la firma Polestar.
Esta solución la habría dejado caer el responsable de I+D de Volvo, en una entrevista ofrecida a Motor Trend recientemente. Entrevista en la que también se llegó a otra conclusión no menos interesante, la de mejorar aún más las cualidades, y las prestaciones, de estos motores gracias a los compresores eléctricos. De momento, el único fabricante que comercializa un turismo de calle con un compresor eléctrico de serie es Audi, con su Audi SQ7 TDI.
Y mucho ojo, porque esto no es ni la punta del iceberg. En estos momentos ya se está hablando de un motor Volvo T5 Twin Engine, con tres cilindros, y apoyo eléctrico, que entregaría más de 250 CV de potencia. ¡Casi nada!
Fuente: Volvo
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