Nos encanta el Mazda MX-5. Un roadster sencillo, ligero y muy divertido, que no necesita más que 131 CV para ser más emocionante que muchos pura raza. Pero seamos sinceros: ¿acaso no sería muchísimo más divertido – rozando la locura – si estuviese equipado con un motor V8 de 525 CV de origen General Motors? Lo siento, puristas del Mazda MX-5, Flyin’ Miata tiene el antídoto perfecto para convertir al roadster japonés en un herético misil tierra-tierra. Realmente es una idea fantástica.
Flyin’ Miata es una empresa dedicada a convertir en aviones a los Mazda MX-5. Durante años este taller estadounidense ha creado los MX-5 más rápidos del mundo instalando enormes motores V8 en sus entrañas. Para el MX-5 ND han usado un 6.2 V8 LS3, el mismo bloque de dos válvulas por cilindro que usaba el Corvette C6 o los Chevrolet Camaro. El motor ha sido potenciado hasta los 525 CV a 6.300 rpm, disfruta de 663 Nm de par máximo y por supuesto, está asociado a la única caja de cambios posible: una Tremec T-56 de 6 relaciones.
Lo mejor, es que el conjunto apenas es más pesado que el Mazda MX-5 original. Sólo pesa 1.175 kilogramos, sólo 85 kilos más que el Mazda MX-5 equipado con motor 2.0. El torrente de potencia y par atmosféricos de un V8 americano no es comparable al de cualquier otro propulsor. Parece infinito, incansable. ¿Dónde vas a encontrar un Mazda MX-5 más rebelde que este? No sabemos sus prestaciones exactas, pero los 100 km/h caerán con toda seguridad en menos de 4 segundos, y su velocidad máxima seguro es superior a los 280 km/h.
El eje trasero y el diferencial autoblocante proceden de un Chevrolet Camaro SS, han actualizado su equipo de frenado con discos y pinzas Wilwood de alto rendimiento. El escape ha sido construido de forma artesanal por Flyin’ Miata, y usa dos silenciadores en posición transversal, una disposición muy parecida a la de los Corvette. La conversión costará la friolera de 50.000 dólares cuando esté preparada para venderse, y posiblemente incluirá también nuevas suspensiones, pero su look exterior promete ser muy OEM.
En cuanto a los que duden acerca de su distribución de pesos, este MX-5 V8 tiene una distribución 53:47, prácticamente idéntica a la distribución 52:48 del vehículo de producción. En definitiva, estaremos esperando como agua de mayo esta conversión. El mundo necesita menos corrección política y en ocasiones menos purismo.
Fuente: R&T
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