Una de las grandes novedades del Salón de París – que arranca el 29 de septiembre en la capital de Francia – será el nuevo Kia Rio. El Kia Rio es el utilitario del segmento B de la marca coreana, y es su cuarta generación la que acabamos de descubrir en sus primeras imágenes oficiales. Por el momento, sabemos que crece en 15 mm con respecto a su predecesor, con un tamaño de 4,06 metros. Además de crecer, viene cargado de tecnología y con una imagen más acorde a los actuales cánones de la marca. Sí, el relevo generacional ya tocaba.
El Kia Rio fue lanzado en 2011 y recibió un lavado de cara en 2015, pero lo cierto es que se había quedado atrás con respecto a sus rivales. Estéticamente envejeció rápido, y aunque su carta ganadora era un precio de derribo y un buen espacio interior, era cuestión de tiempo que los coreanos lo renovasen al completo. Estéticamente destaca por su mayor longitud, y por una imagen más agresiva, gracias entre otras cosas a una altura de sólo 1,45 metros. La clásica parrilla frontal de Kia sigue en su lugar, estrecha y angulosa.
Su mirada frontal ha sido agraciada con LEDs diurnos en forma de U, mientras que su zaga también recibe unos bonitos pilotos LED, similares a otros modelos de la marca. En las imágenes oficiales suministradas por la marca el coche luce una bonita pintura roja y probablemente unas llantas de unas 17 pulgadas. A esta imagen estable y poderosa – palabras literales de la nota de prensa – contribuye también un interior completamente renovado. Un interior que era uno de los claros puntos flacos de la actual generación.
El volante y los mandos nos recuerdan a los últimos lanzamientos de la marca coreana, y su salpicadero destaca por su bonito diseño. El protagonista es una pantalla táctil de al menos 6,5 pulgadas, con una interfaz hombre-máquina que compartiría con coches como el Kia Sportage. Su instrumentación es convencional y cuando sea lanzado, los clientes podrán elegir un «Red Pack», que combinará cuero artificial de colores negro y rojo. Acentos de acabado metálico y plástico brillante negro contribuirán a una imagen moderna.
La ergonomía habrá mejorado con respecto a su predecesor. De lo que Kia no ha soltado prenda es de su gama de motores. Entendemos que los diésel 1.4 CRDi de 90 CV y los 1.7 CRDi de 115 CV estarán de alguna manera presentes, mientras que los nuevos motores – los 1.0 turbo de tres cilindros que ya se han estrenado en los Kia cee’d – serán la columna vertebral de la gama de gasolina. En unos días conoceremos muchos más datos de este órdago coreano en el segmento B, al que los Renault Clio, Peugeot 208 y Ford Fiesta deberían prestar mucha atención.
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