Cuando nos invitaron a probar el nuevo Mercedes CLA Shooting Brake en Frankfurt creedme que supimos que estábamos ante una oportunidad que no podíamos rechazar. Sobre todo sabiendo que también cataríamos el Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake, su versión más picante y deportiva, y aunque fuera durante un tiempo limitado y en un entorno diferente al que utilizamos habitualmente para nuestras pruebas. Sinceramente, no esperábamos grandes cambios dinámicos con respecto al Mercedes CLA. Pero estaréis conmigo en que se trata de un modelo realmente interesante, toda una declaración de intenciones de Mercedes-Benz. Si a todo esto unimos el cuatro cilindros más potente que hayamos probado, y que se comercialice actualmente, en un turismo de calle, hemos de suponer que la diversión está garantizada y que probablemente estemos ante una apuesta original, incluso única en el mercado.
El Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake no es un coupé, no es un sedán y aunque parezca un familiar, tiene detalles que lo alejan ligeramente de otros familiares compactos y deportivos, como el recién actualizado Ford Focus ST Sportbreak, que también ha pasado ya por nuestras manos. Creedme que rehusamos seguir el juego comercial de las marcas, que denominan Coupé, y no sedán, a un Mercedes CLA de 4 puertas. Pero es cierto que referirnos a él como familiar, o station wagon, para bien y para mal es injusto con un coche que según sus creadores es un Shooting Brake.
Por otro lado pensad que este coche emplea un motor de 1.991 cm3 que desarrolla 360 CV de potencia a 6.000 rpm, asociado a un cambio de doble embrague y a un sistema de tracción total que en condiciones normales se comporta como un tracción delantera, puro y duro, para ahorrar combustible evitando pérdidas por arrastre, y en condiciones deportivas, para evitar pérdidas de tracción, es capaz de alcanzar un reparto del 50% entre ejes.
Nos encontramos con un día soleado en Frankfurt, la primavera ha llegado a Alemania y nos recomiendan que nos escapemos a la zona de Taunus, a unas carreteras de montaña que no están demasiado lejos del distrito financiero de la urbe alemana y donde nos encontramos unos 600 metros de desnivel; curvas muy divertidas, horquillas, subidas, descensos, y tramos en los que a fin de cuentas lo importante no será ir muy rápido, sino disfrutar de la conducción. Para ir rápido ya tendremos oportunidad de aprovechar algunos tramos de Autobahn que, hasta que la congestión del tráfico lo impida, a estas horas prescinden de límite de velocidad.
El Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake, aún con su transformación en familiar o, mejor dicho, en shooting-brake, sigue gozando de toda la rabia que ya viéramos en los Mercedes CLA 45 AMG y Mercedes A 45 AMG. Nos quedamos embelesados mirando su generosa parrilla, sus llantas negras de 19″ opcionales (las de serie son de 18″), el emblema Turbo AMG en las aletas delanteras, su difusor trasero, etcétera.
Detalles que, en cualquier caso, no son para nada estridentes. A priori no es un coche extraordinariamente agresivo y llamativo, aunque sí atrae miradas. Aunque he de decir que no es estridente salvo que lo escojamos con la decoración OrangeArt Edition, de la cual os hablaremos más adelante.
En cuanto accionamos el contacto e iniciamos la ruta ya hay algo que nos sorprende. El Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake sigue sonando a gloria, sus escapes petardean, el gorgoteo en bajas nos cautiva, el bramido en altas nos invita a olvidarnos por un momento de los consumos y apurar cada marcha hasta la franja roja del cuentarrevoluciones. Pero su sonido es más civilizado y tranquilo que en el resto de hermanos AMG de cuatro cilindros, que en el Mercedes A 45 AMG y en el CLA 45 AMG.
Se nota que Mercedes-Benz ha querido potenciar su faceta de Gran Turismo, la de viajar cómodos a velocidades altas, o muy altas si tienes la suerte de circular por las Autobahn alemanas, con el máximo confort posible.
Mercedes reconoce que en efecto ese era su objetivo, que no se note una voz más alta que la otra salvo cuando aceleremos con intensidad. Mercedes nos confiesa otro secreto de su sonoridad, para que esta no esté reñida con la rapidez de su cambio de doble embrague AMG SPEEDSHIFT, suprimir muy brevemente el encendido y la inyección a plena carga en el momento de cambiar de marchas para que la sonoridad sea – y cito palabras textuales – «más sugestiva». Lo es.
Esa búsqueda del confort ha hecho que Mercedes-AMG opte también por un tarado más suave del chasis, por una amortiguación más cómoda que en sus hermanos de gama. El Mercedes Clase A, incluso en versiones no AMG con chasis deportivo, nos resultó demasiado duro, incómodo para el gusto de estos modestos probadores que se relamen cada vez que tienen que subirse a un deportivo de pura cepa.
El Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake es todo lo contrario. Creemos que Mercedes-AMG ha alcanzado un punto más óptimo, que ni mucho menos sacrifica deportividad, pero preserva el confort que se espera de un coche que conduciremos en el día a día.
Y es cierto que nuestras sensaciones pueden estar ligeramente adulteradas, y según el neumático que equipemos ese confort puede ser incluso mayor. Aunque nos acompañe un tiempo agradable por Frankfurt estos días, en los arcenes de las carreteras por las que conducimos aún hay nieve. Y los coches que probamos utilizaban neumáticos de invierno – de diferentes marcas, como Michelin y Continental – un tanto ruidosos, especialmente cuando negociábamos curvas muy lentas.
Nos olvidamos de ese aspecto civilizado en cuanto pisamos a fondo el acelerador, apuramos marchas y contemplamos un detalle que personalmente me encanta y el que hemos mencionado en más de una ocasión. No suele ser habitual, ni mucho menos, que en un velocímetro analógico que cubre toda la esfera, los 120-130 km/h, el límite de velocidad máximo que generalmente tenemos en Europa, se alcance en un cuarto del recorrido de este. Para que la aguja alcance la mitad de su recorrido ya tendremos que circular por una recta muy larga de Autobahn, y sin tráfico, o un circuito. Pensad que aunque este coche esté limitado a 250 km/h por la electrónica, su velocímetro llega a los 320 km/h.
De este Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake diremos que nos encanta como acelera, también su capacidad de transmitir todo el empuje al asfalto en un instante. De 0 a 100 km/h acelera en solo 4,7 segundos. Con el peso añadido de su carrocería, solo tarda una décima más en el sprint que un Mercedes A 45 AMG.
Nos encanta el tacto de su dirección, con el peso perfecto que esperamos en un coche de corte deportivo como este, pero aún así cómoda para el día a día. Por no hablar de sus acabados y su diseño interior, el volante Performance, las molduras de fibra de carbono, los asientos deportivos Performance que se amoldan perfectamente a nuestra espalda y tampoco resultan tan incómodos para acceder al habitáculo, el tacto de sus levas…
Estas son las «paelleras» que monta por frenos, con las pinzas en rojo y el distintivo AMG en negro.
Fijaos en este detalle de las llantas y los neumáticos que utilizamos en esta prueba.
Y bajo el capó esta es la estampa. El motor de cuatro cilindros más potente del mercado. Que Mercedes-AMG abogue por motores de cuatro cilindros no es ni mucho menos una decepción, por no hablar del éxito comercial que supone esta idea. Mercedes-AMG ya vende más deportivos de cuatro cilindros que de ocho.
En cuanto a practicidad, las plazas traseras del Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake no son tan espaciosas y accesibles como en otros familiares compactos, tampoco su espacio de carga, su maletero. Pero para hablar de todo eso os remitimos a nuestra prueba del Mercedes CLA Shooting Brake.
Por último, la extravagancia. El Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake está disponible con una línea, en edición limitada, denominada OrangeArt. Detalles naranjas en la parrilla del radiador, los retrovisores, el faldón trasero, el aro de las llantas rematadas en negro mate, e incluso las cubiertas de los faros bixenon. A bordo también ha sido rematado con tapizados e inserciones naranjas. En definitiva, un coche para aquellos que no quieran pasar desapercibidos.
El Mercedes CLA 45 AMG Shooting Brake está disponible desde 63.750€. Son solo 600€ más que el CLA 45 AMG y 7.750€ más que un Mercedes A 45 AMG. La diferencia con respecto a un Mercedes C 63 AMG Estate, que ya es un coche completamente diferente y con motor de ocho cilindros biturbo, asciende a 30.000€.