El nuevo Skoda Fabia es más Skoda que nunca: correcto, sobrio y práctico. El urbano de Skoda era otro de los grandes protagonistas del Salón del Automóvil de París, motivo por el que le dedicamos un buen puñado de minutos para conocerlo a fondo en diferentes niveles de acabado. El nuevo Fabia firma una evolución natural con respecto a su anterior generación, evolución que le ha llevado a adquirir un diseño más sobrio en el interior, pero integrando matices de color y personalización tanto en habitáculo como en carrocería que le hacen más atractivo.
Mejoras para una fórmula que la funciona a Skoda
A nivel de diseño, el nuevo Skoda Fabia gana en personalidad gracias a un lenguaje estilístico repleto de aristas. Su vista frontal y trasera gana anchura y ópticas oscurecidas, mientras que es en su lateral donde se aprecia mayor mejora en tanto a imagen, consiguiendo mejorar aún más si se opta por el tintado del techo y el pilar A en colores de contraste: negro, blanco, gris, rojo…
En el interior del nuevo Fabia, Skoda no ha corrido demasiados riesgos, y esto se aprecia desde el primer instante. Aquellos que busquen más carácter dentro de los urbanos de VAG tendrán que seguir confiando en el SEAT Ibiza. Las opciones de personalización disponibles en la gama Skoda permiten romper en cierto modo con esa sobriedad impuesta, pudiendo escoger el color de la moldura que recorre todo el salpicadero, elegir dibujos para las tapicerías o combinar paneles de carrocería y asientos en misma tonalidad.
El uso de plásticos duros continúa siendo una de las señas más características del Skoda Fabia, aunque eso sí, ofrecen un excelente ajuste y acabado para agradar a la vista en todo cuanto está a nuestro alcance. Al tacto no desmerecen estos plásticos, y sólo el acabado del hueco de las manetas para regular la altura de los asientos delanteros nos deja un sabor agridulce.
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