La polémica estuvo servida en el momento que los más adeptos del Toyota Supra descubrieron en su esperado secreto que la esencia del deportivo nipón era alemana. Concretamente, BMW se encargó de unir fuerzas con Toyota para desarrollar a la quinta entrega del Supra, lo que no fue del agrado de muchos. A Marc Tchamanian, propietario de la unidad que hoy nos ocupa, tampoco le hizo demasiada gracia, y es gracias a ello que hoy nos deleita con uno de los pocos -porque no es el único- Toyota Supra MK5 con swap al idolatrado motor 2JZ.
Aunque el comportamiento del seis cilindros en línea de BMW es digno de alabar, los más empedernidos fans del Supra no conciben otro motor que no sea el ya legendario motor 2JZ. Ya no solo por su buen hacer a la hora de mover al deportivo de Toyota, sino también por su predisposición a recibir modificaciones sin grandes dificultades que permiten elevar la potencia hasta los 1.000 CV e incluso más.
El Toyota Supra MK5 que erizará la piel de los más nostálgicos con el motor 2JZ
Pero lógicamente no estamos ante un 2JZ de serie, ya que Marc Tchamanian se ha encargado de llevar a cabo diferentes mejoras. Cabezas de pistones, árbol de levas, turbo, diferencial del BMW M3 E92, caja de cambios manual Getrag 420G extraída directamente de un M3 E46… un sinfín de cambios que permiten elevar considerablemente las prestaciones que ofrecía de serie el motor de Toyota.
Pero para saber todo lo que pueden aportar dichos cambios, la gente de Hoonigan ha decidido llevarlo a un banco de potencia y descubrir de qué es capaz el Supra MK5 con un motor 2JZ en sus entrañas. En una primera prueba, el coche dio 545 CV, pero todos conocemos las virtudes del emblemático motor, por lo que tras una serie de ajustes y calibrados decidieron darle una segunda oportunidad al deportivo japonés.
Y es que ya fue en este segundo intento cuando el Toyota Supra, además de lanzar unas impresionantes llamaradas por el tubo de escape, dio en el banco 917 CV. Pero lejos de conformarse con esta potencia capaz de poner en auténticos apuros a varios Ferrari y Lamborghini, el dueño insiste en ir más lejos.
