Jeep está en plena presentación de varios prototipos para el Jeep Easter Safari en Moab, Utah. Esta concentración anual sirve para que la marca presente las ideas más locas que su departamento técnico ha tenido. El más loco de todos es el nuevo Jeep Wrangler Trailcat. Un Wrangler en cuyo interior han montado el bestial motor 6.2 V8 HEMI de 707 CV de los hermanos Hellcat. Una bestia sobrealimentada que ha sido asociada a un tren de rodaje acorde a sus prestaciones. Ni un sólo todoterreno le olerá fuera del asfalto.
Montadas sobre llantas de 17 pulgadas, encontramos neumáticos todoterreno BFGoodrich Krawler T/A KX de 39,5 pulgadas. Ejes reforzados Dana 60 y amortiguadores firmados por Fox Racing permiten a este Wrangler ser tan eficaz en trialeras como en pistas rotas dignas de la Baja mexicana. En su interior nos encontramos una enorme palanca de cambios: este Trailcat sigue disfrutando de una caja de cambios manual y tres pedales. Por supuesto, conserva la caja reductora del Wrangler de partida, tal y como se puede ver en el habitáculo.
Los bacquéts Corbeau se plantean absolutamente necesarios para su uso. Exteriormente, es un coche de lo más agresivo. En los laterales tiene el emblema Hellcat y disfruta de paragolpes de acero, imposibles de equipar en un coche de serie. El habitáculo está descapotado, y tiene una jaula antivuelco que protegerá en caso de problemas a los ocupantes del Trailcat. El mismo tono verde claro de los Challenger Hellcat y un capó trufado de necesarias salidas de ventilación ponen la guinda a este delicioso pastel.
Fuente: FCA
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