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Del silencio, la música chill out y la mano acariciando el viento por la ventanilla de hace solo unos años, BMW se ha cambiado radicalmente de bando, se ha pasado al lado oscuro, el que más nos gusta. Ese lado tan apasionante, el de no preocuparte del tiempo que tardarás en llegar a tu destino, sino del tiempo que te durarán las ruedas, los metros que serás capaz de recorrer completamente cruzado y el disfrute que te proporcionará una sesión de drifting con un buen coupé de tracción trasera.
Del portaaviones con pista de drifting hemos pasado al flash mob “improvisado” en la ciudad. Del BMW M4 Coupé a un más modesto BMW M235i Coupé. No hace falta que digamos que el vídeo tiene más trucos de los que podamos imaginar, aunque no tantos como los utilizados para recrear un circuito en un portaaviones.
Seré más honesto que políticamente correcto reconociendo que este es hoy por hoy uno de mis deportivos compactos favoritos y, después de la prueba del BMW M235i que os ofrecimos en junio, ya os adelantamos que con este coche no es tan sencillo iniciar las cruzadas en seco y aún menos salir quemando rueda de una forma tan espectacular, especialmente si los neumáticos que montas tienen tanto grip como los Michelin Super Sport que montaba la unidad que probamos.
En Diariomotor: BMW transforma un portaaviones en la pista de drift definitiva