Alguien está en serios, serios aprietos. Y no solo con la policía. Sucedió en la ciudad canadiense de Vancouver hace apenas unos días. Un adolescente de 16 años aprovechó que su madre estaba de viaje, para coger las llaves de su Porsche Cayenne e ir a divertirse con él por la ciudad. Algo salió mal – posiblemente por no tener carnet de conducir – y acabó chocando contra un coche aparcado. Daños materiales cuantiosos, aunque ningún daño personal. El problema es que se dió a la fuga tras su «aventura».
En la ciudad de Vancouver una falta así se saldaría con una multa, además del parte al seguro y el problema de un conductor sin carnet. La que terminaría asumiendo la mayor parte de costes y responsabilidades sería el propietario del vehículo, la madre del adolescente. En vez de llamar a la policía y reportar el incidente, huyó. Huyó y trató de esconder el coche en el garaje de su vivienda. El problema es que la rueda delantera estaba arrancada casi de cuajo, impidiendo el correcto manejo del todocamino alemán.
Trató de estacionarlo, pero no tenía ángulo, y terminó metiendo el coche a la fuerza. El resultado fue un lateral del coche completamente destrozado, daños a la pared del propio garaje, y una fuerza de policía que trata de encontrarlo a partir de este doloroso vídeo – grabado por un vecino, en el que se ve perfectamente la matrícula del coche. No sé como lo véis, pero si estuviese en sus zapatos, tendría más miedo del retorno de su madre que de la propia policía, que por ser menor no le imputará delitos. La que le va a caer en casa sí puede ser épica.
Fuente: Jalopnik
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