Imagina por un momento que estás buscando un buen coche de drifting. Estoy convencido de que un Toyota Prius, o cualquier otro coche que se asemeje mínimamente a este, será lo último en lo que estarás pensando. No es suficientemente potente, ni ligero, y es un tracción delantera. Y es ahí donde la magia de las preparaciones más extremas puede hacer que un coche creado con la sostenibilidad energética en mente, sea capaz de derrapar y derrapar, y quemar mucha goma, como si hubiera nacido para ello. Y es que precisamente este Toyota no es un Prius cualquiera, sino una preparación para campeonatos de drifting, ¡con tracción trasera y en torno a 400 CV de potencia!.
Es cierto que el vídeo que acompaña está entrada es bastante pobre, por maquillar el verdadero sonido de este coche – y quizás la naturaleza del motor que emplea – con una melodía estándar de banco musical, y porque los movimientos del coche en su primera aparición en público no sean exactamente lo que esperábamos de una exhibición de drifting.
Pero también es cierto que su capacidad para quemar rueda y deslizar es como mínimo muy prometedora. Y que debajo de esa insufrible melodía se intuye un zumbido eléctrico que nos lleva a pensar que sobre el tren trasero utilice un motor eléctrico con suficiente contundencia como para convertirlo en una verdadera fierecilla de drifting que solo emitirá el humo que genere la destrucción de sus neumáticos sobre el asfalto.
Vía: Autoevolution | Car Watch Impress
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