Aún recuerdo, y no con nostalgia, aquellos años en que los robos de radio-cassettes eran el pan nuestro de cada día. No es que los robos en coches se hayan resuelto o hayan desaparecido, ni mucho menos, pero hay que decir que, por suerte, la situación no es tan problemática como en una época en la que dejar el coche aparcado unas horas al descubierto podía significar, como mínimo, una luna rota y la desaparición de la radio de tu coche. El problema es que los ladrones, que en aquellos años encarnaban la imagen de la desesperación de almas en pena cautivas de sus propias adicciones, han ido encontrando métodos más efectivos y lucrativos para apoderarse de los bienes ajenos. De hecho, según apuntan algunos medios estadounidenses (ver noticia en ABC News), el robo de baterías de Toyota Prius se está convirtiendo en un verdadero problema.
Cualquier elemento presente en nuestro coche con suficiente valor, y susceptible de ser robado, podrá ser robado. Partiendo de esa base lo único que podemos hacer, además de tomar ciertas precauciones, es echarnos a temblar cuando aparquemos en un recinto abierto. Hace unos años, el robo de catalizadores se convirtió en un verdadero problema, es un elemento caro y accesible, y cuanto más accesible y caro fuera, más codiciado estaría por los ladrones, razón por la cual los vehículos que más lo sufrieron fueron vehículos industriales y autocaravanas.
El hecho de que los ladrones hayan centrado su atención en las baterías de Toyota Prius se entiende, en tanto son un elemento caro y cotizado en el mercado. Pero recordemos que extraer una batería de un Toyota Prius no es tan sencillo como arrancar un catalizador o romper una luna y desmontar un radio-cassette.
Los ladrones accederían al coche rompiendo la luneta trasera y forzando el maletero. Según las autoridades (noticia en Yahoo) estaríamos hablando de auténticos expertos. Para extraer una batería es necesario tener unos conocimientos básicos para saber qué cables se pueden y deben cortar y desconectar, sobre todo para hacerlo sin sufrir una descarga eléctrica.
Tampoco olvidemos que las baterías de un Toyota Prius, como los de tercera generación, que son el principal objetivo de los ladrones, no son ligeras ni sencillas de extraer. Un mecánico profesional suele hacer el trabajo en aproximadamente una hora. Estos ladrones serían capaces de hacer el mismo trabajo en apenas 20 minutos, pero evidentemente generando toda una serie de destrozos que al propietario le podría costar más de 10.000 dólares reparar (solo la batería nueva ya cuesta 3.000 dólares). Una batería usada puede venderse entre 500 y 1.000 dólares.
De momento sí podemos deciros que, al menos según nuestras fuentes, no nos consta que en España se estén dando casos de robos de baterías.
Vía: Jalopnik
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