El Mazda CX-3 es un crossover urbano, del segmento B, fabricado por Mazda desde 2014. Actualmente se comercializa la primera generación, presentada en 2014, que recibió una actualización en 2018. El Mazda CX-3 se caracteriza por ser un coche urbano, con una calidad percibida alta y diseño SUV, para aquellos que buscan un coche para el día a día, con aspecto de todocamino, y vocación urbana. El Mazda CX-3 se fabrica en las plantas de Mazda en Hofu e Hiroshima, en Japón.
Entre los SUV pequeños que aspiran a rivalizar con el Mazda CX-3 nos encontramos con otros crossovers, como el SEAT Arona, el Renault Captur, el Peugeot 2008, el Hyundai Kona y el KIA Stonic.
Así es el Mazda CX-3
El Mazda CX-3 es un crossover, un todocamino de dimensiones contenidas, que por longitud se sitúa en un punto intermedio entre un Mazda 2 y un Mazda 3, siendo más largo que un SEAT Arona y tres centímetros más corto que un Peugeot 2008.
El Mazda CX-3 es más corto y asequible que el Mazda CX-30 y dispone de una gama de motorizaciones simplificada a una única opción, de gasolina y tracción delantera, con cambio manual y cambio automático opcional, frente a un CX-30 que se oferta con una mayor variedad de motores, alternativas de tracción total y mecánicas micro-híbridas con etiqueta ECO en toda la gama.
Hablamos de un modelo de aspecto campero, menos todoterreno y más enfocado en la carretera, con diseño moderno y agresivo y la base técnica de los nuevos Mazda 2 y Mazda 3, con los que comparte tecnología y un gran número de elementos mecánicos y revestimientos de su habitáculo.
El Mazda CX-3 es el crossover compacto de Mazda
En cuanto al diseño, su carrocería de 4,28 metros de longitud ofrece un aspecto de todocamino, pero con unas características destinadas a pasar gran parte de su vida útil en la carretera. Destaca en la estética especialmente el pilar trasero flotante con acabado en negro de la parte central que sirve como nexo de unión entre la línea de ventanillas laterales y la luneta trasera. Esa fluidez se puede apreciar también las líneas del capó, las cuales se extienden por el lateral y por encima del soporte de los retrovisores hasta por detrás del pilar B.
En el frontal, una parrilla más pronunciada que destaca especialmente con ocho barras horizontales en grupos de dos perfiles de distinto grosor y la forma en que se integra el marco exterior en el diseño de las ópticas (faros Matrix LED), haciendo las veces de prolongación y manteniendo la filosofía estética de los últimos diseños de Mazda.
Motorizaciones del Mazda CX-3
El Mazda CX-3 está disponible con una gama de motorizaciones simplificada y reducida a un motor de gasolina SKYACTIV-G 2.0 de 121 CV de potencia que no cuenta con sistema microhíbrido y por lo tanto es etiqueta medioambiental C en toda la gama. Este motor de gasolina y cuatro cilindros es suficiente para mover con soltura a un crossover muy compacto como es el Mazda CX-3, si bien es cierto se echan de menos otras motorizaciones microhíbridas, que le hubieran permitido gozar de la etiqueta ECO.
No existe la posibilidad de configurar el Mazda CX-3 con tracción total, toda la gama es tracción delantera. Pero sí puede configurarse opcionalmente con un cambio automático de seis relaciones (por convertidor de par), como alternativa a su cambio manual de serie.
El interior del Mazda CX-3
En el interior, nos encontramos con un vehículo versátil, con un maletero que cuenta con una capacidad de carga de 350 litros, correcta para su tamaño, y la posibilidad plegar completamente los asientos traseros para aumentar dicho espacio, así como el optar por otras configuraciones dependiendo de las necesidades.
Mazda ha buscado llevar esa armonía de diseño también al interior, combinando materiales y grupos cromáticos por zonas, y además añadiendo la opción incluir acabados y tapizados de asientos mixtos de tela y cuero sintético, que ofrecen una sensación de calidad realmente alta.
Tecnología a bordo del Mazda CX-3
Entre sus tecnologías, cuenta con un equipo de entretenimiento MZD Connect sobre el salpicadero, con pantalla de 7″, accesible desde una interfaz giratoria en la consola central, con comandos por voz y manos libres Bluetooth, así como diferentes aplicaciones y conectividad con servicios de streaming de audio en internet. Es un sistema sencillo, pero funcional, que no destaca frente a los sistemas de entretenimiento más modernos equipados por algunos de sus rivales, con pantallas significativamente más grandes.
Sí es digno de mención que Mazda, frente a algunos de sus rivales que han optado por interfaces táctiles, siga manteniendo la funcionalidad y, sobre todo, la ergonomía y la seguridad, de interfaces físicas, como un sistema giratorio en la consola central, con accesos directos a las principales funciones del sistema de entretenimiento.
También integra un head-up display a todo color, que facilita controlar la información más importante de la instrumentación, proyectada en el parabrisas, para contemplarla sin tener que desviar la atención de la carretera.
Seguridad y ayudas a la conducción
En cuanto a la tecnología que equipa, el Mazda CX-3 dispone de todos los sistemas de seguridad y ayudas a la conducción imprescindibles en un coche moderno, sin grandes innovaciones frente a sus rivales. Cuenta con sistemas como el control de crucero adaptativo por radar, el cual utiliza uno sensores delanteros para medir constantemente la distancia de separación con el coche que nos precede y así mantener la distancia de seguridad.
También dispone de sistema de asistencia a la frenada en ciudad, con reconocimiento de peatones, cámara de visión trasera, y sistema de alerta de cambio involuntario de carril.
