El Suzuki Swift es un urbano encuadrado dentro del segmento B, fabricado por el gigante asiático Suzuki desde 1985. En la actualidad se comercializa su cuarta generación, que está en el mercado desde 2024. Se trata de un utilitario que desde la llegada de la última generación únicamente cuenta con motorizaciones microhíbridas y con tracción total, algo que le diferencia de alguno de sus principales rivales. El Suzuki Swift se fabrica en la factoría que Suzuki tiene en Sagara, Japón.
Entre las principales alternativas al Suzuki Swift se encuentran multitud de coches de tamaño similar y tecnologías equivalentes, entre los que nos encontramos modelos como el Renault Clio, el Toyota Yaris, el Mitsubishi Colt y el Mazda 2 Hybrid, que en esencia es el mismo producto, son equivalentes por tipo de motorización. Por dimensiones y concepto también nos encontramos otros rivales en un segmento con mucha representación y nombres como el Peugeot 208, el Nissan Micra, el Citroën C3, el SEAT Ibiza, el Hyundai i20, el Opel Corsa, el KIA Rio o el Skoda Fabia.
Diseño exterior del Suzuki Swift
El diseño del Suzuki Swift se puede calificar, de un primer vistazo, como juvenil y claramente japonés. Sus líneas, cargadas de personalidad, fluyen desde delante hacia atrás a partir de un frontal en el que los grupos ópticos de gran tamaño y la parrilla, prominente y enmarcada en forma trapezoide, hacen que el diseño del pequeño Suzuki Swift sea plenamente identificable consiguiendo en las últimas generaciones marcar una importante distancia respecto a la estética de sus rivales.
El lateral de su carrocería cinco puertas (única opción disponible) muestra unas líneas más suaves y limpias, mientras que en el frontal, la sexta generación impone unas formas mucho más redondeadas, con el capó claramente destacado por encima de la línea de la cintura y con esas ópticas con tecnología LED de grandes dimensiones y una firma lumínica en forma de boomerang que ya se podía encontrar en el modelo saliente y que también se aplicaba a la parte trasera, algo que ha dejado paso a una nueva versión en forma de ‘C’ que se encarga de rellenar más el espacio de las ópticas.
El Suzuki Swift declara unas cotas de 3,86 m de largo con una batalla de 2,45 metros, lo que no deja de reflejar otra cosa que el espíritu continuista por parte de Suzuki a la hora de respetar y mejorar la fórmula del éxito. La llegada de la pintura de la carrocería bitono ayuda a contribuir a darle un aspecto todavía más moderno al conjunto y que se complementan a la perfección con las nueve opciones monotono.
Diseño interior del Suzuki Swift
En cuanto al habitáculo del Suzuki Swift, la llegada de nueva tecnología y equipamiento no ha entrado en conflicto con la filosofía de mantener el interior de este urbanita lo más práctico posible. Todos los mandos son accesibles sin apartar la mirada del volante, el sistema de infoentretenimiento es de fácil visualización a través de su pantalla de 9 pulgadas, con instrumentación analógica, mandos para la climatización físicos y una disposición lo más ergonómica posible, algo que encandila no sólo a los conductores que no quieren complicaciones y también a esos más puristas, amantes de las opciones más clásicas, aunque no quieren renunciar a la comodidad de las nuevas tecnologías por completo.
El sistema de infoentretenimiento Suzuki Connect, con funciones conectadas a internet cuenta con compatibilidad Apple CarPlay/Android Auto, además de incorporar distintas asistencias a la conducción, como el control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, detección de coches en punto muerto o alerta de tráfico cruzado trasero. Otra de las características que habla muy bien acerca de que Suzuki ha mantenido el deseo de hacer un coche sin complicaciones es que, a pesar de ese sistema de propulsión microhíbrido que incorpora, el maletero sigue anunciando la misma capacidad de 265 litros que su predecesor.
Gama de motores del Suzuki Swift
El Suzuki Swift recurre a una única opción mecánica para completar su gama, en este caso uno de gasolina de tres cilindros sin inducción forzada y con una capacidad de 1.2 litros que se complementa con un sistema de hibridación ligera SHVS de 12 voltios que le permite la obtención de la etiqueta ECO de la DGT. En total declara 83 CV de potencia, con un consumo medio muy bajo.
Lo que lo convierte prácticamente en una rara avis es precisamente la decisión del fabricante nipón de contar con la tracción total 4×4 AllGrip Auto con acoplamiento viscoso del eje trasero, una opción poco habitual en automóviles de su segmento, así como la posibilidad de adquirirlo con una transmisión automática en lugar de la manual que se introduce de serie.